miércoles, 27 de febrero de 2019

Retro Capitulo 4

Arco 1 Capítulo 4
El examen de ingreso de un retornado III
Traducido por Tars
Corregido por Thornapple y DaniR
Editado por Tars

Romántica y Treveurie se sintieron aliviados por la presencia de Desir; un plebeyo ni siquiera podía ser considerado como competencia. “Dado que es un plebeyo, dudo que haya recibido una educación adecuada.” – comentó Romántica. – “Sin embargo, no me quejaré, solo significa un oponente menos para mí. Estaba un poco preocupada por el espadachín mágico en nuestro grupo, pero esto hace que todo sea más fácil.” “Viendo a lo que nos enfrentamos, creo que la verdadera lucha será entre tú y yo, ¿qué te parece Romántica?” – respondió Treveurie riéndose entre dientes. “Probablemente tengas razón, tengamos una buena competición.” – añadió Romántica asintiendo con la cabeza. Ambos se estrecharon la mano con entusiasmo, tratando la prueba como si fuera un juego entre dos amigos. Mientras Romántica y Treveurie continuaron hablando entre sí, Desir y Ajest observaban en silencio lo que pasaba a su alrededor. Además de su grupo, la ruidosa sala de espera estaba llena con el parloteo de otros estudiantes, todos anticipando el inicio de sus propios exámenes. Después de esperar durante un tiempo, un anuncio sonó en la sala.

El evento del examen de ingreso ha sido determinado.
Mundo de las Sombras de clase 10: Carrera en las llanuras de Ernste.
La condición para limpiar este mundo de las Sombras es la primera persona en cruzar la línea de meta que se encuentra a 8 kilómetros del punto de partida.
Se permite el uso de la magia, por lo tanto, los ataques entre los participantes también están permitidos.
El sistema de seguridad para estudiantes estará activado durante este examen y el dolor se mitigará en un 80%.
Si un estudiante desea renunciar en algún momento del examen, simplemente debe anunciar verbalmente su renuncia y serán expulsados del Mundo de las Sombras.
En caso de una lesión o ataque fatal, el estudiante objetivo será expulsado del Mundo de las Sombras.
Las calificaciones del primer al cuarto lugar serán evaluadas al terminar el examen.
Romántica y Treveurie examinaron la información sobre el Mundo de las Sombras al que tenían que entrar. “Hombre, me alegro de que tengamos que correr.” – dijo Treveurie. – “Escuché que el grupo 8 tiene que lidiar con Trolls” “¿No es básicamente una carrera? ¿Incluso tenemos que luchar entre nosotros?” – preguntó Romántica. Desir y Ajest seguían esperando en silencio como lo había hecho antes del anuncio, era como si hubiera una burbuja de vacío a su alrededor. Ajest se sentó y barrió a lo largo de su vaina con el dedo mientras Desir se mantenía a un lado de la bulliciosa multitud, apoyándose tranquilamente contra la pared. Poco después, la aburrida voz mecánica del anuncio volvió a hablar.

La puerta va a abrirse.
Que los participantes formen una fila ante la puerta de una manera ordenada y se preparen para el registro.
Los participantes en el Grupo D se alinearon frente a la puerta. Poco después, la puerta se abrió y una luz brillante iluminó a los participantes. Mientras los estudiantes caminaban hacia la puerta, sus figuras quedaron completamente envueltas dentro de la luz y desaparecieron sin dejar rastro.

Entrando en el Mundo de las Sombras de la Carrera de las Llanuras de Ernste.
Poco después de entrar por la puerta, Desir fue transportado al mundo artificial. Mirando a su alrededor, él y los otros tres estudiantes estaban en medio de una gran llanura. La hierba verde y el brillante cielo azul se extendían ante él, mientras que las plantas florecían a su alrededor y un enorme rio corría por el centro de la llanura, dando la sensación de que estaban en plena primavera. El aire caliente soplaba sobre su cabello y el sol besaba su piel, calentándolo. Este lugar era la encarnación de la serenidad.

La carrera comenzará en tres minutos.
Participantes, por favor, permanezcan detrás de la línea de salida.
Al escuchar el anuncio, Desir miró hacia sus pies y, efectivamente, había una línea de salida pintada en el suelo. Los cuatro estaban ubicados detrás de la línea de salida en el orden de la lista de participantes del grupo. Por pura casualidad, Desir y Ajest estaban uno al lado del otro. En comparación con su actitud fresca, Desir se sentía extremadamente incomodo de pie tan cerca de ella. No podía dejar de mirarla de una manera inquisitiva, cuando, de repente, su cabeza se volvió de forma repentina hacia él y sus ojos se encontraron con su mirada. “Ho… ¿Hola?” – murmuró nervioso intentando saludarla con una expresión incómoda. Ajest no reaccionó en lo más mínimo. Su rostro permaneció inexpresivo, como si estuviera usando una máscara. Su mirada recorrió rápidamente a Desir con una mirada aburrida y, se dio la vuelta tan rápido como se había vuelto hacia él. Cuando Desir bajó los ojos con vergüenza, notó un arma inusual pero muy familiar en la cintura de Ajest. Era una espada de una mano que parecía una mezcla entre una espada larga y una espada a dos manos. Cuando su mirada volvió a subir, un centenar de brillantes cabellos dorados se agitaron con la brisa ante sus ojos. Al ver que su cara estaba tan fría como antes, Desir pensó que, en lugar de mostrarse tímida, se parecía más a la personificación de la hoja de una espada. ‘Ahora que lo pienso, ¿también era así en aquella época?’ La espadachina mágica de hielo del sexto círculo y portadora de una de las espadas más poderosas, la guerrera de rango reina: Ajest Zedga F. Kingscrown. Lideraba la primera línea de batalla delante de todos. Era la diosa del campo de batalla, parte del equipo de la expedición del Laberinto de las Sombras y una de las seis últimas personas en morir. Indudablemente, era una mujer insensible en estos momentos. “Tú…” – proclamó Ajest. El corazón de Desir se sacudió, y se encogió innecesariamente. A juzgar por la forma en que los participantes continuaron hablando en el otro lado, parecía que no podrían escuchar esta conversación. “Eres débil.” – añadió. “Lo sé.” – respondió Desir casualmente, aunque fue un ataque personal muy repentino. “No, no lo sabes.” – dijo de una manera que solo Ajest sabía hacer. – “Eres débil. Tu nivel es del rango más bajo y tu capacidad física está por debajo del promedio. No importa qué tan alto intentes llegar, los Mundos de las Sombras de rango seis son tu límite.” Pero ya sabía todo esto. Aunque por supuesto, ella tenía que señalarlo todo. Sus ojos se encontraron.
Una corriente extraña corrió entre Desir y Ajest, haciendo que el aire a su alrededor fuera extremadamente tenso. Conocía muy bien esta atmósfera. Era una situación que había experimentado varias veces a lo largo de su vida anterior. Era como la calma antes de la tormenta, la concentración de la pólvora antes de estallar. “¿Quieres pelear ahora mismo conmigo?” – dijo Desir mientras se tensaba. “Puedes relajarte.” – respondió Ajest. – “No estoy pensando en atacarte como dijo el mentor.” “¿Por qué es eso?” – preguntó mientras arqueaba las cejas, sorprendido. Las largas pestañas de Ajest se agitaron ligeramente con el viento mientras volvía su cara hacia adelante, indicando que ya había terminado de hablar con él. “No tengo la afición de atacar a personas tan débiles como tú.” – dijo remarcando su actitud. Desir sonrió al escuchar su respuesta, se parecía mucho a lo que solía decir. En ese momento, sonó una alarma.

La carrera comienza en diez segundos…
Participantes, prepárense.
Desir respiró hondo para calmarse y luego soltó el aire lentamente.

¡Comienza la carrera!
Los participantes salieron corriendo a la vez. En esta carrera la habilidad física era primordial y por ello, Ajest Kingscrown y Treveurie Tigus tomaron la iniciativa de inmediato. Por supuesto, los magos no sobresalían en tales actividades físicas y por ello, no fue una sorpresa que Desir y Romántica estuvieran comiendo el polvo que levantaban los pies de Ajest y Treveurie. Con su destreza física y su rapidez ni siquiera tardaron cinco minutos en abrir una diferencia entre los dos grupos. Desir y Romántica se quedaron muy atrás, tanto, que el polvo se había asentado antes de que pudieran alcanzarlo. Casualmente, cuando se trataba de velocidad, casi no había diferencia entre Desir y Romántica. “Y pretendías ser especial.” – dijo Desir mientras jadeaba. – “Esto es todo lo que puedes hacer.” “¿Por qué no te concentras en la carrera?” – respondió frunciendo el ceño, escondiendo que su orgullo estaba un poco herido. “Incluso si me centro en la carrera…” – siguió jadeando Desir. – “A este ritmo, los dos vamos a ser eliminados.” – añadió tomando otro gran aliento. – “Eso es lo que quiero decir.” Romántica no tenía nada que añadir, porque había dado en el clavo. Lo que era peor, ya estaba comenzando a respirar forzosamente. A ese ritmo, ponerse al día estaba fuera de toda discusión. “Bueno, no te ves mejor que yo.” – dijo. “Por favor.” – respondió jadeando. – “Solo cállate. Por favor.” Romántica miro a Desir como si fuera algún amuleto de mala suerte, esperando que de alguna manera desapareciera mágicamente. Pero cada vez lo miraba, podía ver como seguía observándola haciendo que cada vez se pusiera más ansiosa. “¡Ugh!” – dijo incapaz de soportarlo más. ‘Todo esto es molesto.’ – pensó, así que decidió gritarle a Desir. – “¿Por qué demonios estás haciendo ese tipo de cara molesta?” “Bueno.” – bromeó Desir. – “Pensé que esto no sería un gran problema para un mago del segundo círculo.” Las cejas de Romántica se contrajeron al escuchar sus palabras. Acababa de menospreciar sus habilidades… ¡Un plebeyo la estaba insultando! ‘¡¡¡Este bastardo tiene nervio!!!’ – pensó mientras su pecho se rompía por la furia. “Bien.” – exclamó. – “Tú lo has pedido. Estaba esperando el momento adecuado.” Romántica empujó sus manos hacia adelante y el flujo del aire comenzó a cambiar sutilmente. “Abre los ojos y mira bien. Un plebeyo como tú nunca alcanzará el nivel de un mago del segundo ciírculo.” – dijo Romántica mientras liberaba su poder mágico y se concentraba en el bosque que estaba a lo lejos. “¡Ráfaga de Viento!” – exclamó mientras un conjuro de alta velocidad salía de su boca. Su hechizo se manifestó y salió disparado hacia el bosque, donde Treveurie y Ajest competían entre sí.
*.*.*
‘A este ritmo, ¿no va a ser una victoria fácil?’ El espadachín de rango peón, Treveurie Tigus, ya estaba convencido de que había pasado el examen. Después de todo, las figuras de Romántica y Desir ya habían desaparecido y, la brecha no disminuiría a menos que decidiera echarse una siesta. ‘Esos tipos son magos. Somos claramente superiores en lo que respecta a la capacidad física. Este examen favorece a los guerreros desde el principio.’ – pensó, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba. Treveurie miró a Ajest que mantenía su ritmo. Su habilidad no dejaba de sorprenderlo. Se había elevado para unirse al grupo de élite de espadachines de rango Peón, a quienes sus compañeros llamaban ‘genios’ y confiaba en que, entre la gente de su edad, solo había algunas personas más rápidas que él. ‘No pensé que encontraría a alguien de mi nivel.’ – pensó Treveurie mientras se reprendía por subestimar ligeramente a su oponente y miraba hacia atrás preguntándose dónde estaban ubicados los demás participantes. Justo en ese momento, la dirección del viento cambió y silbó hacia su rostro mientras un sonido rugía en sus oídos. Un vendaval extremadamente poderoso atravesó el cielo azul. Los árboles del bosque se combaron y crujieron bajo la fuerza del viento. “Es… ¡Espera!” – gritó Treveurie. La fuerza abrumadora del viento lo presionó hacia atrás mientras, rápidamente, desenvainaba su espada y la clavaba en el suelo antes de que pudiera ser arrastrado. Sentía como si la fuerza pura del viento arrancaba sus extremidades del cuerpo. ‘No puede ser… ¿Magia? Pero ese poder… ¡Tiene que ser Romántica!’ – pensó mientras usaba toda la fuerza para conservar su vida. – ‘Mi armadura pesa casi 100 kilogramos. No puede mandarme a volar si mantengo un agarre firme de mi espada. ¡No iré a ningún lado!’ Pero tenía que usar toda su fuerza para luchar contra el viento. Utilizó todos los trucos que conocía para aguantar un poco más y luego, finalmente, mientras luchaba contra el viento interminable, el espadachín encontró su equilibrio. Se sacudió la vergüenza inicial y comenzó a pensar cómo evolucionaría la situación actual. Treveurie había tenido razón: Sería imposible mandarlo a volar. Si Romántica hubiera tenido la intención de enviarlo a volar solo con la presión del viento, definitivamente habría fracasado. ‘¿Qué esperabas hacerme con este nivel patético de magia?’ – pensó mientras sonreía. – ‘Este pésimo hechizo no es digno de un mago del segundo círculo.’ Levantó la cabeza y miró hacia adelante con renovada determinación, pero lo que vio hizo que sus ojos se ensancharan. “Qu… ¡Qué es esto!” Ajest que estaba a la cabeza, había avanzado aún más. Ella había sacado la espada de su vaina y había presionado cortando el vendaval mientras se movía. Sus rápidos movimientos, casi desesperados, hacía que tuviera la impresión de que estaba tratando de volar sobre esa zona lo más rápido posible. Pero la vista de Ajest atravesando el viento como si fuera un tifón sorprendió a Treveurie. La espadachina cortó el viento como si fuera una tela. Ciertamente merecía su respeto, pero no era capaz de entender por qué Ajest se estaba esforzando tanto. “¿Por qué? Solo te vas a cansar… Es mucho mejor ir tras el viento…” Su atención se dirigió hacia los enormes árboles que tenía frente a él, balanceándose de forma precaria por el viento. Las raíces no parecían particularmente profundas y, cuando el viento soplaba, temblaban de manera inquietante. “Es… ¡Espera!” Con un rugido ensordecedor, un árbol fue arrancado de raíz.