jueves, 19 de diciembre de 2019

Survival Capítulo 19

1ª parte: Juego de Supervivencia
Capítulo 19
Ola de Zombis IV
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars

“Lo sé. Lo dictaminamos como defensa propia, te puedes ir.” “¿Qué hay de Ji Hye? ¿Y esos tipos?” – preguntó Saeri, mientras miraba a su alrededor. “Ji Hye se está recuperando y esos tipos están muertos.” “Mu… ¿Muertos?” “Uno de ellos se convirtió en un zombi. ¿Recuerdas la segunda regla de oro que te enseñé?” “Si no desinfectas y vendas tus heridas, te infectarás.” “Así es. Una persona se infectó y se transformó. A continuación, los otros dos que estaban confinados en la misma habitación también se infectaron. Así es como murieron.” – detalló Yohan, mientras la cara de Saeri se ponía pálida. – “¿Cómo se siente matar a un ser humano por primera vez?” “No lo maté.” “No directamente, pero no puedes negar que se convirtió en un zombi porque lo apuñalaste en la ingle.” “…” “¿Todavía crees que hiciste lo correcto?” Saeri no respondió de inmediato, pero después de unos segundos, terminó por asentir. “Está bien. Tienes razón.” Yohan le dio unas palmaditas en la cabeza y luego comenzó a explicar su nuevo plan, ya que no estuvo presente durante la reunión debido a su aislamiento. Naturalmente, Saeri comenzó a hacer un gran alboroto para ir con él. “¡Yo también!, ¡yo también iré!” “No.” “Te lo dije, ¡necesito salvar a mi hermana!” “Esa es una razón por la que no deberías ir. Serás una distracción.” Saeri resopló y lo miró como si fuera a atacarlo en cualquier momento. “Yo también iré, Yohan.” – dijo Jung Hwan, empeorando las cosas. “¿No escuchaste lo que acabo de decir? Debes ser el líder mientras yo no esté.” “Pero Yohan…!” “Sí, Jung Hwan, ¡no te metas en esto! Ve a trabajar, iré con Yohan.” “Ambos, callaos. Sois demasiado ruidoso.” – dijo Yohan, con un tono de voz severo, que hizo que la pareja cerrara la boca. Yohan reiteró su decisión con firmeza. “Voy a ir solo.”
* * *
Yohan salió rápidamente del campamento. Mientras los zombis estaban distraídos en la entrada del aparcamiento, se escabulló por una puerta lateral. Una brisa cálida acarició sus mejillas mientras corría a toda velocidad hacia su destino. Él volvió al complejo residencial de Kkachiul y se subió al tejado de un edificio cercano. A partir de ahí, usó la tirolesa para volver a su primer refugio. Todavía había zombis merodeando por la zona, así que Yohan asumió que algunos aspirantes a saqueadores quedaron atrapados en sus trampas y, como resultado, se convirtieron en zombis. Esas personas simplemente tuvieron mala suerte, por apuntar a un lugar que estaba preparado contra los intrusos. Siendo honestos, se sintió mal por las víctimas de sus trampas, pero había colocado un letrero en la entrada del complejo que decía ‘Zona peligrosa’. Lo más probable es que no fuera suficiente. Yohan volvió a acostumbrarse a su refugio, sumergió su cuerpo en agua caliente, comió una comida nutritiva y alivió su estrés jugando videojuegos. Podía sentir como toda la tensión acumulada en su mente y en su cuerpo desaparecía. Se tomó todo el día libre y no se preocupó por nada, centrándose solo descansar y relajarse. A medida que el cansancio disminuía, los nudos en sus músculos se aflojaron. Cuando se despertó al día siguiente, todo su cuerpo estaba renovado y, comenzó a prepararse para su próxima salida. Puso el revólver que tenía en la cintura en el casillero y sacó una Glock y un silenciador. Se los guardó en el bolsillo y luego se puso una chaqueta encima. Había decidido llevarse un revólver en su primera salida porque era fácil de transportar. También era el arma que más fácilmente se le encontraba munición, como por ejemplo en las comisarías de policía. Pero ahora, había una buena posibilidad de que estallara una gran pelea. Necesitaba un arma con silenciador que usara cargadores que fueran fáciles de recargar. Así, cogió la Glock que había conseguido hace tres meses, después de una pelea con un grupo de gente armada. Era un arma indispensable. Después, agregó dos cargadores al mismo bolsillo que contenía el silenciador y se puso un cinturón con diversas ranuras, en vez de llevar una mochila. Necesitaba mantener la mínima carga posible. También se llevó carne seca y un par de prismáticos. Por último, colgó la ballesta sobre su espalda. Una vez más, Yohan regresó al distrito del Ayuntamiento de Bucheon. Caminó durante 30 minutos antes de llegar al Centro Comercial H. La entrada principal estaba llena de zombis. A diferencia de su centro comercial, el centro comercial H tenía varias entradas. Estaba conectado al centro comercial general de al lado y ese lugar tenía todo tipo de entradas. Las puertas de entrada principales estaban cerradas, pero Yohan no podía decir si estaban bloqueadas. Sin dudarlo, se dirigió al aparcamiento. Había docenas de zombis, que gruñeron cuando lo vieron acercándose. Yohan sacó su ballesta, disparó a los tres zombis más cercanos y luego corrió hacia la salida de emergencia lo más rápido que pudo. Los zombis no pudieron alcanzarlo. Lentamente, abrió la puerta de salida de emergencia. “Ah, quien…” Había un guardia, pero cuando se dio cuenta del intruso, antes de poder reaccionar, Yohan ya estaba a su espalda. Trató de gritar y de alcanzar su arma, pero Yohan ya había pasado su brazo alrededor de su cuello. Un fuerte crujido llenó el pasillo. El guardia soltó espuma por la boca y cayó al suelo cuando lo soltó. A continuación, subió con rapidez por las escaleras hasta el piso superior. A diferencia de su centro comercial, el patio central estaba abierto de par en par, y se podía ver gente en los pisos que tenía por debajo. Los observó usando sus prismáticos. El primer piso todavía estaba lleno de zombis y, al igual que su campamento, había personas en los pisos subterráneos donde estaban los suministros. Mientras Yohan inspeccionaba la escena, tuvo la sensación de que esto ya lo había visto. Sus acciones y movimientos eran extraños. Era como si… ‘¿Están drogados?’ La mayoría de la gente parecía letárgica y sus ojos estaban rojos y desenfocados. Yohan frunció el ceño. En la línea de tiempo anterior, se había encontrado con un grupo de adictos a las drogas. Este grupo parecía similar. ‘La sociedad se desmoronó, ¿cómo consiguieron una cantidad tan grande de drogas? Para llegar a este punto, alguien debe suministrárselos.’ En ese momento, notó que un grupo salía de los pisos subterráneos y caminaba hacia el centro comercial, a través de un puente situado en el segundo piso. Yohan los siguió, pero se aseguró de mantener la distancia. Tuvo cuidado de ser sigiloso. Si bien confiaba en que sería capaz de escapar si lo descubrían, no había ninguna razón para no tener cuidado. Había montones de cadáveres por todo el centro comercial. No estaba seguro de cuándo comenzaron a pudrirse, pero todo el lugar apestaba. ‘Las enfermedades se propagarán cuando llegue el verano.’ Era algo de sentido común. Si no se hacía algo con los cadáveres, aparecerían las enfermedades. Este grupo parecía ser capaz de cazar zombis, pero, como se podía ver, carecían de cualquier conocimiento sobre la limpieza. Yohan trató de seguir al grupo desde lejos, pero se encontró en un punto muerto. Miró a su alrededor, pero el camino que tenía por delante se iba estrechando. No quería cargar, por lo que era peligroso avanzar a partir de este momento. Después de pensar por un momento, retiró la rejilla de ventilación del techo. No le fue difícil localizar a los pandilleros. El centro comercial estaba en silencio y los sistemas de ventilación habían estado fuera de servicio durante mucho tiempo. Yohan se arrastró a través del laberinto de los respiraderos y, siguiendo diferentes voces, llegó a una habitación que parecía ser la oficina del centro comercial. Había alrededor de 10 personas en la oficina. Un hombre joven y de aspecto agudo se sentaba de forma pretenciosa en la cabecera de la mesa. Yohan inmediatamente pudo decir que él era el líder. Frente a él había una mujer arrodillada, con el rostro cubierto de lágrimas. En uno de los rincones de la habitación había un hombre grande y musculoso, atado y cubierto de sangre. Momentos después, llamaron a la puerta. “Adelante.” – dijo el hombre en la cabecera de la mesa, con un tono de voz bajo y profundo. – “¿Hay algo mal?” El grupo que entró parecía fuerte, pero Yohan estaba enfocado en el hombre atado en una esquina. ‘Parece que lo han golpeado a fondo.’ Después de entrar en la habitación, el grupo se puso en fila cerca de la puerta. Esto se debía a que el hombre, que definitivamente parecía el líder ahora, había caminado hacia el hombre atado en la esquina. Levantó la barbilla del hombre con su dedo índice. “¿Lo ves? Si no fueras tan terco y me obedecieras, las cosas habrían sido mucho mejores.” El hombre le escupió. El líder se limpió la saliva de la cara con su guante de cuero y luego abofeteó al hombre. “Por eso los artistas marciales son molestos. Son tan tercos. Eh, tú, informa.” “Sí, director. Aquí están los resultados de la cacería de hoy. Matamos a unos 109 zombis. Perdimos a dos personas en el proceso.” “¿Quien murió?” “Es difícil recordar sus nombres. Eran algunos miembros nuevos, que se unieron recientemente…” “Que montón de basura. Lo que sea, solo sigue enviándolos. Los bastardos débiles no merecen vivir. ¿No sería genial si un tipo útil como él cambiara de opinión?” – dijo el jefe, mirando al artista marcial. “Sí, por supuesto señor.” “Si quisieras, incluso te dejaría tener a todas las mujeres.” – dijo el líder, encogiéndose de hombros. – “Hasta drogas. Oh, tal vez no querrías drogas, ahora que todos tus amigos murieron de sobredosis.” El artista marcial gruñó y luchó contra sus ataduras. Los hombres se apresuraron a sujetarlo, pero era tan fuerte que todos terminaron en el suelo. El líder chasqueó la lengua y pateó al hombre en el estómago. La cabeza del artista marcial golpeó el suelo y se quedó allí, jadeando. “Llévate a esta chica. Trae a Sae Young.” “Sí, señor.” “No hay una zorra tan deliciosa como Sae Young.” “Um, disculpe jefe...” “Hm? ¿Qué es?” “Es Sae Young. Ella dijo que no se siente bien.” “Ja, ja, ja ¿de verdad? No se puede hacer nada entonces.” El jefe inmediatamente golpeó al hombre con el que estaba hablando en el mentón. Mientras se tambaleaba por el golpe, agarró el cenicero que estaba a su lado y lo usó para golpearle en la cabeza. Luego lo pisó y pateo, una y otra vez en la cabeza y en el estómago. “¡Ugh! ¡Uf!” “¿Creías que iba a dejarlo así?” “Aaaargh, jefe...” “¿Qué? Eres un pedazo de mierda.” – dijo el jefe agarrando un palo de golf. Todos miraron la situación aturdidos, incapaces de detenerlo. El jefe balanceó el palo un par de veces, para luego golpear al hombre con toda la fuerza que pudo reunir. El cuerpo del hombre se estremeció con fuerza y luego se quedó quieto. “Llévatelo.” – ordenó el jefe, agitando la mano en el aire. Sus hombres se movieron rápidamente. “Es… Está muerto.” “Arrójalo a la basura. Cuando vuelvas, trae a Sae Young Yun.” “¡Sí señor!” “Oh, claro.” –dijo el jefe mientras caminaba hacia su silla, para a continuación darse la vuelta, haciendo que sus hombres se estremecieran. – “¿Cuándo estará listo el escudo de carne?” “Va… Vamos a necesitar más tiempo. No hay muchos decentes entre los desperdicios…” “Sigue enviándolos afuera, hasta que sean útiles. Una vez que el escudo esté completo, debemos visitar el centro comercial y la Zona S, al otro lado de la calle para obtener nuestro pago. Ha pasado mucho tiempo desde que los visitamos.” “Sí.” “Esta vez pillaremos a más personas y traeremos todo de regreso. El proceso se está volviendo tedioso.” Yohan chasqueó la lengua. Estas personas eran pedazos de mierda y no quería asociarse con ellos. Los mafiosos estaban aprovechando el apocalipsis para distribuir drogas, secuestrar personas y realizar actos de violencia aleatorios. Ya podía adivinar cómo se trataba a las personas secuestradas sin verlas. No le gustaría unirse a estos bastardos, incluso si se lo ofrecieran. No sería fácil separar un grupo bien organizado o forzar un cambio de liderazgo. Ya sabía que, si no hacía nada y trataba de hablar, habría un conflicto entre los dos campamentos. Tenía que deshacerse de ellos y comenzó a crear un plan en su cabeza. A pesar de que iba a ser una gran pelea, era menos peligroso para él hacerlo solo. Lo tenía claro. Los miembros sin experiencia de su campamento solo se interpondrían en su camino. Yohan se deslizó cuidadosamente hacia atrás en el respiradero, asegurándose de memorizar cada cara del grupo. Solo vio una pistola, que estaba en posesión del jefe. Como parecía que tenían acceso a las armas, tenía que suponer que otros mafiosos también podrían estar armados. Después de abandonar la oficina, exploró lentamente el resto del centro comercial. Quería ver cuánto poder de combate tenían, cuántas personas había en el campamento y cuántos suministros. Como el campamento era bastante grande, había mucha gente. Por lo tanto, también tenían que tener muchos suministros. Sin embargo, parecía que no se distribuían de manera uniforme, ya que muchas personas parecían enfermas y hambrientas. Era una escena trágica, que reflejaba cuán perverso era el sistema de gestión del campamento. También era un ejemplo de cuán corrupto podría ser un humano. Para abandonar el campamento, Yohan tuvo que subir al tercer piso, pero justo entonces, fue distraído por un disturbio en el piso subterráneo. Era el sonido de una mujer gritando. Entonces, escuchó que alguien le hablaba. “Ei tío, ¿tienes algún negocio en este campamento?”