Volumen 11 Capítulo 12
La buena intención de Thomas
Traducido por Tars
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
¿Había alguna razón para dudar de él? El Presidente Kim confirmó que Woo Jincheol estaba hablando muy en serio y rápidamente murmuró una respuesta, sin siquiera darse tiempo suficiente para sacar ventaja de la situación.
“Por supuesto. Los cazadores necesitan hacer el trabajo de los cazadores. Mis pensamientos fueron precipitados. Ha sido un desliz por mi parte.”
Woo Jincheol observó al pálido Presidente asentir con la cabeza sin parar y se levantó de su asiento para irse. Sin embargo, incluso después de haber abandonado la sala, tanto el Presidente Kim como el funcionario de alto rango eran incapaces de levantarse de sus asientos. Sus piernas no querían sostenerlos.
“……”
“……”
Solo ahora se daban cuenta de lo aterradores que podían ser esas existencias conocidas como ‘cazadores’.
* * *
“¿Ha pasado algo bueno?” – preguntó el escolta desde el asiento del conductor a Woo Jincheol.
“¿Te parece algo así?”
“Sí, señor. Da esa impresión.”
Su escolta también era un agente del Departamento de Vigilancia de Cazadores. Woo Jincheol sonrió feliz al recordar sus años de novato como guardia al ver a ese agente.
“Bueno, siento que he cumplido por primera vez con mi deber como Presidente de la Asociación desde que obtuve el cargo.” – contestó mientras se reclinaba contra el respaldo del asiento que solía ocupar Go Gunhee. Luego recordó con cariño al difunto Presidente y cómo se había ganado el odio y la ira de muchos hombres poderosos por el bien de los cazadores.
‘¡Qué alivio…!’
Gracias a su mirada feroz y a su gran físico estaba acostumbrado a ser odiado y temido. Y si esto era parte del cargo de Presidente de la Asociación, lo aceptaba con gusto. En el momento en que decidió sentarse en el asiento de Gunhee, ya estaba preparado para tratar con la basura.
“Señor, ¿a dónde debo llevarle?”
“A la Asociación…”
Tenía muchas ganas de ir a casa y tomarse un descanso, pero en realidad había venido corriendo aquí después de abandonar su trabajo en la oficina. Todavía le quedaba mucho trabajo por hacer.
“Entonces, nos vamos, señor.”
El escolta parecía entender los pensamientos de Woo Jincheol cuando pisó el acelerador. El vehículo que transportaba a los dos hombres se deslizó fácilmente fuera de los terrenos de la Casa Azul.
No recordaba cuánto tiempo había pasado. Woo Jincheol se despertó abruptamente, se había quedado dormido mientras miraba el paisaje por la ventanilla. Vio una fila interminable de coches atascados en la carretera. A pesar de que Seúl era famoso por sus carreteras congestionadas, semejante embotellamiento parecía improbable en medio de un día laborable.
‘¿Habrá aparecido otra puerta en mitad de la carretera?’ – pensó preocupado antes de mirar a su alrededor.
Sin embargo, el ambiente en la carretera no era tan malo. De hecho, todos los conductores habían detenido sus vehículos y salido para mirar hacia el cielo. Y no se trataba solo de los conductores. Los peatones que caminaban por la acera y las personas que cruzaban por el paso de peatones estaban mirando hacia el cielo. Hasta su escolta estaba mirando hacia el cielo, inclinándose hacia adelante en el asiento.
‘¿Qué diablos está pasando…?’
Sorprendido, Woo Jincheol agarró el hombro de su asistente y lo sacudió.
“Eh, ¿qué está pasando?”
“Pre… Presidente…”
El escolta tembló mientras señalaba hacia la parte superior del parabrisas.
“A… Ahí…”
En un instante, la expresión de Woo Jincheol se puso rígida. Pensó que sus ojos le estaban engañando. No, si fuera así no habría ninguna razón para que todos mirasen al cielo con la misma expresión. Sin embargo, no quería creer lo que estaba viendo, y al igual que todos los demás, salió de su vehículo. Sus ojos no le estaban mintiendo. Woo Jincheol miró aturdido hacia el cielo antes de que una expresión de conmoción pura y sin adulterar se apoderara de su rostro.
“¿Cómo…? ¿Cómo puede suceder algo así?”
* * *
El resultado de la prueba había resultado ser muy satisfactorio. Los pasos que daba Jinwoo mientras volvía a casa eran más alegres que nunca. Beru se había vuelto realmente fuerte. Mucho más fuerte de lo esperado. Desafortunadamente, Ygritte no había logrado promocionar, pero el avance de Beru ya era un resultado excelente. Sin lugar a dudas, la élite del gremio Cazadores sería incapaz de cerrar la boca la ver la mazmorra.
Jinwoo sonrió mientras se imaginaba a Cha Haein con los ojos muy abiertos. Había pasado bastante tiempo desde que se conocieron y quería hablar más con ella, pero lamentablemente todavía tenía invitados esperándolo. Jinwoo pensó en las dos personas con las que tenía que mantener una reunión, Thomas y Lennart, antes de contactar con el primero. Casi podía adivinar para qué había llegado el alemán, pero no podía entender en qué estaba pensando el cazador número 2 del mundo apareciendo sin previo aviso de esta manera. Thomas respondió a la llamada rápidamente.
- ¡Señor Sung!
Preocupado porque lo interrumpieran de nuevo, Thomas se apresuró a contar lo que quería decir.
- He traído un regalo fantástico para el señor Sung.
“¿Un regalo? Qué demonios, si era algo así deberías habérmelo dicho antes.” – contestó Jinwoo, hablando medio en broma, medio en serio.
Pero luego, de repente, se enfrentó al silencio del otro lado de la línea. Un rato después, Thomas habló con un tono de voz que indicaba que estaba reprimiendo sus emociones.
- Me siento muy feliz porque estés ansioso por mi regalo… Bueno, entonces, ¿dónde nos vemos? Quiero darte el regalo lo antes posible.”
“Donde te sientas más cómodo.”
- ¿Puedes venir a donde estoy yo? Estas cosas son demasiado peligrosas como para caminar al aire libre con ellas.
‘Cosas peligrosas’. Jinwoo se sintió perplejo, pero aun así contestó que iría allí pronto y terminó la llamada.
‘Espera… ¿Será una bomba?’
No podía ser. Para un cazador con rango de Autoridad Especial, resultaba mucho más efectivo atacar directamente que detonar una bomba. Jinwoo comenzó a lamentar un poco el hecho de olvidarse de preguntar qué tipo de regalo era. En ese momento, Beru comenzó a hablar.
“Mi Rey.”
“¿Mm?”
“¿Se me permite luchar contra ese extranjero una vez?”
“……”
Jinwoo reflexionó por un momento antes de sacudir la cabeza, como para tratar de deshacerse de esos pensamientos. ¿En qué estaba pensando? Aunque tenía mucha curiosidad por saber hasta qué punto había crecido Beru, no podía luchar contra Thomas. No quería que el estadounidense saliera lastimado o que Beru fuera destruido. Con sus personalidades, si se enfrentaban, nunca terminarían con solo unas pocas heridas.
‘Aun así…’
Ser capaz de preocuparse por esa posibilidad determinaba cuánto había crecido Beru. De hecho, el deseo del antiguo Rey de las hormigas de probarse a sí mismo se podía escuchar con claridad en su voz.
“Beru.”
“Por favor, concede a este humilde siervo tu sabiduría, mi Rey.”
“No te apresures, pronto llegará el momento en que puedas poner a prueba tu fuerza.”
“Este humilde siervo esperará a que llegue su momento, mi Rey.”
“Y también debes dejar de ver esas telenovelas históricas en la televisión. Tu manera de hablar se ha vuelto realmente extraña últimamente.”
“Este siervo seguirá las órdenes del Maestro…”
“Solo responde Sí, lo haré, Sí o Sí, señor, nada más.”
“Sí.”
Bien. Ahora que por fin le había dicho a Beru lo que tenía en su mente, Jinwoo se dirigió feliz hacia el lugar de la reunión con Thomas.
* * *
“Oh, ¡señor Sung! No sabes cuánto tiempo he estado esperando este momento.”
Thomas le dio una gran bienvenida a Jinwoo en la suite del hotel con los brazos abiertos. Resulta cierto decir que la alegría de recibir un regalo es grande, pero no es menor que la alegría de darlo. Desde el momento en que Jinwoo había mencionado que necesitaba una nueva daga hasta ahora, Thomas había estado contando los días hasta que pudiera entregarle las mejores armas guardadas en el almacén del gremio a su nuevo amigo. No se había limitado a volar desde una tierra lejana sin ningún motivo. Estaba deseando ver la reacción del mejor cazador del mundo cuando viera a esas dos y especiales chicas . Su corazón no dejaba de palpitar de emoción.
¡Chac!
Cuando Thomas chasqueó los dedos aparecieron varios guardaespaldas llevando una caja tapada con una tela. Aunque Jinwoo no quería ningún regalo, a medida que los guardaespaldas se acercaban con la caja, sus ojos se fueron estrechando.
‘¿Qué…?’
Wuooo… Wuoooooooooo…
Algo dentro de la caja resonaba con su energía mágica. Thomas captó fácilmente los cambios en la expresión de Jinwoo y apretó el puño.
‘¡Eso es!’
El cazador Sung reconocería las armas, al tiempo que dichas armas reconocerían a su nuevo Maestro. Thomas había predicho que se reconocerían a sí mismos. Era posible que esas armas se hubieran estado pudriendo dentro de la oscuridad del almacén, donde no entraba ni un solo rayo de luz exterior, esperando a este momento.
¡Clanc!
Dejaron la caja sobre la mesa que había entre Thomas y Jinwoo.
“Este es mi pago por la gracia que el señor Sung mostró a mí y a los miembros de mi gremio.”
Thomas agarró la esquina de la tela y la apartó con cuidado.
Zuuus…
La sábana se deslizó suavemente y reveló lo que había estado escondiendo todo este tiempo. Debajo había un estuche transparente. Y dentro, un par de dagas formadas con unas enormes escamas. No quedaba claro si eso podía considerarse una daga. Jinwoo comenzó a dudar casi de inmediato. Las dos hojas eran más cortas que una espada, pero su longitud era mucho mayor que la de una daga normal. Sin embargo, no fue la longitud de las dagas lo que llamó su atención, sino sus hojas, blancas como el hielo. Estaba familiarizado con el concepto de crear una daga con un material que no fuera el metal. De hecho, la primera arma que había adquirido dentro de la mazmorra instantánea había sido el Colmillo Venenoso de Casaka .
En ese mismo momento, Jinwoo fue capaz de adivinar a partir de los dientes de qué monstruo se habían hecho las dagas. Solo había una bestia que podía exudar esa cantidad de energía estando muerto.
“Kamish…”
Jinwoo susurró ese nombre involuntariamente, lo que provocó que Thomas sacudiera la cabeza mientras aplaudía, sintiéndose impresionado.
“Has adivinado el material con solo mirarlo.”
La suposición de Jinwoo era correcta. Pero luego, al ver que había acertado, surgió otra pregunta en su interior.
“Espera, pensaba que los restos de Kamish estaban guardados en la Agencia Federal de Cazadores…”
“Debido a que el gobierno de los Estados Unidos quería el cadáver intacto, renunciamos a ese monstruo. De todos modos, con ese trato obtuvimos algo más valioso que dinero.” – Thomas sonrió al recordar la incursión. – “Sin embargo, uno de los dientes más grandes y afilados de Kamish y otro de sus colmillos fueron arrancados cuando me mordió y me los regalaron como recuerdo.”
Sin embargo, el problema era que no existía ningún despertado que pudiera fabricar armas a partir de los materiales que proporcionaba el cuerpo de un dragón. Bueno, había uno. Pero el artesano que había sido capaz de dar a luz esas dos obras maestras murió de vejez, por lo que nunca volvería a haber otra arma creada con los materiales sacados de un dragón.
“La longitud del colmillo era demasiado corta para hacer una espada, por lo que crearon esto. Nunca pensé que esa decisión podría ayudarte en este momento.”
El rostro de Thomas estaba iluminado mientras explicaba todo el proceso. Luego, lentamente, abrió el estuche transparente y empujó las escamas de dragón con forma de daga hacia Jinwoo.
“Ahora son tuyas.”
Las mejores armas estaban conociendo al mejor dueño. Thomas hizo todo lo posible por calmar su palpitante corazón y observó la reacción de Jinwoo. Éste tomó una daga.
Shhhhh
Como si el arma lo estuviera esperando, se elevó sin resistencia alguna.
¡Ding!
Tan pronto como sacó la daga, el familiar sonido metálico resonó en su cabeza y le hizo tragar saliva. Poco después, las explicaciones detalladas sobre el arma aparecieron ante sus ojos.
‘¿Qué?’
Jinwoo dudó de lo que estaba mirando. No podía ser real. Estaba completamente asombrado por las absurdas estadísticas, por lo que al instante invocó su arma principal, el Puñal del monarca demoníaco.
Puñal del Monarca Demoníaco
Rareza: S
Tipo: Daga.
Ataque: 220
Una daga obtenida del Rey demonio Baran.
El uso de dos armas del Rey demonio activa un efecto adicional.
Efecto Especial ‘Dos en uno’: se agrega un daño adicional, igual al valor de estadística de [Fuerza] en cada arma.
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Si se le añadía su estadística actual de [Fuerza] de más de 300 puntos, el daño se elevaba por encima de los 500. Siempre había pensado que este efecto adicional sería suficiente para poder emplear esta arma durante toda su vida. Sin embargo, el valor de ataque de su nueva arma era… Cuando comparó las estadísticas de ambas dagas, comenzó a enloquecer en su interior.
‘¿Cómo puede ser esto posible?’
La mirada de Jinwoo estaba fija en la daga fabricada con el colmillo de Kamish. Las estadísticas que flotaban ante sus ojos le hacían sospechar que había algo mal en su mirada.
Puñal del Monarca Demoníaco
Rareza: ¿?
Tipo: Daga.
Ataque: 1.500
Daga de primera calidad fabricada por las manos de un artesano con el colmillo más afilado de los dientes de un dragón.
Su nitidez es incomparable y su sensibilidad al maná es muy buena, lo que la convierte en un arma que es aún más poderosa en función de las capacidades de su portador.
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La descripción era larga. Sin embargo, sus ojos se habían quedado clavados en el valor de ataque.
‘¿1.500? ¿Sin modificadores?’
Otorgaba 1.500 de ataque base sin los modificadores. ¡La friolera de 1.500 puntos! Después de recordar que cuanto más alto fuera el daño de ataque, más fácil era cortar al enemigo, Jinwoo ni siquiera podía llegar a imaginar cuán aterradora sería esta daga.
‘N… No, espera, ¿en la tienda había algún arma con 1.500 de daño de ataque?’
Jinwoo estaba tan emocionado por el daño de ataque de la daga que rápidamente invocó el interfaz de la tienda sin prestar atención a todos los ojos que estudiaban cada uno de sus movimientos. Obviamente, era un poco vergonzoso compararla con las dagas de la tienda, por lo que miró las grandes espadas que poseían el poder más alto entre las armas.
‘Eh…’
El daño de la espada más cara superaba por poco los 1.000 puntos. No importaba si esa gran espada se vendía en la tienda, su daño era tan solo de 1.000 puntos, mientras que la daga tenía un valor de ataque de 1.500.
‘¿No sería como empuñar una gran espada con una sola mano?’
Una sensación pesada pasó por la mano que sostenía la daga. Cuando pensó en cuánto quería cortar algo con esa cosa, levantó la cabeza y vio a Thomas negando con la cabeza con una sonrisa torpe. Había leído sus pensamientos.
“Emmm, señor Sung, aunque active mi habilidad para aumentar la defensa, esa cosa me cortará. Espero que no estés pensando en matarme con mi propio regalo.”
Por supuesto, esa no era su intención. Jinwoo respondió a la abrumadora mueca de Thomas con una sonrisa y volvió a centrarse en la daga.
‘¿Su sensibilidad al maná es muy buena?’
El maná era otro nombre que se usaba para la energía mágica. Para descubrir qué significaba esa frase, Jinwoo vertió una pequeña cantidad de su energía mágica en el arma y cuando lo hizo…
“Agh…”
Uno de los guardaespaldas, que debía de abstenerse de hacer ruidos innecesarios, fue incapaz de soportarlo y jadeó de puro asombro. Rápidamente se tapó la boca, pero nadie le llamó la atención. En ese momento, la atención de todos los demás estaba centrada en la daga hasta tal punto que ni siquiera se dieron cuenta del sonido.
“Dios mío…”
Thomas había experimentado todo tipo de locuras en su vida, pero ni siquiera él fue capaz de impedir que un grito ahogado escapase de su boca. Desde la daga hasta las yemas de los dedos de la mano de Jinwoo había un aura negruzca que se levantaba lentamente.
‘La daga… Está respondiendo a mi energía mágica.’
No solo era el aura que se elevaba desde el arma, el peso que notaba sobre su mano había desaparecido por completo. Como si todo fuera una ilusión. El arma se había vuelto más liviana que una pluma.
‘Santo cielo…’
Un arma que permitía ajustar su peso según la voluntad del usuario.
Woong… Woooooooong…
La daga Ira de Kamish comenzó a vibrar como si saludara a su nuevo dueño. El corazón de Jinwoo comenzó a latir aún más fuerte mientras agarraba la empuñadura.
¡Du-dum!
¡Du-dum!
Tenía muchas ganas de usar esa arma, aunque no sabía si esa era su voluntad o la de la daga. Jinwoo calmó su corazón palpitante y colocó la daga en su lugar.
Paf
Entonces la daga dejó de vibrar. El aura negra que había estado oprimiendo a Laura y a los guardaespaldas hasta el punto de que casi ni siquiera podían respirar, desapareció, y todos comenzaron a jadear en busca de aire fresco.
‘¿Sigues pensando que mi elección fue un error?’ – pensó Thomas, dejando de mirar a Jinwoo y desviando sus ojos hacia ella.
Laura negó con la cabeza al ver su mirada. Mientras esas dagas apuntasen a demonios y no a humanos, la decisión de Thomas sería absolutamente correcta. El arma había encontrado a su legítimo dueño. Incluso una persona común que no pudiera sentir el poder mágico podría verlo.
“¿Qué te parece mi regalo, señor Sung?” – preguntó Thomas con una sonrisa, ahora que se había demostrado que su juicio era correcto.
Las emociones más intensas siempre provienen de los actos, no de las palabras. Jinwoo levantó silenciosamente su pulgar.
“Ja, ja, ja…”
Thomas aplaudió tranquilamente para expresar su alegría. Se sentía mejor. Esas dagas eran una prueba de amistad. No estaba desperdiciándolas si se usaban a cambio de ganar el favor de Jinwoo. Más bien, era ahora Jinwoo quien se sentía agobiado por el regalo.
“¿Está bien que reciba algo como esto gratis?”
“Es gratis.” – contestó Thomas borrando la sonrisa de su rostro y poniéndose serio. – “Si estas dos dagas suponen el pago por mi vida y la de los miembros de mi gremio, creo que son demasiado baratas.”
Era la manera en que Thomas le explicaba que no rechazase su regalo y que dijera que sí.
“En ese caso, gracias. Las aceptaré con mucho gusto.” – respondió Jinwoo riéndose. Laura ya le había explicado la forma particular en la que se expresaba Thomas.
“Si estás contento, yo también soy feliz.”
En ese momento, una atmósfera de amistad cubrió a los dos cazadores que estaban en la cúspide del mundo, pero de repente, ambos se detuvieron al mismo tiempo. Sus rostros se endurecieron, haciendo que Laura y los guardaespaldas entrasen en pánico.
“Señor Sung, justo ahora…” – dijo Thomas siendo el primero en volver a abrir la boca.
Jinwoo asintió brevemente. Una sensación espeluznante le recorrió la columna y Thomas debió sentir algo similar. Venía del cielo. Jinwoo y Thomas se levantaron de un salto y se situaron junto a la ventana, como si hubieran concertado una cita ante ella.
“……”
Al instante, Jinwoo soltó un grito ahogado y Thomas parpadeó varias veces. ¿Cómo podía aparecer algo así en mitad del cielo?
“No puedo creerlo. Nunca había visto una puerta de ese tamaño.” – murmuró Thomas, incapaz de cerrar la boca al ver el enorme portal apuntando hacia el suelo desde el cielo.
Ni siquiera la puerta porque la que salió Kamish había sido tan grande. Un portal que tampoco Thomas, que había ganado sus poderes desde el principio de los despertados, había visto. Sin embargo… Jinwoo recordaba haber visto una puerta de tamaño similar antes. Lo había hecho dentro de los datos que la estatua de piedra con forma de ángel le había mostrado. Era el mismo portal por el que habían salido los soldados alados. El enorme tamaño de la puerta que cubría el cielo de Seúl era idéntico al que recordaba de ese momento. Mientras rememoraba a los soldados plateados que habían oscurecido el cielo, un estremecimiento surgió de su nuca.
‘¿Esa es la culpable de la enorme magisfera que se acumulaba sobre el cielo de Seúl?’
Jinwoo se quedó sin palabras. Tampoco Thomas, Laura o los guardaespaldas que estaban detrás, eran capaces de decir algo. Y mientras ese silencio pesado y abrumador descendía sobre toda la gente que estaba en la habitación, la gigantesca puerta se manifestó en su totalidad sobre el cielo y se limitó a ondular silenciosamente, como si fuera a tragarse el mundo entero.
* * *
Justo debajo de la puerta. Los habitantes de la ciudad formaron un mar de personas debajo de ella; sabían que no había peligro de que sucediera una rotura de mazmorra, ya que la puerta se acababa de formar. Todos levantaron sus teléfonos móviles y tomaron fotografías del portal que teñía de negro los cielos.
Era el primer portal que se formaba en el aire. Y su gigantesco tamaño tampoco tenía precedentes. Aunque nadie sabía qué horrores saldrían de allí, ninguno podía ocultar su curiosidad. Había bastantes miembros de la prensa extranjera mezclados entre la multitud y sus cámaras estaban trabajando a plena capacidad para capturar todas las escenas posibles.
Sí, actualmente me encuentro debajo de la puerta que ha cubierto el cielo de Seúl, en Corea del Sur…
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El portal que ves ante ti es el más grande jamás registrado desde que comenzaron a aparecer los monstruos…
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Como pueden ver detrás de mí, muchos ciudadanos han salido a mirar la puerta, pero por sus expresiones…
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Aquí Nick Powell, de BBC News, informando…
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Los reporteros de cada nación daban la noticia en su propio idioma con gesto serio.
Japón, que había estado prestando especial atención a Corea desde hacía tiempo, incluso organizó una transmisión especial para informar acerca del Portal sobre el cielo de Seúl. Como experto, invitaron al Doctor Norman Belzer, que llevaba mucho tiempo estudiando las anomalías en el cielo. Después de una breve introducción del anfitrión, el Doctor agarró el micrófono.
“He estado advirtiendo a las autoridades sobre las grandes fuerzas que se estaban reuniendo en el cielo desde hace tiempo. La enorme puerta que ha aparecido sobre Seúl es solo el comienzo, todavía veremos cómo esos terribles portales aparecerán sobre el cielo de muchos países.”
“¿Eh? Entonces, ¿quiere decir que no hay solo uno o dos lugares que muestren signos de fenómenos tan siniestros?” – contestó el presentador, temblando.
“Eso es lo que me gustaría enfatizar hoy.”
El Doctor explicó lo que había contado en la Conferencia Internacional de Gremios frente a la cámara. Tenía el deber de informar al público del peligro, ahora que el tema de su estudio se había trasformado en una amenaza real.
De hecho, Seúl era solo el comienzo. En otros ocho lugares del cielo, la magisfera todavía se estaba acumulando. El científico procedió a revelar las nueve ubicaciones, una por una, con ayuda de fotografías aéreas, provocando que el público gimiese conmocionado. Algunos se sintieron aliviados de que no se incluyera a Japón, y otros se sorprendieron por la inminente amenaza que tenían que enfrentar muchos países, incluido Corea, una nación vecina.
“Doctor, ha estado investigando los portales y a los monstruos durante mucho tiempo, ¿estoy en lo cierto?” – preguntó el presentador después de escuchar la explicación del Doctor Belzer con una expresión sombría.
“Así es.”
“En ese caso, en su opinión, ¿puede decirnos cuál sería la forma más correcta de proceder en esta situación?”
No solo los miembros de la audiencia presentes, sino todos los espectadores que miraban sus televisores desde sus casas, se inclinaron hacia adelante para prestar más atención a las siguientes palabras del científico. Desafortunadamente, su respuesta era algo que cualquiera podía dar.
“Rezar.” – dijo desviando su mirada hacia el público. – “Solo podemos rezar para que este evento sin precedentes no termine en tragedia.”
Pero cuando las expresiones de los miembros de la audiencia se volvieron más serias, el científico continuó con su explicación.
“Sin embargo, hay una cosa. Una noticia que no puede considerarse mala.”
Las palabras del Doctor, que llegaban justo antes de que terminase la transmisión, cambiaron la expresión del presentador.
“¿Cuál podría ser esa noticia, Doctor?” – preguntó el presentador con una expresión más animada, como si intentase compensar un poco la atmósfera que había descendido por el plató de televisión.
“Es una suerte que la ubicación de esta primera puerta sea Corea del Sur.”
¿Ese Doctor guardaba algún tipo de resentimiento personal contra Corea?
Murmullo…
Murmullo…
La audiencia quedó perturbada por el impactante comentario del Doctor. Hasta la expresión del productor del programa se endureció al instante, temeroso de que fuera a decir algún comentario que llevase a una disputa internacional. Afortunadamente, su preocupación no se hizo realidad. El científico agregó rápidamente una explicación más detallada, antes de que cualquier malentendido pudiera materializarse.
“Corea del Sur es el hogar de uno de los cazadores más grandes del mundo, alguien que ya ha derrotado muchas veces catástrofes de clase mundial.”
Todos los presentes sabían definitivamente quién era ese cazador.
“Sí, estoy hablando del cazador Sung Jinwoo, el que eliminó a todos los monstruos hormiga de la isla de Jeju y luego mató a todos los gigantes en Japón.”
Los mejores cazadores del mundo vivían en los lugares donde la magisfera estaba más concentrada. Y para él, esto no era una simple coincidencia.
“Si no puede detenerlo, probablemente ningún otro cazador del país pueda hacerlo. Así que, desde un punto de vista mundial, deberíamos estar agradecidos de que la primera puerta se haya abierto en Corea del Sur.”
Sentirse contentos o consolar a sus vecinos. La audiencia japonesa no sabía qué debía sentir.
“Lo que estoy diciendo puede ser insensible, ya que resulta evidente que Corea se enfrenta a una grave crisis, pero el mundo no tiene que llorar por el pueblo de Corea con anticipación.” – enfatizó una vez más el Doctor.
Ah, ¡había ocurrido el comentario que podía llevar a una disputa internacional! El productor comenzó a arrancarse el pelo, pero luego, como si estuviera burlándose del pobre hombre, el Doctor Belzer puso una expresión profundamente significativa antes de terminar su explicación.
“Si alguna vez llegamos a la situación en la que debamos sentir lástima por los coreanos, entonces eso significará que ya no quedarán humanos en este planeta que puedan consolarse los unos a los otros.”