domingo, 6 de diciembre de 2020

G4L Capítulo 65

Arco 9 Capítulo 65
Trabajando aún más duro
Traducido por Alsabov
Revisado del Japonés por Tars
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder

“Dejemos que Isaac y Haven supervisen la fertilización de los campos y vayamos al río. ¿Es hacia el norte?” – le dijo Kazura a Zirconia, que se encontraba a su lado mientras observaba a la gente trabajar. “Sí. Hay un gran río que conecta con la zona con la zona montañosa del noroeste. Está aproximadamente a un octavo de koku de caminata desde aquí.” El mapa con la zona alrededor de Isteria que le había pedido prestado a Narson hacía unos días detallaba los ríos y áreas montañosas, así como la ubicación de colinas, manantiales, bosques y pantanos. El río fluía a lo largo de los campos de grano de norte a este, alimentado por varios afluentes que llegaban desde otros campos cercanos y desembocaba en el río adyacente a la ciudad de Isteria. La mayoría de lugares donde los cultivos estaban a punto de ser arrasados por el sol se habían visto afectados por la disminución del caudal de los ríos por la sequía. Muchas de las vías fluviales se dirigían desde las colinas hacia las zonas de grano, pero en algunos lugares, si la cantidad del agua del río descendía bruscamente, el agua no podía ingresar al río principal por culpa de la diferencia de altura. Habían creado varios estanques de agua ubicados aquí y allá, pero estaban completamente secos. Quizá parte de la razón por la que el daño en las zonas norte y oeste de Isteria era peor que en las otras áreas se debía a los vientos cálidos que llegaban desde las montañas del noroeste. En cambio, gracias a que la ciudad de Isteria hacía de barrera de los vientos cálidos, las zonas de cereales del sur y el este que se encontraban más lejos de la región montañosa estaban menos dañados. “Veamos, un octavo de koku deberían ser como unos quince minutos… Entendido. Vámonos de inmediato. Montaremos la noria, así que trae a los criados.” Kazura caminó hacia el río con el carromato que transportaba las piezas de la noria y una escolta de soldados y criados.
* * *
“Havel, ¿cómo te sientes?” – preguntó Isaac mientras veía cómo Kazura se iba caminando hacia el río. “Increíblemente bien. Es como si todo mi cuerpo se hubiera renovado. Como si todo el cansancio que he tenido hasta ahora no existiera.” – contestó Isaac mirando también la espalda de Kazura. Los dos habían estado bastante cansados por montar tanto tiempo en rata. Sin embargo, unas dos horas después de haber tomado la bebida energética, su cuerpo se sintió mucho más ligero. Ambos se encontraban en perfectas condiciones a pesar de que esta mañana solo habían tomado una pequeña siesta de dos horas. Los dos estaban sorprendidos por el repentino cambio de su condición física, era como magia. “El Señor Kazura dijo que era una medicina secreta del reino de los dioses, pero jamás imaginé que su efecto fuera tan increíble…” – dijo Isaac. “Así es. Si es tan eficaz, es probable que cure cualquier enfermedad… ¿Ah?” Confundido, Havel dejó de hablar. “Mmm, ¿qué pasa?” “No, me preguntaba por qué Kazura parece tan cansado a pesar de tener una medicina secreta tan efectiva.” Al mirar a Kazura, siempre tenía bolsas debajo de los ojos y terminaba muy cansado al trabajar. Se preguntaba por qué no tomaba esa medicina secreta cuando se sentía cansado para encontrarse mejor. “Tienes razón… No creo que no lo tome porque las esté guardando para nosotros…” Como respuesta a las palabras de Havel, Isaac pensó que no tenía sentido. Se preguntó si había alguna razón especial, pero no podrían saberlo sin preguntarle directamente a Kazura. “Sin embargo, no podemos preguntarle al Señor Kazura… Puede que haya una razón, pero no podemos preguntar. En su lugar deberíamos estar agradecidos por esta medicina y ser obedientes.” – dijo Isaac. “Sí… Estoy de acuerdo.” Después de escuchar el consejo de Isaac, Havel asintió, volviendo su mirada preocupada hacia la espalda que todavía podía verse a lo lejos. Pero Havel no podía evitar estar preocupado por la condición física de Kazura; se notaba que había estado visiblemente cansado últimamente. Si ahora algo salía mal, sería muy problemático para él. Pensaba que no era un humano, sino el Dios conocido como Greisior, y que no moriría por exceso de trabajo, pero todavía estaba preocupado. Hasta la aparición Kazura, Havel solo había sido un suboficial del primer cuerpo de entrenamiento de oficiales y no tenía mucha autoridad en el ejército. La posición que ostentaba la había conseguido tras conocer a Isaac hacía cuatro años, cuando participó en la guerra contra Balveil. Después de eso, gracias a sus diligentes interacciones, había obtenido la posición de favorito de Isaac. Gracias a eso, hacía aproximadamente un año, Isaac había logrado ser nombrado capitán del primer cuerpo de entrenamiento de oficiales. Desgraciadamente, su carrera se había detenido allí. Havel intentaba subir de posición estando cerca de Isaac, pero si éste no ascendía, entonces él tampoco podría progresar. Como Narson estaba muy complacido con Isaac, Havel esperaba que pudiera ganarse el favor de Liese, pero los dos nunca parecían quedar para verse. Aunque corría el rumor de que Liese lo veía favorablemente, por alguna razón no había ningún progreso entre ellos. Si Isaac se casaba con Liese, podría convertirse en la siguiente cabeza de la casa Estelle. Por supuesto, para mantener su influencia y autoridad, Isaac seguramente propondría a su compañero más cercano para una posición importante en el ejército. Si tenía suerte, aunque Isaac no lo nombrase vicecomandante del ejército, podría ser nombrado comandante o subcomandante de alguna unidad de infantería pesada o de caballería. Al mismo tiempo, una vez que se estableciera como ayudante de Isaac, sería asignado a otros puestos importantes, por lo que su futuro se vería prometedor. Sin embargo, aún con todo el tiempo que había pasado, no se había acercado a Liese. Havel quería que Isaac se apresurara a conquistar a Liese para obtener su ascenso lo antes posible, pero sabía que, con su obstinada personalidad, era improbable que hiciera un movimiento atrevido. ‘Si ves que está de buen humor, ¡arriésgate y ataca!’ Tampoco era como si pudiera darle un consejo, así que se pasaba los días preocupado. Sin embargo, todo esto había cambiado con la llegada de Kazura. Solo había un número limitado de personas que sabían el hecho de que Kazura era Greisior, por lo que todo el trabajo relacionado con él se le asignaba a Isaac y Havel. Gracias a eso, Havel había podido familiarizarse con Narson y Zirconia y obtenido el puesto de asistente de Kazura, que tenía mucha más influencia que Narson. Si podía mantener esta posición, resultaba muy probable que pudiera obtener una mejor posición en el ejército en el futuro. Sin embargo, todo este futuro prometedor todavía no se había establecido. Si Kazura se derrumbaba por el exceso de trabajo o caía enfermo, entonces Isaac y Havel tendrían que cargar con la culpa. Si eso pasaba, no solo sería destituido de su posición como ayudante, sino que su carrera en el ejército llegaría a su fin. “Pero el señor Kazura parece estar bastante cansado. No podemos decir nada de la medicina, pero podemos ajustar su horario de trabajo tanto como podamos…” – dijo Havel. “Sí… Pienso lo mismo.” Cuando Isaac escuchó las palabras de Havel, se le empezaron a formar lágrimas en los ojos. Estaba feliz de que Havel se preocupara tanto de Kazura como él. “Aunque es importante que la restauración de los campos de grano termine lo antes posible, sería una pérdida irreparable si le pasa algo. Aparentemente, el Señor Kazura parecer ser del tipo de persona que trabaja sin parar si lo dejamos solo, así que tenemos que decirle que tome un descanso.” “Sí.” Cuando Isaac dijo esto, Havel relajó visiblemente su expresión. Parecía aliviado. “En cambio, trabajaremos más duro que nunca. No sé de cuánta ayuda seremos para el Señor Kazura, pero tenemos que reducir su carga de trabajo tanto como sea posible.” – añadió Isaac. “Sí, estoy dispuesto a trabajar hasta la extenuación.” “Mmm, ese es el espíritu. Cuento contigo.” – respondió Isaac con una sonrisa mientras le daba un golpe en la espalda.
* * *
Mientras Isaac y Havel mantenían esa conversación, Kazura se dirigía con Zirconia hacia la zona norte de los campos de cereales. “Mmm, esto es terrible… La mayoría de los cultivos se encuentran dañados…” Mientras caminaba pudo observar cómo los campos se habían vuelto parduzcos y se doblaban hacia abajo. En algunos casos, todavía tenían algo de color verde, pero el 99% de los cultivos se encontraban en mal estado. “También es probable que quede algo alrededor de los estanques.” – dijo Zirconia. “Entonces solo podremos salvar una fracción de los cultivos regándolos con agua… Esto es más serio de lo que esperaba…” No importaba cuánto fertilizante o agua echase a la tierra, si los cultivos ya se habían marchitado no tenía sentido. En alguna zona podía echar una gran cantidad de fertilizante traído de Japón para acelerar el crecimiento de los campos que estaban en buen estado, pero ese sería el último recurso. Sin embargo, un crecimiento tan anormal de cultivos sería demasiado sospechoso. Por eso prefería mantener su crecimiento en rangos más normales. Si se difundían rumores, podían entrometerse desde otras provincias o desde la capital de Arcadia, y la reconstrucción no podría desarrollarse sin complicaciones. El uso de una herramienta de tecnología avanzada como la noria sería sospechoso, pero se podía explicar como un invento de los ingenieros de Isteria. Sin embargo, no podrían presentar ninguna excusa razonable ante el crecimiento anormal de los cultivos, así que era mejor que nadie se enterara de esto. Y si no tenía más remedio que hacerlo, debía evitar un crecimiento tan exagerado de los cultivos como la producida en la aldea de Grisea. “Aunque no podemos esperar mucho de la cosecha actual, sí podemos mantener los campos regados a partir de ahora, podemos preparar la tierra para la siguiente temporada. El suelo está demasiado seco para poder sembrar una semilla.” – dijo Zirconia. “Cierto, si está tan seco, no brotará… ¿Usáis el agua extraída del río para sembrar?” – preguntó Kazura. “Si lo hiciéramos en estas condiciones, sería como cocer las semillas… Normalmente la temperatura bajará pronto y podríamos volver a sembrar, pero el calor de este año es inusual…” – respondió Zirconia sorprendida por su pregunta. “Ah… Es verdad.” – respondió. Después de ver la reacción de Zirconia, Kazura se puso nervioso pero intentó que no se notara en su cara. – ‘Rayos, esa no es una pregunta que haga el Dios de la fertilidad… Tengo que estudiar los conceptos básicos de la agricultura.’ Kazura ayudaba en ocasiones a su padre, Shinji, con su huerto, pero tenía pocos conocimientos de agricultura. Había aprendido un poco cuando estudió con Valeta, pero eso era solo algo de conocimiento superficial que venía en un libro. Al no tener nada de experiencia práctica, en ocasiones hacía comentarios absurdos, como el de ahora. De haber sabido que estaría en esta situación, habría ayudado más a su padre con el jardín. “De cualquier manera, primero tenemos que instalar una gran cantidad de norias en el río para llenar los canales de agua. Cuando todo esté instalado, no tendremos que depender de esos depósitos en el futuro… Mmm…” “¿Pasa algo malo?” – preguntó Zirconia inclinando la cabeza, confundida. De repente, Kazura había dejado de hablar y comenzado a reflexionar. “No… Solo necesito que me digas una cosa. ¿Cuánto frío hará en invierno en esta región?” “En invierno el agua del estanque se enfría lo suficiente como para congelarse. Cada año nieva mucho desde el doceavo mes hasta finales del segundo.” “Ya veo… Hm, creo que tengo una buena idea.” “¿Una buena idea?” Zirconia lo miró con expectativa, mientras Kazura seguía pensando para sí mismo. “Sí, todavía lo estoy planeando, pero ojalá pueda mejorar los hábitos alimentarios de los ciudadanos y ganar dinero al mismo tiempo. Me gustaría pensar algo más específico, ¿te puedo consultar algo más tarde?” Al escucharlo, Zirconia asintió con los ojos brillando de anticipación. No sabía qué tipo de plan estaba ideando Kazura, pero su idea no podía ser algo malo. Además, no podía rechazar esa propuesta. “Por supuesto, lo estaré esperando.” “Eh, no. ¿No te he dicho que aún lo estoy planeando? No lo tengo decidido aún…” “Sí, pero esperaré con ansias el tipo de plan que me vas a contar.” Kazura puso una sonrisa incómoda. Zirconia mostraba una total confianza en un plan que todavía no había establecido.