Arco 1 Capítulo 8
Vida escolar I
Traducido por Tars
Corregido por Thornapple y DaniR
Editado por Tars
Corregido por Thornapple y DaniR
Editado por Tars
‘Y, por ello, esta es la razón por la que los estudiantes que iban a la clase Beta nunca podían crecer de forma adecuada.’ – pensó Desir.
Los estudiantes de la clase Alfa recibían excelentes lecciones de los profesores más brillantes de la academia.
Sus clases eran cuidadosamente preparadas y se impartían con pasión, alimentando a la clase Alfa y asegurándose de que recibieran la mejor atención que se podía ofrecer. Con esto, sus talentos seguramente se despertarían y se convertirían inevitablemente en excelentes combatientes que conquistarían los Mundos de las Sombras.
Sin embargo, la clase Beta era todo lo contrario.
Estaba compuesto principalmente por plebeyos que carecían de cualquier tipo de apoyo. El cuidado y la pasión no abundaban hacia los estudiantes de la clase Beta, ya que casi ninguna de las clases tenía profesores adecuados. Por ello, era extremadamente difícil para esos estudiantes alcanzar su máximo potencial.
‘Incluso en mi vida pasada fui un estudiante de la clase Beta.’ – pensó mientras sonreía amargamente.
Desir había nacido como plebeyo y por ello, había sido asignado a la clase Beta. Y sin una educación adecuada, le había sido imposible mejorar. Cuando entró por primera vez en el Laberinto de las Sombras, solo había sido un mago del primer círculo.
‘En un ambiente como este, muchas personas con talento son enterradas. El sistema falla totalmente. Si no fuera por este sistema, los estudiantes de la clase Beta podrían ser más fuertes y no habrían sido masacrados tan fácilmente al principio.’
Sin embargo, la única persona de la clase Beta que había vivido hasta el final fue Desir.
‘Me aseguraré de que los estudiantes con talento de la clase Beta sean trasladados a la clase Alfa.’ – pensó Desir decidiendo tener un objetivo en su corazón.
En el pasado, Desir no había podido limpiar el Laberinto de las Sombras, pero sabía que había muchas joyas sin pulir en la Academia Hebrion.
Sabía que, si podía entrenarlos y guiarlos de forma adecuada para que alcanzasen su mejor potencial, no le sería imposible limpiar el Laberinto de las Sombras.
‘Tengo que hacer eso.’ – pensó – ‘Debo moverme con ellos. En otras palabras, crearé un grupo.’
Encontraría a los que tenían el mayor potencial en base a su experiencia y conocimiento de vidas pasadas. Encontraría estas gemas ocultas, los convencería para que se unieran a su grupo y luego se aseguraría de que fueran ascendidos a la clase Alfa. Y sabía quién era su primer objetivo: Romántica Eru.
Era la hija del Baron Eru y era conocida con el sobrenombre de la Sabia de la tormenta. Su especialidad era la magia sin canto y, en el pasado, había llegado a ser una maga veterana que había logrado sobrevivir en el Laberinto de las Sombras durante ocho años.
Y Desir estaba decidido a conquistarla y convertirla en el primer miembro de su grupo y asegurarse de que avanzara de la clase Beta a la clase Alfa, haciendo que aumentara su poder para el futuro.
Una chica con el cabello liso, que le caía como una cascada sobre sus hombros, estaba sentada en un escritorio en una sala de conferencias. Su piel blanca como la nieve chocaba con sus mejillas rojas y sus ojos, normalmente brillantes y de color verde coral, que exudaban una oscuridad sombría.
‘Y pensar que terminaría en la clase Beta.’ – pensó mientras suspiraba.
El reloj antiguo de la pared chirriaba con cada movimiento del minutero. La clase tenía humedades, las sillas crujían y desprendían un olor a pepino podrido y las mesas de la clase estaban marcados con multitud de cortes que solo hacían que los hombros de la niña se hundieran todavía más.
Era una escena realmente horrible, no podía creer que esto fuera un aula.
“Hola, ¿eres Romántica Eru de la Baronía de Eru?” – dijo en ese momento una sombra que se cernía sobre su libro abierto.
Romántica levantó la cabeza. Había tres personas paradas frente a ella, vistiendo la insignia azul brillante en su pecho derecho que indicaba que eran miembros de la clase Alfa.
La persona que estaba hablando era la más alta entre las tres y poseía unas cejas y labios gruesos, exudando un aura heroica.
“Sabes mi nombre, pero aún no te has presentado.” – respondió.
“Perdóname.” – dijo sentándose frente a ella. – “Mi nombre es Doneta Hadun. Soy un estudiante nuevo como tú… Y actualmente estoy buscando un nuevo miembro para mi grupo.”
Hablaba con un tono dulce y mucha educación, era totalmente diferente a la atmósfera que había en la habitación.
“Espero que encuentres un buen miembro para tu grupo y que se adapte a ti.” – dijo Romántica.
“También lo espero. Por eso vine aquí.” – respondió Doneta.
“¿Tienes algún negocio conmigo?” – preguntó.
“Quería conocerte, pero no fue fácil. Como sabes, las aulas para la clase Beta y la clase Alfa están bastante alejadas.”
‘En más de un sentido’ – pensó mientras respondía. – “Bueno, sí.”
“Escuché que eres un mago de viento excepcional. Además, escuché que tu familia tiene el título de barón. Para que un mago tan excepcional con un estatus noble, termine como un estudiante de la clase Beta, la academia debe haber cometido un error.”
Al escucharlo, una sonrisa rígida se extendió por el rostro de Romántica. Era un momento incómodo, mientras trataba de mantener su cara de póquer.
“Bueno, los profesores de la academia también son personas. Están obligados a cometer errores.”
“Correcto. Sin embargo, todavía es inaceptable que la academia te asigne a este grupo de plebeyos de mierda. Deben disculparse contigo, ¿cómo se atreven a asignar a un noble como nosotros a esta aula con mal olor…?” – dijo con una mirada de desdén mientras observaba la sala de conferencias fría y húmeda.
Hubo varias personas que miraron a Doneta por insultar a los plebeyos, sin embargo, cuando hacían contacto con sus ojos, apartaron rápidamente la cabeza.
La familia Hadun era bien conocida y casi no había plebeyos dispuestos a luchar contra una familia noble tan grande.
“Estos insectos.”
La voz escalofriante de Doneta les puso a los estudiantes la piel de gallina. La actitud sincera y respetuosa que había tenido hacia Romántica había desaparecido, era como si hubiera sido simplemente un sueño o una brisa pasajera. Continuó mirando alrededor de la clase Beta, arrugando la cara con disgusto.
“Entonces, ¿de qué quieres hablar?” – dijo Romántica mientras su sonrisa temblaba ligeramente.
“Iré al grano. Recientemente me uní al grupo de la Luna Azul cuyo líder es Elheim. Y decidí que tú, que tienes una habilidad excepcional, deberías unirte a nuestro grupo.” – dijo Doneta mientras se volvía para mirar a Romántica, sin darse cuenta de su expresión.
“¿El grupo de la Luna Azul?” – dijo mientras trataba de recordar su nombre. Tenía un presentimiento.
“Es el mejor grupo de la escuela.” – respondió Doneta.
Al oírlo, Romántica se dio cuenta de que acababa de recibir una oferta para unirse a uno de los grupos más grandes de la clase Alfa. No era una oportunidad que fuera fácil de obtener y, rara vez, alguien vería que este tipo de regalo cayera en su regazo de esa manera.
“Por recomendarte a este grupo, espero que podamos salir juntos.” – dijo Doneta mientras tomaba la mano de Romántica antes de que fuera capaz de abrir la boca.
“¿Qué…?” – respondió Romántica mirando a Doneta con incredulidad, tras un breve momento de silencio.
“Dije que me gustaría que pudiéramos empezar a salir.”
No había escuchado mal.
“¿Nos hemos visto antes?” – preguntó Romántica.
“En el comedor del examen de ingreso. Fue amor a primera vista.”
Al escucharlo, Romántica obligó a Doneta a soltar su mano.
“No hay razones para que te niegues, Romántica.”
“Necesito algo de tiempo para pensarlo.”
“¿Por qué?” – preguntó con una expresión de asombro.
“Necesito un poco de tiempo.”
“Por supuesto, pero… Esto es…”
“Si realmente eres un caballero educado, deberías darle algo de tiempo a esta dama para pensar.” – dijo Romántica con sus ojos verdes, como un remolino de viento, brillando dulcemente a Doneta.
Un caballero educado.
“Ah, por supuesto. También…” – respondió mientras se levantaba tras escuchar esas palabras. – “Espero que aceptes esto.” – dijo mientras sacaba algo de su bolsillo para a continuación extender su palma hacia Romántica e impedir que se pusiera de pie. Era una daga de madera.
Poseía un patrón finalmente detallado y colorido. Aunque para una daga era demasiado grueso, sus grabados hacían que pareciera una caja con forma de daga.
Al verlo, Romántica pensó que podía abrirse y pronto sus pensamientos se demostraron correctos.
“Es una tradición del ejército de mi reino. Regalamos este Kemubin a la persona que amamos.” – dijo mientras empujaba la ranura del mango con sus dedos haciendo que la hoja y el mango se separasen con un clic. Al mismo tiempo, un delicado collar con una cadena dorada cayó del interior de la daga.
Doneta le dio el collar a Romántica.
“Esto es demasiado.” – dijo sacudiendo sus manos para declinar el regalo con amabilidad.
“No tienes que sentirte presionada.” – dijo para despedirse a continuación y dirigirse hacia la salida.
Tan pronto como Romántica lo vio irse, se relajó. Se sentía como si hubiera pasado una tempestad, pero antes de que tuviera tiempo para recuperarse, otra persona se le acercó por detrás y se detuvo a su lado.
“Seguro que eres popular, Romántica.”
“¡Kya!” – gritó mientras, con un golpe, su silla se caía hacia atrás. Estaba tan ensimismada en sus pensamientos, que no notó la presencia de otra persona y volvió a su mal hábito de gritar cuando era tomada por sorpresa.
Pero como si no fuera afectado por esta escena, Desir Arman se sentó a su lado con indiferencia.
“Te saludé cinco veces, pero no respondiste. Así que decidí venir personalmente.”
Avergonzada, Romántica devolvió rápidamente su silla a su lugar original y se acomodó en su asiento.
“Nos conocimos en el examen de ingreso. Entonces, supongo que ya han pasado dos días desde que nos conocimos.” – dijo Desir.
“¿Qué quieres de mí?” – respondió Romántica tras aclararse la garganta, con su rostro congestionado por la molestia.
Naturalmente, Desir no se inmutó por ello.
“Vine aquí para invitarte a mi grupo.”
Una invitación para un grupo.
“No tengo nada que hablar contigo sobre ningún grupo.” – respondió desinteresada.
“¿Estás rechazando mi invitación porque no quieres salir conmigo? No te preocupes, no te pediré una cita.”
“Basta de chistes malos. No estoy de humor.” – dijo con burla.
“Si te pido una razón, ¿me responderías?” – preguntó Desir.
Ante sus palabras, Romántica suspiró y, abriendo la palma de su mano, le mostró la cadena de oro.
“¿Lo ves?”
Por primera vez, Desir perdió su calma habitual cuando uno de sus ojos se abrió un poco. Las luces tenues que se emitían desde el colgante, tiñeron el cabello de Romántica con un color rojo brillante.
“Si fueras yo, ¿qué grupo elegirías? ¿Uno de los grupos más grandes de la clase Alfa con la que tengo garantizado el éxito o un grupo de la clase Beta sin nombre?” – dijo dejando escapar un suspiro.
Desir sabía lo dulce que podía ser la oferta de Doneta. El grupo de la Luna Azul era uno de los gremios más poderosos de la academia. Sus actividades eran el foro principal de la Academia Hebrion, haciendo que la oferta fuera aún más encantadora. No podía rechazarlo, no había ninguna razón para hacerlo.
Pero Desir sabía una cosa más: Elegir el grupo de la Luna Azul sería la peor decisión que podría tomar en su vida.
“Pero todavía no lo has decidido, Romántica.” – dijo Desir con un tono de voz decidido.
“Eso es porque… Necesitaba algo de tiempo para pensar. Pero si lo pienso, no tenía que rechazarlo, Doneta tenía razón. Desde el principio mi respuesta estaba determinada. No puedo pensar en una razón para rechazar su oferta.”
“¿Incluso si tienes que salir con él?” – preguntó.
“En realidad, es más beneficioso para mí salir con el hijo de la familia Hadun como condición para unirme al mejor grupo.”
“Eso es bastante frío y calculador.” – dijo Desir.
A pesar del sarcasmo de Desir, la decisión de Romántica no cambió. En lugar de ser sacudida, parecía que su convicción se hacía más fuerte.
“Ya que hemos terminado de hablar, ¿puedes irte?”
‘Supongo que no se puede hacer nada.’
Desir buscó en su bolsillo, sintiendo como si estuviera sacando un cuchillo, pero su mano solo sostenía un pedazo de papel. Era una carta y con calma, se la pasó a Romántica.
Sin embargo, ella intentó deshacerse de la carta sin leerla.
“Lo mejor que puedes hacer es destruirla rápidamente. Sin embargo, debes tener más cuidado, ya que contiene todos tus secretos.” – dijo Desir al ver lo que iba a hacer.
Sorprendida por su repentina declaración, Romántica movió sus ojos entre la carta y Desir, insegura de qué hacer. Su anterior actitud arrogante se había desvanecido, haciendo que se quedara congelada en su silla.
Levantando las cejas, Desir, simplemente, la instó a leerla.