Capítulo 103
Los buenos trabajadores pueden cuidarse solos.
Traducido por Tars
Corregido por Noe
Editado por AMarauder
Corregido por Noe
Editado por AMarauder
Después de que Chu Guang se fue, el pasillo del segundo piso se llenó de gritos.
“¿Hay algún recién llegado de tipo percepción? Somos un viejo equipo de veteranos con jugadores de fuerza de nivel 3 y otros de agilidad y constitución. Necesitamos un jugador de percepción, cuya tarea será detectar al enemigo. No debe preocuparse de nada más, ¡nosotros le ayudaremos a subir de nivel!” – preguntó Ratón de Biblioteca.
“¿Hay algún jugador de fuerza que necesite un equipo? Ven, únete a nosotros para talar árboles. ¡Subiréis a nivel 1 en un día!” – gritó Pollo a Medianoche.
“¡Oye! ¿Nadie quiere un jugador de inteligencia? ¡Eso no es justo!” – dijo Comandante Agua de Manantial.
“Hermano, no es que no los queramos. ¡No sabemos cómo subir de nivel a los jugadores de tipo inteligencia!” – contestó Rico Rey Élfico.
“Puedo enseñarte a ser gracioso.” – añadió Irene.
El recién llegado más codiciado era, naturalmente, el oso blanco, pero solo había un oso, y rápidamente fue engatusado para que se convirtiera en un tanque. Luego, los recién llegados que tenían mayor demanda eran los de tipo percepción, seguido de los de fuerza, que eran los que más fácil podían subir de nivel, y los de agilidad y constitución que podían jugar en cualquier posición dentro del equipo.
Los jugadores menos demandados seguían siendo los de inteligencia. En la versión actual, aunque era un requisito para muchas de las profesiones de artesanía, no era necesario para todas. Era cierto que cuanto mayor fuese el atributo de inteligencia, mayor sería la velocidad de aprendizaje, pero esta bonificación no era demasiado obvia durante la etapa de principiante. Los trabajos más físicos, como mover ladrillos, enyesar, excavar, transportar piedras o producir cemento requerían de fuerza. Justo cuando los jugadores de inteligencia se sentían indefensos, una chica de 1,5 metros de altura se puso de puntillas y agitó su pequeña mano en alto.
“Soy de la Sastrería de Teng Teng. Estamos reclutando lindos aprendices que estén dispuestos a ser sastres. Consideraremos primero a los jugadores de tipo inteligencia. ¡Ven e inscríbete!”
Un grupo de novatos del tipo inteligencia pareció ver como se encendía una luz brillante en medio de un mundo sombrío.
“Mamá, ¡vi un ángel!”
“¡Entrenador! ¡Quiero aprender sastrería!”
“Wuuuuu, desde hoy, ¡las tijeras y las agujas son mi vida!”
“Espera, ¿puedo inscribirme si soy de tipo fuerza? ¡De repente sentí que la artesanía también es muy interesante!”
“Creo que la intuición es muy importante al hacer ropa, ¡soy de tipo percepción!”
“¡Tonterías! ¡Un sastre debe ser ágil! ¡La velocidad es el camino!”
No solo los novatos de tipo inteligencia, sino que también se inscribieron jugadores de otras secuencias genéticas. Al final, no solo los recién llegados, sino que incluso los veteranos que poseían máquinas virtuales se unieron a la diversión, rogando poder tomar las medidas de una mujer rica. Teng Teng, que estaba abrumada por la multitud, agitó las manos apresuradamente antes de hablar.
“Y… Yo… Solo puedo aceptar a tres personas.”
Tail, al borde de la multitud, se acarició la barbilla y suspiró.
“Maldita sea, se llevaron a mi oso.”
Sisi, de pie junto a ella, suspiró y puso los ojos en blanco.
“Deja de quejarte. Deberíamos darnos prisa y encontrar un gran muslo que abrazar.”
“¿Un muslo?”
Como si una antena pareciera estar erigida sobre su cabeza, Tail estiró el cuello y miró a su alrededor. De repente, sus ojos se iluminaron y se fijaron en ciertas piernas largas que habían sido empujadas hasta el borde de la plaza.
“Sisi, ¿eres de tipo constitución?”
“Mm.”
“¡Soy de agilidad!” – añadió golpeando su palma con el puño mientras miraba a YaYa con sus ojos penetrantes.
“¡Ella!”
Sisi miró a Tail con recelo.
“¿Segura…?”
“¡Claro! ¡Es más grande que las dos juntas!”
“¿Estamos hablando sobre lo mismo…?”
“¡Grande significa poder!”
Al ver a Tail trotando hacia Yaya, SiSi soltó un suspiro.
“Esta chica está completamente loca.”
* * *
Dejando que los veteranos se encargasen de los principiantes, Chu Guang pasó el tiempo entrenando a los prisioneros rescatados de las mazmorras de los depredadores. Un total de treinta personas habían sido liberadas.
Anteriormente, Chu Guang le había ordenado al gerente del almacén, Luka, que registrara sus identidades y les preguntara cómo fueron capturados y qué habían hecho antes de serlo. Y lo que era más importante, si tenían alguna habilidad. Además, también quería saber de dónde eran, si tenían parientes en el páramo, y si alguien estaba dispuesto a readmitirlos. Esos eran todos procedimientos necesarios.
Chu Guang necesitaba decidir qué trabajo era el más adecuado para ellos en función de su experiencia personal. Por supuesto, si alguien expresara su deseo de irse a casa, generosamente lo dejaría ir. Aunque no pagaría los gastos del viaje, nunca les obligaría a quedarse. Nada que se haga por la fuerza sería agradable y puede que no lo ayudase de ninguna manera. Además, estos esclavos no eran más poderos, ni más valientes, ni más trabajadores que los jugadores. Lo que Chu Guang necesitaba era lealtad de corazón. Solo un PNJ lo suficientemente leal podría convertirse en su asistente, ayudándolo a guiar a los jugadores para que disfrutasen del juego correctamente. Aunque el viejo Luka era analfabeto y solo aprendió algunas letras básicas, la MV tenía una función de grabación y también era posible convertir las palabras en un archivo de texto.
“Administrador.”
Mirando a Chu Guang caminando hacia el almacén, el viejo Luka, que estaba enseñando las reglas a los supervivientes, lo saludó respetuosamente. Chu Guang los miró. Llevaban abrigos andrajosos y ropa de cuero que les habían quitado a los depredadores. La mayoría de ellos tenían caras cetrinas y demacradas, estaban tan flacos que claramente habían sufrido de desnutrición. Chu Guang los había colocado previamente en un campamento cerca del horno de ladrillos y recientemente los trasladó hasta el puesto de avanzada, lo que les permitió construir chozas entre el muro de la puerta sur y las trincheras.
Todos los días Luka les cocinaba una olla de gachas de trigo verde con 75 gramos de carne cruda y medio kilo de repollo que les quitó a los depredadores. Para ellos, era el manjar supremo. Esta sí que era una buena comida. Después de todo, cuando estaban en la mazmorra, sin mencionar el poder usar ropa, incluso las ratas y cucarachas más gordas podrían llamarse deliciosos. Allí no podían conseguirse una fragante olla de comida caliente.
“¿Por qué solo quedan 25?”
Chu Guang contó la cantidad de personas y descubrió que había menos, así que miró a Luka. Este bajó la cabeza antes de responder.
“Cinco personas no lo lograron… Cuando los enviaron de regreso, muchos de ellos estaban gravemente heridos y algunos incluso estaban discapacitados. Usé algunas hierbas para tratarlos, pero aun así no lograron sobrevivir. Sus restos han sido enviados al horno. Lo siento, no hice bien mi trabajo. Puede castigarme, Maestro.”
‘No está mal. Sabe cómo tomar decisiones sin mi presencia.’
Chu Guang descubrió que el viejo Luka y Xia Yan eran dos extremos opuestos, uno era muy diligente y el otro era muy perezoso.
“No, hiciste lo correcto.” – respondió Chu Guang, asintiendo antes de continuar. – “¿Has comprobado las identidades de los supervivientes?”
Luka asintió.
“¡Las grabaciones están listas!”
Había grabado todas las conversaciones y Pequeño7 las había clasificado y cargado en la computadora. El pequeño asistente copió rápidamente todos los archivos y los envió a la MV de Chu Guang. La MV de Chu Guang era diferente a las del resto de jugadores y PNJs. Poseía la máxima autoridad y podía conectarse directamente al servidor del Refugio 404. Básicamente, siempre obtendría respuesta si no se alejaba demasiado del puesto de avanzada.
Mirando la información en la MV, Chu Guang tuvo una idea aproximada de las identidades de estos supervivientes. Dos eran antiguos esclavos de la Granja Brown y otros dos eran cazadores de la Calle Bett. La mayoría del resto provenía de asentamientos de supervivientes que se encontraban cerca de los suburbios del norte del Distrito de Qingquan, o simplemente eran refugiados que deambulaban por los alrededores.
“¿Ratoncito y Cachorrito…?” – Chu Guang se quedó sin palabras. – ‘Tsk. ¿Qué clase de nombres son esos?’
Chu Guang se quedó sin palabras. Finalmente descubrió qué nombres usarían los supervivientes de la Calle Bett cuando se les acaban los signos del zodiaco o los animales comunes. Si no hubiera suficientes nombres, podrían usar números. Al escuchar que el administrador los estaba llamando, los dos flacos supervivientes se pusieron de pie apresuradamente, nerviosos.
“Sí, Maestro.”
“¿Cómo terminaste siendo capturado por el Clan Mano Sangrienta?” – preguntó Chu Guang con curiosidad mientras miraba a las dos personas. – “Esa vieja sanguijuel… Ejem, ¿el alcalde no pagó la tarifa de protección al Clan Mano Sangrienta?”
Las dos personas parecían confundidas.
“Cuota de protección…”
“N… No lo sé, Maestro.”
“Mi Señor, ¿cómo nos diría eso el alcalde?”
“Sí… Nos capturaron mientras cazábamos el mes pasado.”
Parecía que las dos personas nunca habían pensado en por qué los depredadores del Clan Mano Sangrienta nunca atacaron la Calle Bett. La fuerza de la Granja Brown no era mala y probablemente les entregaban suministros a los depredadores para evitar pérdidas innecesarias. En cuanto a la Calle Bett, con tan solo unas cuantas armas y unas paredes rotas que ni siquiera podían protegerse de las ratas, probablemente ni siquiera haría falta un comandante de diez hombres para derribarlas. Sin embargo, parecía que la tarifa de protección y el rescate eran dos conceptos totalmente diferentes. No podía garantizar su seguridad cuando recogían desechos en el exterior, y el alcalde de la Calle Bett no tenía intención de rescatarlos.
Chu Guang los miró a los dos por un momento antes de hablar.
“¿Tienes algún pariente en la Calle Bett?”
Los dos asintieron una y otra vez.
“Sí.”
“Muy bien, ahora os daré dos opciones, una es volver a reuniros con vuestros familiares y la otra es quedaros aquí y trabajar para mí.”
Los dos se miraron, dudaron por un momento antes de volver a mirar a Chu Guang.
“Mi Señor, quiero quedarme.”
“Y… Yo también.”
Chu Guang los miró y sonrió.
“¿Lo has pensado cuidadosamente?”
Los dos asintieron al unísono.
“¡Sí!”
Era complicado cazar presas en invierno y sabían cuánta comida quedaba en casa. Si regresaban ahora solo se convertirían en una boca extra que alimentar, lo que solo serviría para empeorar la situación en el hogar. Aquí tendrían un lugar para vivir, fuego con el que calentarse y comida, por lo que podían estar muy satisfechos. Además, incluso si querían volver, tendrían que esperar hasta la próxima primavera. Chu Guang sabía lo que estaban pensando, pero no se lo tomó en serio. Ya fuera que regresaran a su hogar o se quedaran aquí para ayudar a construir el puesto de avanzada, ambas opciones serían útiles para él.
“¿Conoces a alguno de estos esclavos de la Granja Brown?” – preguntó Chu Guang, mirando a Luka.
“Mi Señor, no se preocupe, soy su sirviente. No importa de dónde vengan, los trataré por igual.” – respondió Luka obedientemente.
“Solo tienes que decirme si los conoces.” – añadió Chu Guang con una sonrisa.
Luka asintió rápidamente.
“Esos dos, sé sus nombres, aunque no me he comunicado mucho con ellos.”
Chu Guang asintió.
“Ambos pueden quedarse aquí. Llévalos a familiarizarse con el trabajo del almacén. Cuando sean capaces de hacer bien sus tareas, déjalos encargarse del granero y el almacén. Cuando ese asunto esté resuelto, arreglaré un trabajo más importante para ti.”
Luka se llenó de alegría cuando escuchó las palabras de Chu Guang, pero aun así bajó la cabeza con humildad e hizo una promesa solemne.
“¡Sí, Maestro! Le prometo que los entrenaré bien para que sean sumisos. Si hacen algo mal, ¡estoy dispuesto a asumir la responsabilidad!”
Los esclavos de la Granja Brown eran muy fáciles de entrenar ya que eran los más obedientes. Mirando a los supervivientes restantes, Chu Guang pensó por un momento antes de hablar.
“En cuanto al resto, pídales que empaquen sus cosas, traigan combustible, alimentos y otros suministros. Ahora que ha dejado de nevar, necesito que acampen en la orilla del río en el lado noroeste. Hay un horno de ladrillos allí, haré los arreglos necesarios para que trabajen allí.”
Cuando llegasen allí, se seleccionaría a dos supervivientes inteligentes para que fueran los capataces, y se les daría una MV a cada uno para ayudarlos a comunicarse con los jugadores y guiar a los otros supervivientes en el trabajo. La MV tenía una función de posicionamiento y se activaría de forma pasiva. A Chu Guang no le preocupaba en absoluto que perdieran un equipo tan valioso, y les resultaría algo complicado romperla.
Luka asintió respetuosamente.
“Sí, Maestro.”