La voz sonó cerca. Incluso en medio de la cacofonía musical que lo rodeaba, Habrá Tiempo pudo discernir que las palabras iban dirigidas a él. Su expresión se tornó seria inconscientemente. Giró rápidamente la cabeza y vio a una chica sentada en la barra.
En la penumbra, vio que tenía el pelo corto y era de color verde. Incluso en la Ciudad de Boulder, un color de pelo tan llamativo era extremadamente raro. Era bajita y delgada, con un par de ojos de distintos colores ocultos bajo su flequillo despeinado. Su ojo izquierdo estaba notablemente distorsionado, probablemente un ojo biónico o una prótesis. Su delicada nariz y barbilla parecían haber sido alterados quirúrgicamente, o quizás fueran un producto de tecnología avanzada.
La mirada de Habrá Tiempo bajó y se posó en su hombro izquierdo, donde pudo ver varias piezas de metal, similares al brazo de Vendaval. Sin embargo, la suya era una pieza del Pionero, y parecía mucho más sofisticado que la que estaba viendo.
La chica ignoró la mirada directa de Habrá Tiempo y continuó con naturalidad.
“Si te interesan las tres personas de la Mesa 12, puedo ayudarte a averiguar más sobre ellas.”
Allí estaba sentada la gente que había estado siguiendo.
“¿Cómo te llamas?”
“Dori… Tu pronunciación es rara. ¿Eres del otro lado de las murallas de la ciudad?” – La chica miró a Habrá Tiempo, arqueando una ceja con un atisbo de interés.
Era un nombre raro.
“Habrá Tiempo.” – hizo una pausa y luego continuó. – “De dónde vengo no importa... Respecto a tu propuesta... ¿Cómo planeas recopilar información?”
“Conozco a esa bailarina. Se llama Nikozi, una de las mejores de aquí…” – Dori señaló sin rodeos a la bailarina sentada en el sofá. – “Si me das una propina, le pregunto lo que sea. Incluso a que hora sale.”
“No será necesario.” – Habrá Tiempo metió la mano en el bolsillo, sacó la ficha más pequeña que tenía y se la arrojó con el pulgar.
Dori la atrapó con ambas manos, examinando el número que, bajo la luz, era del mismo tono que su cabello. Al instante, su ojo derecho brilló de sorpresa.
“Es muy generoso, jefe…”
Una ficha de 25. Para ganar esa cantidad tendrías que trabajar aproximadamente dos semanas en una fábrica. La mirada de Dori se tornó encantadora mientras observaba con interés al hombre aparentemente bien educado y apuesto que tenía delante.
“¿Qué quieres saber?”
“Las identidades de esos tres, lo que hicieron hoy, y…” – Una idea surgió de repente en la mente de Habrá Tiempo. – “Y averigua también si saben algo sobre el incendio en la zona de almacenes de anoche.”
Los ojos de Dori reflejaron una ligera sorpresa, sobre todo al oír la última frase. Una ligera cautela se apoderó de ellos.
“No deberías preguntar eso. Con ese tipo de preguntas… Hasta un tonto podría adivinar quién te envió.”
Era demasiado complicado inventar una historia con su pésimo lenguaje, por lo que ni se molestó en fingir.
“No te preocupes. Eres la única persona a la que le he dicho eso hoy… ¿O tienes miedo?”
‘¿Miedo?’
Dori arqueó una ceja y se levantó del taburete circular de la barra. Maniobró rápidamente entre la multitud, llegando al lado de la Mesa 12. Apoyó el codo en el respaldo del sofá, inclinándose cerca del oído de la bailarina como si estuviera charlando alegremente con una vieja amiga, integrándose perfectamente con el ambiente.
Al verla charlar y reír con la bailarina, el dedo índice de Habrá Tiempo golpeó el vaso con nerviosismo. De repente, empezó a sentir que confiar en una desconocida podría haber sido una decisión precipitada.
‘¿Y si me vende? Uf… no debería haberle dado todo el dinero de golpe.’
Mientras estaba absorto en sus pensamientos, alguien le tocó el hombro. Al darse la vuelta, vio a Dori sentada a su lado.
“¿Preguntaste?”
Dori hizo un gesto con el dedo, indicando a Habrá Tiempo que se acercara, y luego le susurró al oído.
“El joven del medio se llama Alec… Es el jefe del equipo de seguridad de la Compañía Comercial Vega. Su hermana mayor, Sophie, es la amante de Vega y trabaja como contable en su fábrica de conservas. Hoy tuvo buena suerte y amasó una pequeña fortuna.”
“¿Fortuna?”
“No lo dijo, pero no dejaba de presumir de su capacidad para causar una gran incomodidad a altos funcionarios y dignatarios con solo hablar, afirmando que no tendrían apetito en todo el día.” – Los ojos de Dori brillaron. – “Supongo que su jefe le dio dinero para incitar a los trabajadores a rodear el Ayuntamiento… y probablemente se embolsó una parte del dinero.”
‘¿Una Huelga? ¿Contra su propio lugar de trabajo?’
Habrá Tiempo tenía curiosidad; sentía que tal vez había pasado por alto alguna pista crucial. Sin embargo, la misión no le exigía investigar a fondo esos asuntos irrelevantes. Bastaría con confirmar su identidad.
“¿Qué hay del incendio?” – preguntó Habrá Tiempo sobre el asunto que más le preocupaba.
“Es complicado preguntar algo como eso, pero le dijo a mi amiga que anoche pasó algo y por eso no pudo acompañarla…” – dijo Dori con un dejo de burla en la expresión, aunque no estaba claro de qué se burlaba.
“Gracias por la valiosa información.” – Habrá Tiempo extendió su dedo índice, rozando suavemente la MV que asomaba de su manga, guardando la grabación.
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Has completado la misión (Secundaria): Recopilar información.
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Recompensa:
120 monedas de plata.
100 puntos de contribución.
500 puntos de prestigio regional en la Ciudad de Boulder.
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Nueva misión (Secundaria): Escribe una noticia.
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Debes recopilar información y escribir una noticia para el periódico.
Requisitos…
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Al ver la ventana la pantalla, Habrá Tiempo levantó una ceja con interés. ¿Escribir una noticia? Eso era algo con lo que estaba familiarizado.
“De nada. Espero que me visites con frecuencia. Clientes tan generosos como tú son raros.” – La chica curvó los labios, con un brillo travieso en sus ojos. – “Cualquier secreto que quieras, solo trae a la persona hasta aquí y encontraré la manera de sonsacárselo.”
Al escuchar esto, Habrá Tiempo se rio entre dientes y cerró la pantalla de su máquina virtual.
El juego Wasteland Online siempre tuvo tres grandes misterios sin resolver circulando entre sus jugadores. ¿Cuántos pisos tiene el Refugio 404? ¿Cuántos años tiene YaYa? ¿Cuándo se planea lanzar la beta pública?
Desafortunadamente, Luz no estaba en el juego. De lo contrario, Habrá Tiempo quería traerlo aquí para tomar algo y obtener información privilegiada que solo unos pocos conocían.
“Ya terminé con mis preguntas, pero tengo algunas preguntas personales.” – preguntó de repente Habrá Tiempo.
“Adelante.”
Habiendo cumplido su objetivo del día, la chica no tenía prisa por encontrar otro trabajo. Apoyó la barbilla en la mano, observándolo con interés.
“Tu ojo es bastante único.” – dijo Habrá Tiempo.
Dori sonrió.
“Esa frase para ligar es demasiado floja… y suena falsa.”
A nadie le atraerían su ojo biónico. Sin embargo, era evidente que lo había malinterpretado. Cuando dijo que era único lo decía literalmente.
“No. De verdad tengo curiosidad. ¿De dónde sacaste el ojo y el brazo mecánico?” – preguntó Habrá Tiempo con interés.
¡Tener un ojo biónico y un brazo mecánico era genial! Especialmente cuando su arma principal era un arco. Estaba dispuesto a apostar que, si realmente existiera una instalación capaz de realizar mejoras biónicas avanzadas, no sería el único interesado. Alrededor del 80% de los demás jugadores también estarían intrigados.
Al ver el gran interés de Habrá Tiempo, Dori hizo una pausa y su expresión gradualmente se volvió algo desagradable.
“Ya respondí su primera petición. Esta contará como la segunda.”
Con esa declaración, pretendía despedir al hombre. Sin embargo, para su sorpresa, una ficha de 50 cayó sobre la mesa girando. Dori abrió mucho los ojos, con la boca ligeramente abierta, incapaz de pronunciar una palabra.
“¿Hablas en serio…?”
“Parece que di demasiado.” – bromeó Habrá Tiempo.
De repente encontró al PNJ bastante interesante.
“¡Demasiado tarde!”
Dori extendió rápidamente la mano y guardó la ficha en el bolsillo.
“Ahora que has aceptado el dinero, ¿no quieres revelarme algunos de tus secretos?” – continuó Habrá Tiempo, mirándola.
Dori permaneció en silencio por un momento, luego de repente hizo una seña al camarero, agitando dos dedos y señalando la línea superior del menú de bebidas. Al poco rato, dos cocteles rojo sangre aparecieron sobre la barra.
“Dos de Sangre de dragón. Disfrútenlos.”
El penetrante olor a alcohol le recordó a Habrá Tiempo un bar que había en un callejón cerca de su apartamento a las afueras de Shanghái que servía licor casero. El olor era el mismo. La Reina de la Noche era uno de los mejores bares de esta calle, pero el nivel de vida de la gente del páramo seguía siendo realmente preocupante. ¿O eso era exactamente lo que querían?
Cuando Habrá Tiempo estaba a punto de pagar, la chica se adelantó y le entregó al camarero la ficha de 50 que le acababa de dar. Después de guardarse el cambio de 40 fichas, Dori tomó su copa y la chocó suavemente contra el que estaba frente a Habrá Tiempo, bebiendo un sorbo de la poderosa Sangre de dragón.
“No es ningún secreto… ¿Has oído hablar de los despertados?”
“Por supuesto.”
Habrá Tiempo se sintió un poco extraño. ¿Qué tenían que ver las prótesis biónicas con los despertados? Al notar su expresión de desconcierto, Dori continuó.
“La industria militar de la Ciudad de Boulder produce un suero llamado Sangre de Dragón, igual que este cóctel. Cualquiera que lo tome tiene la posibilidad de despertar… Claro que no todos pueden obtenerlo. Después de todo, se dice que es bastante caro. A lo largo de los años, cuando estalla la Marea, la milicia de la ciudad hace exámenes físicos a los mercenarios para comprobar su compatibilidad con la Sangre de Dragón. Si tienes éxito, tendrás la oportunidad de recibir una dosis gratuita. Y si despiertas con éxito y demuestras cualidades excepcionales, tendrás la oportunidad de convertirte en un empleado de la industria armamentística y llevar una vida tranquila y cómoda.
Habrá Tiempo la miró sorprendida.
“¿Has despertado?”
“No.” – respondió Dori, dejando su copa con una pizca de tristeza en la mirada. – “Ni siquiera pasar el examen físico garantiza el despertar. La probabilidad de éxito de la Sangre de Dragón es del 50%, y hay un 40% de que no reaccione… El 10% restante causará daños irreversibles en los tejidos corporales… En palabras de esos bastardos, sigue siendo una especie de Despertar, pero es más bien una mutación. Pero no todas las mutaciones son buenas.”
A Habrá Tiempo se le hizo un nudo en la garganta. De repente, comprendió por qué la chica que tenía delante se resistía tanto a hablar del tema. Al parecer su brazo y su ojo izquierdo fueron arrancados por la Sangre del Dragón…
La Nueva Alianza también contaba con un suero que inducía al Despertar, pero su tasa de éxito seguía siendo un misterio. Requería cierto potencial inherente y era difícil de medir. Pero el suero no tenía ningún efecto en los jugadores; era un elemento diseñado para mejorar los niveles de los PNJs en el escenario del juego.
Habrá Tiempo comprendió que los jugadores y los PNJs operaban con sistemas de poder completamente distintos. Por lo tanto, sus caminos evolutivos eran diferentes. Sin embargo… Aunque el suero de la Nueva Alianza tenía una baja probabilidad de éxito, no había oído hablar de nadie que sufriera efectos secundarios. Incluso se podrían tomar un par de dosis más.
“Parece que pregunté algo delicado.”
“No te preocupes. Sé que no te interesa la Sangre de Dragón; después de todo, alguien tan rico como tú no la necesitaría.” – Dori se rio con auto-desprecio, dándose golpecitos en el brazo izquierdo con el dedo índice derecho. – “La Industria armamentística me operó el ojo izquierdo y me implantó este brazo. Y el banco de la Ciudad de Boulder me hizo un préstamo generoso. Tengo que devolverles 50 fichas al mes hasta que cumpla 40. Y esta porquería no es tan útil como imaginaba. Falla de vez en cuando y se apaga si no pago a tiempo. A veces, me pregunto… quizás hubiera sido mejor morir.”
Habrá Tiempo guardó silencio un rato.
“Lamento recordarte algo tan triste.”
Quería simpatizar con la chica que tenía delante, pero... ¿Cómo decirlo? Ser discapacitada, poseer enormes deudas y ser huérfana… Parecía demasiado.
“No tienes por qué compadecerte de mí.” –dijo la chica, burlándose de sí misma, frunciendo los labios y golpeando ligeramente su vaso con el dedo índice. – “Si de verdad lo sientes, tómate una copa conmigo.”
* * *
En los barrios marginales.
Caballo Blanco y los dos jugadores siguieron a la mujer hasta la casa de Blake. El interior no era lujoso, pero estaba en mucho mejor estado que el resto de las chabolas de los barrios bajos. El zapatero que había junto a la entrada estaba repleto de botellas vacías y en el suelo había una caja de papel que contenía casquillos de bala recuperados.
“Soy María. ¿Y tú?”
“Caballo Blanco.” – Mientras hablaba, le hizo un gesto al jugador de percepción, Perrito, para que revisara el segundo piso.
Daga, por otro lado, fue al lavadero contiguo. Siguiendo una pista, encontró una caja fuerte cerrada dentro de una caja de municiones mohosa. Según confesó, contenía dinero ahorrado.
“Caballo… ¿Blanco? ¡Qué nombre tan raro!” – comentó la mujer sorprendida, pero no le dio más vueltas.
Sacó una vela del armario, la colocó sobre una bandeja de aluminio, la encendió y la llevó a la mesa baja de madera del salón. Añadía una luz tenue a la oscura habitación. A diferencia del interior de la muralla gigante, los barrios marginales carecían de electricidad. Quienes se encontraban en mejores condiciones usaban velas o lámparas de aceite para iluminarse, y la mayoría se iba a dormir en cuanto anochecía.
Después de todo, allí no había guardias y las bandas de la zona simplemente odiaban causar problemas en su propia casa. No se aburrían tanto como para verificar el nombre de cada cadáver.
Éste era realmente un territorio sin ley; la gente que vivía allí era como la hierba silvestre, volvía a crecer con cada brisa primaveral. Comparadas con las almas desafortunadas que morían de frío, hambre o desaparecían buscando comida por el páramo cada año, las cifras de muertos por asesinatos y accidentes no llamaban la atención.
Después de sentarse en el sofá, María miró a Caballo Blanco, aparentemente dudando sobre cómo empezar. Sin perder el tiempo, este activó la función de traducción de su máquina virtual, se puso los auriculares y empezó a hablar.
“Tu amigo aceptó un trabajo que no debía.”
“¿Todavía está vivo?”
“Está vivo, pero probablemente pasará la segunda mitad de su vida en prisión.”
“¿Prisión?”
Los ojos de la mujer mostraban un atisbo de confusión, pero no se detuvieron en esa pregunta. Era evidente que no le importaba mucho el destino final de Blake. De vez en cuando traía algo de dinero, pero nunca lo gastaba en ella. Si esa fuente de apoyo había desaparecido, necesitaba hacer planes para mañana rápidamente. Esta situación no era infrecuente en los barrios marginales. No todos tenían el coraje de enfrentarse al infierno, así que confiar en alguien poderoso era una buena opción…
“Pregunta lo que quieras saber.”
Cruzó una pierna sobre la otra a la altura de la rodilla, apoyándose ligeramente en el sofá desgastado, y miró a Caballo Blanco. Este no se anduvo con rodeos y colocó una ficha de 100 junto a la vela.
“¿Qué te dijo antes de irse?”
María sostuvo la ficha entre dos dedos.
“Dijo que nos haríamos ricos. Un generoso cliente le había dado un buen anticipo. También mencionó que había depositado el dinero en el banco y que después de terminar el encargo me llevaría a vivir dentro del muro gigante.” – murmuró tras pensar un momento.
Cuando pronunció estas palabras, sus ojos no mostraban ningún atisbo de esperanza. Después de todo, había oído frases similares tantas veces que sus oídos estaban entumecidos. Ese tipo no sabía ahorrar dinero y no soportaba la vida dentro de la ciudad. Sin embargo, el hombre que tenía delante le ofrecía un atisbo de una vida mejor.
“¿Mencionó quién era su cliente?”
“Un hombre llamado Byte, un viejo conocido suyo. Vive en un apartamento en la Calle 71 de la Ciudad de Boulder. El alquiler es caro, unas 2000 fichas al mes.”
Al decir esto, los ojos de María reflejaron un rastro de envidia.
“¿Lo has visto antes?”
“Claro. Es completamente diferente a ese grosero de Blake. No solo es educado, sino que también posee un porte refinado y una mirada vivaz. Al parecer trabaja para un pez gordo de la ciudad. Si ese tipo aprendiera algo de él, no tendríamos que vivir en esta zanja apestosa.”
María se quejó y Caballo Blanco anotó esa pista en silencio. Parecía que Blake no había dicho toda la verdad. Su encuentro con este hombre llamado Byte no fue algo casual, y tampoco ocurrió en la Taberna de la Bahía del Pirata.
Además, Caballo Blanco le envió un mensaje a Habrá Tiempo para que revisase el apartamento de la Calle 71. Pero sorprendentemente, ese tipo no le respondió de inmediato a pesar de que todavía estaba conectado…
La expresión de Caballo Blanco se volvió un tanto extraña. Tras esperar un rato, supuso que Habrá Tiempo podría estar ocupado, por lo que le envió un mensaje a otro compañero de equipo. Y esta vez, la respuesta llegó con rapidez.
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Guerrero Renal
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¡Recibido! ¡Voy a comprobarlo enseguida!
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Caballo Blanco
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Confirma primero la ubicación del objetivo. Ten cuidado de no alertarlos.
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Guerrero Renal
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¡Entendido!
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‘Ojalá realmente sepa lo que hace.’
Retirando el dedo índice de la pantalla, Caballo Blanco miró a la mujer sentada a la luz de las velas.
“¿Sabes a qué se dedica Byte…?”
“Me parece que lo mencionó…” – María reflexionó un instante, apoyando el dedo en la barbilla. – “¿Armas? Recuerdo que dijo que los rancheros del sur necesitaban ametralladoras pesadas para lidiar con esos mutantes de piel dura. Las armas de gran calibre se venden muy bien allí.”
Caballo Blanco se sorprendió.
‘¿Los atacó un traficante de armas?’
Ése era el escenario menos probable.
“¿La industria armamentística de la Ciudad de Boulder…?”
Daga, bajando del segundo piso, escuchó lo que dijo Caballo Blanco. Al ver la traducción en la máquina virtual, intercambió miradas con Perrito, que acababa de salir por una puerta lateral.
“Eso es increíble… Uf, pero no tiene lógica.” – murmuró Daga, desconcertado. – “Oí que las negociaciones entre la Nueva Alianza y la Ciudad de Boulder incluían concesiones en la venta de armas.”
Daga asintió levemente.
“También lo escuché…”
Las armas de la Nueva Alianza ya no entrarían al mercado de la Ciudad de Boulder, mientras que la Ciudad del Amanecer no prohibiría las armas de la Ciudad de Boulder. A cambio, Boulder abriría sus mercados en otras áreas y se otorgarían mutuamente beneficios arancelarios. Cualquiera tenía motivo para estar descontento, excepto los traficantes de armas de la Ciudad de Boulder.
No pudo evitar desear que Habrá Tiempo estuviera con ellos. Ese tipo estaba lleno de ideas enrevesadas y podía analizar un montón de teorías retorcidas.
“¿Quién es este pez gordo? ¿La industria armamentística de la Ciudad de Boulder?”
Caballo Blanco no los interrumpió y se quedó mirando fijamente a la mujer que tenía delante, pero María parecía confundida.
“No lo sé… ¿Puede?”
A medida que pasaba el tiempo, sin que ellos lo supieran, la vela prácticamente se había consumido por completo. Basándose en la información que figuraba en la MV, Caballo Blanco continuó haciendo más preguntas, hasta que el cielo al otro lado de la ventana se oscureció por completo.
“Ya tengo una comprensión básica de la situación… Gracias por su cooperación.”
Caballo Blanco extendió la mano y tocó la máquina virtual, apagando la tenue luz de la pantalla.
“¿Se acabó?” – preguntó María con una ligera decepción.
Caballo Blanco asintió.
“Sí. Me pondré en contacto contigo si es necesario.”
Sin querer darse por vencida, no se levantó para acompañarlo a la puerta, sino que miró por la ventana.
“Ya está oscuro. Entrar en la ciudad después de las 19:00 PM cuesta el doble… Si no te importa, puedes quedarte aquí esta noche y regresar cuando amanezca.”
La voz parecía contener una insinuación o tal vez una invitación. Caballo Blanco se sobresaltó por un momento.
‘Este juego… ¿No es para todas los públicos?’
Su intuición le dijo que elegir sí o no en este punto no afectaría a la historia del juego, al igual que ciertas elecciones que hizo en el The Witcher 3. Sin embargo… ¿Habría un salto de pantalla negra? En ese momento, un golpe en la puerta rompió repentinamente la atmósfera ambigua del salón.
“Probablemente sea el colega de copas de ese imbécil otra vez. Voy a ver qué pasa.”
Al oír el ruido afuera, María murmuró para sí misma, levantándose del sofá. Entonces, de repente, al ver a Caballo Blanco sentado en el sofá se sintió un poco avergonzada.
“Mm. Por favor, ¿podrías guardar silencio?”
Aunque Blake probablemente no regresaría, si no podía irse de inmediato, aún tendría que considerar su reputación, lo que le facilitaría encontrar un nuevo lugar donde quedarse.
Caballo Blanco asintió en señal de comprensión, dando una mirada a sus compañeros de equipo, indicándoles que debían mantenerse fuera de la vista. María respiró aliviada y caminó hacia la puerta balanceando su grácil cuerpo a regañadientes. El pomo de la puerta giró y la puerta se abrió con un crujido bajo la luz parpadeante de la vela. Se escucharon voces desde el umbral, pero no se entendían. Caballo Blanco respiró profundamente para calmarse.
Pero en ese instante, un fuerte estallido le hizo saltar del sofá por reflejo, agarrando al mismo tiempo la metralleta que llevaba oculta bajo la ropa. Los disparos continuaron. Al llegar a la puerta, María yacía en un charco de sangre, acribillada a balazos y con la entrada bañada en color carmesí. Los hombres que estaban en la puerta se quedaron atónitos, claramente sin esperar que hubiera alguien más en la habitación.
El hombre que sostenía la metralleta PU 9 apuntó inmediatamente con el cañón humeante hacia Caballo Blanco. Sin embargo, este fue más rápido: una daga salió disparada desde su mano y atravesó la frente del hombre. La inmensa fuerza hizo que el cañón se sacudiera hacia arriba, disparando una ráfaga de balas hacia el techo.
Caballo Blanco se abalanzó sobre el muerto, lo agarró con la daga todavía incrustada en la cabeza y lo arrastró hacia el interior de la habitación junto al hombre que todavía estaba vivo. Luego cerró la puerta de una patada.
El pasillo quedó completamente a oscuras y el suelo pegajoso por la sangre.
“N… no me mates… Y… yo solo estaba siguiendo órdenes. S… Si hubiera sabido que seguías vivo no habría venido.” – balbuceó aterrorizado el hombre al que sujetaban por el cuello.
Claramente había confundido a Caballo Blanco con Blake. Al oír los disparos, Daga y Perrito salieron corriendo de la habitación. Al ver los dos cadáveres en el suelo, mostraron expresiones de sorpresa.
“¿Qué está pasando?”
“Caballo Blanco… ¿estás bien?”
¿Por qué de repente estalló una pelea?
“Estoy bien.”
Caballo Blanco presionó al hombre contra el suelo, apuntándole con la metralleta a la nuca.
“Tú… ¿no eres Blake?” – preguntó el hombre con voz temblorosa, medio inteligibles. – “Po… Por favor… ¡No me mates! ¡Estaba tan oscuro que no vi nada!”
“¿Quién te envió?” – preguntó Caballo Blanco con severidad.
“Nuestro jefe… Dijo que el despertado que vive en nuestra calle causó problemas y ofendió a quien no debía. Nos envió para limpiar el lugar…” – respondió el hombre temblando.
La calle estaba en silencio. Todas las casas tenían las puertas y ventanas bien cerradas. No había ningún curioso a la vista.
Caballo Blanco notó el tatuaje en el cuello del hombre mientras lo inmovilizaba. Parecía a una daga. No le importaban especialmente las pandillas, ni siquiera la Banda de la Daga. Había matado a más de tres dígitos de depredadores en la Ciudad del Continente Occidental, que eran más salvajes y brutales que esos matones.
Lo que realmente le sorprendió fue el inmenso control que la industria armamentística ejercía sobre toda la ciudad… Tanto dentro como fuera de la gigantesca muralla, cada componente parecía girar en torno a un núcleo oculto bajo la superficie. Esa gente podía manipular el destino de cada persona, incluso grupos, con la misma naturalidad de quien mueve piezas de ajedrez. Y no se les podía ocultar nada.
Caballo Blanco se dio cuenta de repente de que quizá no existía un verdadero orden en la ciudad. Ni civilización. La iluminación dentro de la gigantesca muralla era brillante, pero podría ser incluso más oscura que el páramo…
Al no oír nada a su espalda, el hombre pareció malinterpretar la situación, creyendo que la otra parte estaba sopesando si valía la pena ofender a la Banda de la Daga por una mujer.
“Amigo, la luz aquí es muy mala. No te vi la cara. Si me dejas ir, diré que a ese desgraciado lo apuñaló la mujer en la cabeza… A nuestro jefe no le importará…” – susurró, intentando hacerse el interesante. – “…pero si ambos morimos aquí, las cosas no terminarán así.”
Caballo Blanco no entendió bien la primera frase, pero sí la última parte. Soltó una risita.
“¿Estás tratando…? ¿... de amenazarme?”
Caballo Blanco extendió la mano y levantó al hombre, girándolo hacia sí mismo con una sonrisa.
“Ahora puedes ver con claridad.”
El rostro del hombre palideció, aterrorizado. Justo cuando pensaba que lo iban a matar, fue arrojado al suelo.
“Es hora de irnos.”
Caballo Blanco no volvió a mirarlo, hizo una señal a sus compañeros y salió de la maldita casa. En ese momento, la MV en su brazo parpadeó levemente.
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Guerrero Renal
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He llegado a mi destino, pero el edificio está acordonado por los guardias… Hay mucha gente, oí que hubo un asesinato.
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Sin sorprenderse demasiado, Caballo Blanco escribió una respuesta.
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Caballo Blanco
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Probablemente ya esté muerto. Vuelve; nos vemos en el punto de guardado.
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Caballo Blanco miró el icono de Habrá Tiempo; aún no había contestado. No pudo evitar preocuparse.
‘Le preguntaré cuando cierre sesión.’
* * *
Después de que Caballo Blanco y su equipo abandonasen la casa de Blake, el hombre se puso en pie con dificultad, sorprendido de haber sobrevivido. La única zona dónde sentía calor provenía de sus pantalones, el resto de su cuerpo estaba helado.
‘Maldita sea…’ – maldijo, expresando su miedo con palabras groseras.
Cojeó hacia la puerta. Cuando abrió, el frío viento le golpeó en el rostro, pero sintió que era maravilloso estar vivo. Al segundo siguiente, apareció un grupo ante él. Cuando vio al hombre que iba delante, un destello de sorpresa cruzó sus ojos, pero una sonrisa aduladora apareció de inmediato en su rostro.
“Señor West … ¿qué hace aquí?”
La persona que tenía delante era la mano derecha de su jefe y también el encargado de esa calle.
“¿Qué pasó?” – preguntó West, mirando hacia la puerta que tenía detrás con el ceño fruncido.
El hombre inmediatamente relató el incidente, incluso exagerando la historia.
“¿Todavía recuerdas cómo era esa persona?” – preguntó West de repente, tras escuchar en silencio.
“¡Lo recuerdo! ¡A la perfección!” – El hombre asintió con entusiasmo, con la emoción reflejada en sus ojos. – “Podría reconocer ese rostro incluso si quedase reducido a cenizas. Si lo vuelvo a ver, ¡seguro que lo reconoceré!”
West asintió, miró al subordinado que estaba cerca, luego se giró y se fue. La tranquilidad de la noche se vio interrumpida por un disparo. No mucho después, la casa de Blake empezó a arder, consumiendo los tres cuerpos de su interior.
Mientras tanto, en el Ayuntamiento de la ciudad exterior.
La sala de reuniones estaba iluminada. Dulong, completamente entusiasmado, describió con todos los detalles el ingenioso plan para un préstamo de 200.000.000 de fichas.
El rostro del ayudante Jaeger reflejó desconcierto. No tenía ni idea de en qué estaba pensando el hombre que tenía delante, ni qué clase de hechizo le habían lanzado esos topos azules. Pero… No pudo encontrar ni un solo fallo en el plan que acababa de describir. Después de todo, algo así nunca había sucedido en los últimos 200 años.
Malvern, el presidente del banco, frunció el ceño una y otra vez, pero luego se relajo. Tenía sus preocupaciones, pero no podía ignorar lo atractivo del pastel. Un préstamo de 200.000.000 de fichas… Aunque no estaba exento de riesgos, era mucho más seguro que prestar dinero a comerciantes ambulantes y mercenarios. Después de un rato, asintió levemente.
“Aunque no hay precedentes… Parece una buena idea.”
Pobres almas no saben que firmaron un contrato con quién no debían 🤣🤣🤣
ResponderEliminarGracias por el capítulo
🍿😎👌🏾
Gracias por el capítulo, esta novela se está pasando al género policial y intriga.
ResponderEliminarEl que activó una escena +18 fue Habrá Tiempo jajaja eso o lo están torturando en algún lado, igual sería +18 por gore
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