Capítulo 356
Aportas la tecnología, nosotros la mano de obra. ¡Así todos ganan!
Traducido por Tars
Corregido por Noe
Editado por AMarauder
Corregido por Noe
Editado por AMarauder
17:00 P.M.
Habrá Tiempo se tumbó en la cama, se puso el casco y volvió al juego. Al abrir los ojos, se encontró mirando un techo de cemento gris. Debajo de él había una cama individual desgastada.
Le dolía la cabeza, pero una ligera fragancia le llegó a su nariz desde la almohada arrugada. La única pega era que había olor a aceite de motor mezclado con el aroma. Al girar la cabeza, vio a una chica sentada en el borde de la cama. En su mano sostenía un destornillador y jugueteaba con alguna parte de su brazo izquierdo; no sabía si estaba cambiando la batería o el aceite. El juego siempre se sentía inesperadamente realista de maneras extrañas.
“¿Estás despierto?”
Dori notó el movimiento en la cama y lo miró. En ese momento, llevaba una camiseta sin mangas descolorida. A la luz del amanecer que entraba por la ventana, se podía ver vagamente su piel clara, lo que hizo que Habrá Tiempo no supiera dónde poner su mirada.
“Mm.”
Al ver la vergüenza del hombre, Dori sonrió con picardía.
“Duermes tan profundamente que no pude despertarte sin importar lo fuerte que te llamase.” – bromeó.
Habrá Tiempo se tocó la nariz con torpeza.
“La verdad es que no suelo… no suelo beber tanto. Para la próxima solo una copa.”
“No te preocupes, no me estoy burlando de ti.” – respondió Dori con una sonrisa.
“……”
Cuando bebía demasiado se desconectaba. Emborracharse hacía que se perdiera la memoria y para emularlo el juego lo desconectaba. No podía volver a conectarse hasta que se le pasara.
‘¡Maldita sea! Este juego es realmente molesto.’
No recordaba nada de anoche. Solo algunos destellos en la oscuridad, que no eran gran cosa. Como no pudo iniciar sesión, salió al balcón a fumar y charló con sus amigos en el grupo. Pero, ¿qué pasó exactamente mientras estaba inconsciente…? La expresión de Habrá Tiempo cambió ligeramente, e inconscientemente se llevó la mano al cinturón. No es que le preocupara que la chica le hubiera hecho algo; no era el tipo de hombre que tendría miedo de que se aprovechasen de él. Lo que más le preocupaba era que le faltase un riñón…
Mientras observaba a Habrá Tiempo revisando su cuerpo, Dori se rio juguetonamente.
“No te preocupes, no toqué tus cosas.”
Habrá Tiempo, por supuesto, no iba a admitir lo que buscaba. Se aclaró la garganta para cambiar de tema.
“¿Dónde estoy?”
“En mi casa.”
Aunque era de esperar, Habrá Tiempo todavía mostraba un toque de sorpresa en sus ojos.
“¿Es un poco cutre?” – preguntó Dori, malinterpretando su mirada.
Habrá Tiempo echó un vistazo a su alrededor; el apartamento de una habitación tenía menos de 15 metros cuadrados. Apenas se veía ropa decente. En un rincón, junto a botellas y frascos, había piezas mecánicas y herramientas para pulirlas.
“¿Necesitas un baño? Me temo que tendrás que salir.” – dijo Dori al notar que miraba a su alrededor.
Habrá Tiempo negó con la cabeza.
“No… En realidad, no está mal para ser el páramo.”
El espacio dentro del muro gigante era limitado. No podía compararse con los escasamente poblados suburbios del norte. Una sonrisa de orgullo se dibujó en los labios de Dori.
“Sí, resguarda del viento y la lluvia, no tengo que compartir piso con nadie y el alquiler es de solo 52 fichas al mes. Me gusta mucho este lugar. Cuando tenga tiempo, pienso comprar una suculenta y ponerla junto a la ventana.”
Al escucharla hablar, Habrá Tiempo sintió que su conocimiento del idioma de la federación no era suficiente. Pero, basándose en su experiencia comunicándose con PNJs, se hizo una idea.
“¿Suculenta?”
“Mm. Una planta de hojas gruesas. He oído que absorbe la radiación.” – dijo Dori con seguridad, como si de verdad creyera en esa teoría.
‘Absorber radiación…’
Habrá Tiempo levantó una ceja. No era que quisiera discutir, pero dudaba sinceramente que esa planta tuviera tales capacidades. Si las tuviera, ¿por qué no colocar un par junto al reactor? Sin embargo, si lo pensaba bien, rara vez parecía pensar en la radiación en Wasteland Online. Según la página web, la radiación residual era un problema, pero no aquí. Comparado con eso, el moho mucilaginoso mutante, los depredadores, los humanos mutantes… Había cosas mucho más letales que la radiación.
Mientras Habrá Tiempo se perdía en sus pensamientos, la chica lo miró con curiosidad.
“¿No me crees?”
Habrá Tiempo negó suavemente con la cabeza.
“No… De hecho, de donde vengo también existen teorías similares.”
“Ah. Parece que no me crees.” – dijo Dori, desviando la mirada para continuar trabajando en el brazo mecánico. Casi había terminado.
Al verla de perfil, Habrá Tiempo sintió de repente una punzada de empatía. No sabía de dónde venía esa emoción. Aunque también disfrutaba del juego, como jugador profesional siempre trataba a los PNJs como meros datos y rara vez creaba un vínculo emocional con algún personaje. Esa era probablemente la mayor diferencia entre él y Caballo Blanco, Golpe de Remo y el resto. Su garganta se movió al tragar.
“¿Alguna vez has considerado cambiar de aires?” – preguntó inesperadamente, como atraído por alguna extraña fuerza.
“¿Cambiar de aires? ¿Acaso no son todos los lugares iguales?” – respondió mientras soltaba el destornillador que tenía en la mano. Su tono denotaba una madurez que no encajaba con su edad.
Habrá Tiempo no supo qué responder.
“¿No tienes sueños? ¿Algo que quieras hacer?” – dijo al final.
“¿Qué quiera hacer?” – Dori lo pensó, antes de volver a hablar. – “¿Cuenta abrir un bar?
“Creí que dirías una cafetería o una floristería…”
“¿Cafetería? ¿Floristería? ¿Hay cosas así en la Ciudad de Boulder?” – preguntó Dori, desconcertada.”
“No, es solo qué en mi pueblo, a menudo oía a chicas borrachas decir cosas así… ¿Podrías acompañarme a buscar a ese doctor que vende prótesis biónicas?” – Habrá Tiempo suspiró, metiendo la mano en el bolsillo para sacar una ficha.
Sin embargo, en cuanto las palabras salieron de su boca, se dio cuenta de que la última ficha de su bolsillo era blanca, con un gran 1 escrito en ella. Su expresión se tornó incómoda al instante. Al ver el drástico cambio en su expresión, Dori no pudo evitar reírse. Ella le quitó la ficha, lo golpeó suavemente con el pulgar y lo arrojó dentro de la caja de hierro que estaba sobre la mesa.
“No hay problema. De todas formas, no tengo nada que hacer. Teniendo en cuenta que anoche fuiste todo un caballero, te acompañaré a dar un paseo.”
* * *
Ciudad del Amanecer.
En el Refugio 404, se escuchó el siseo que hace el aire al escapar por una grieta, seguido de un fuerte grito.
“¡Estoy vivo!”
N1 se incorporó en la cabina, recogió el abrigo azul que colgaba de una percha y se lo puso. Se duchó en el baño público. Luego fue a la plaza en el nivel B2. Era la hora punta de conexión y estaba bastante concurrida. Allí se encontró a Vendaval, Dejar de Sumar y Mosquito. Acercándose a ellos e intercambiando saludos, N1 notó a Mosquito con una mirada extraña.
“¿Qué haces?” – preguntó con curiosidad.
“Piérdete. Largo. No me distraigas.”
Antes de que N1 pudiera poner los ojos en blanco, Dejar de Fumar ya se había burlado de él.
“Je. ¿Qué asunto importante tienes entre manos?”
“Probablemente esté acechando a ese PNJ llamado Pai. Ya lo hizo antes.” – dijo Vendaval, mirando fijamente a Mosquito de manera extraña. Sin embargo, el brillo travieso en sus ojos era inconfundible.
Aunque ocasionalmente los jugadores eran baneados por una infracción, Mosquito parecía ser el único que fue expulsado del juego por esa razón… Al menos, era el único en su lista de amigos. Al ver a Mosquito tan frustrado, los jugadores a su alrededor se unieron a la conversación.
“¡Ya me acuerdo…! Le pasó la última vez. ¡Me enteré por Tail que a ese tipo lo atraparon con las manos en la masa!”
“¡Oí que se abalanzó sobre una niña!”
“¡Y ni siquiera lo logró!”
“¡Qué pervertido!”
“¡Qué vergüenza!”
Dejar de Fumar miró a Mosquito conmocionado.
“¿Te has vuelto pedófilo?”
La cara de Mosquito se puso roja.
“¡Largo! Solo… quiero averiguar cómo se hace ese combustible.”
Sin un equipo de análisis profesional, solo pudo deducir a grandes rasgos que la botella de combustible contenía componentes alifáticos y olefínicos fácilmente reconocibles. El resto seguía siendo un misterio. Llevaba días buscando al PNJ llamado Pai, pero la niña parecía haberse asustado y no había vuelto a aparecer. Mosquito estaba arrepentido. Quizás debería haber sido un poco más comedido.
El tema de conversación en la plaza cambiaba rápidamente; en poco tiempo ya estaban hablando de otra cosa. Al ver que se estaba haciendo tarde, todos comenzaron a discutir dónde subir de nivel más tarde.
N1 miró a Vendaval.
“¿Adónde vamos? ¿No reunimos en la Ciudad de Boulder?”
Vendaval miró a su mano derecha.
“Antes necesito volver a ponerme el brazo.”
La sensación de debilidad le hacía sentir que le faltaba algo. En ese momento, N1 recordó de repente un asunto crucial.
“Por cierto, para implantarte esa cosa… ¿no tienes que apuntarte el brazo?”
Vendaval asintió.
“Mm.”
Era obvio. N1 miró con extrañeza su mano derecha.
“¿Y qué vas a hacer con el brazo amputado?”
Vendaval se quedó aturdido. Era algo que no había considerado.
“Buscaré un lugar donde enterrarlo…” – dijo con una expresión sutil.
* * *
En la Biblioteca del nivel B4.
Chu Guang se recostó en el sofá y se estiró frente a la computadora.
“¡Terminé!”
Sentado en el escritorio, Pequeño7 levantó alegremente los dos pulgares del tamaño de palillos, en señal de ánimo.
“¡El Maestro es increíble!”
Chu Guang lo miró con cansancio.
“Gracias por el cumplido. Pero sería genial si pudieras ayudarme un poco más.”
Si bien el pequeño robot podía transmitir con precisión cada orden al departamento correspondiente, el trabajo creativo quedaba fuera de sus capacidades, especialmente en lo que respecta al diseño de reglas.
Chu Guang había leído en la historia de la Federación que en los primeros años de la Era de la Prosperidad había florecido el IAísmo. Sus partidarios creían que la raíz de los problemas en las relaciones de producción y el sistema de distribución radicaba en la naturaleza humana. Argumentaron que la felicidad requería inherentemente obtener alegría del sufrimiento de los demás, y que la única solución era establecer una sociedad gobernada por una IA, reemplazando todos los órganos administrativos con inteligencia artificial.
Sin embargo, este movimiento decayó en plena Era de la Prosperidad. Los historiadores aportaron numerosas evaluaciones, incluyendo puntos de vista objetivos como la insuficiencia de recursos materiales y la extrema prosperidad material, lo que llevó a la gente a preferir mantener el statu quo.
Chu Guang tenía reservas sobre esos puntos de vista, pero aun así pudo extraer algunas lecciones de la historia. Nunca dejes que las herramientas reemplacen el pensamiento. Nunca dejes que las manos reemplacen el cerebro. Nunca esperes un método perfecto para resolver todos los problemas que encontrarás en el futuro.
Mientras Chu Guang miraba el archivo de texto de casi 5 MB en la pantalla de la computadora, una sonrisa se extendió por su rostro.
La recién creada organización de gestión de la Alianza constaba de 12 departamentos que abarcaban desde la producción y la economía hasta el transporte, la logística y la vida diaria de la gente. También había diseñado meticulosamente las estrategias básicas y los planes de implementación para cada departamento. No los inventó de la nada, pero tampoco copió ciegamente las experiencias del otro mundo.
Por ejemplo, al crear el Departamento de Educación, Chu Guang se basó más en el asesoramiento de padres, maestros y estudiantes que en la imaginación descontrolada de los jugadores del foro.
En Wasteland Online, donde la esperanza de vida promedio de los habitantes del páramo era de solo 35 años, muchos individuos ya habían cruzado la mitad estadística de sus vidas a la edad de 17 años. Sin embargo, para los jugadores que vivían en tiempos de paz, esa edad era solo el comienzo. Lo mejor estaba por venir.
Si se adoptara un enfoque uniforme, fijando una edad mínima para trabajar o la duración de la enseñanza obligatoria según el estándar de un planeta desarrollado, el nivel educativo de la Alianza podría mejorar, pero las familias con menos recursos se empobrecerían debido a los gastos educativos.
Chu Guang optó por una solución intermedia, aumentando gradualmente la edad mínima para trabajar y el tiempo de educación obligatoria cada año, al tiempo que asignaba subsidios a los estudiantes más destacados. Lo que se conocía como beca. Ya fuera para que un adulto asistiera a una clase nocturna o a un estudiante para que aprenda a tiempo completo, cualquier persona con excelentes calificaciones podría recibir ayuda financiera. Aunque el dinero no les permitía llevar una vida lujosa, proporcionaba lo suficiente para ayudar a los gastos de su hogar.
La educación era solo una de las muchas cosas a considerar. Los frutos de esta inversión a largo plazo requerían paciencia. De todos los departamentos, Chu Guang invirtió el mayor esfuerzo en el sector industrial relacionado con la producción.
Si bien brindó orientación sobre las direcciones y estructuras básicas de otros departamentos, cuando se trataba de cuestiones específicas de producción, y tras consultar a expertos de diversas industrias, diseñó planes detallados para cada etapa de la capacidad de producción. Si bien no resolvería todos los problemas aumentando la productividad, al menos podría abordar el 99% de los problemas actuales. Gracias al plan de infraestructura de 200.000.000 de monedas de plata y al préstamo de 200.000.000 de fichas, ahora tenía los medios para lograr muchas cosas.
“Hablando de eso… Todavía tengo que preparar la lista de la compra.” – Chu Guang frunció el ceño y reflexionó un momento. Luego miró a Pequeño7, que seguía sentado en un rincón de la mesa. – “Dile a Charlie que me espere en la oficina de la Asociación de Comerciantes a las 14:00 P.M.”
“Está bien, Maestro.” – Al ver la expresión cansada en el rostro de Chu Guang, Pequeño7 continuó hablando con un toque de preocupación en la voz. – “Aunque sea un poco repetitivo, debe cuidar más su salud.”
Chu Guang sonrió y acarició la cabeza de Pequeño7 con el dedo índice, mostrándole una sonrisa tranquilizadora.
“Lo haré.”
En ese momento una brisa atravesó la puerta. Al ver a Chu Guang, que jugaba con su muñeca, Pai curvó los labios con satisfacción.
“¿Qué tal? ¿Te gustó el obsequio?”
“Gracias por el regalo; me quita mucho el estrés. Le da un toque divertido a mi aburrido trabajo diario.” – bromeó Chu Guang. – “¿Y el dron? ¿Te gusta?”
“¡Es fantástico!” – Pai asintió con satisfacción, presumiendo. – “¡Lo modifiqué un poco y ahora vuela aún más rápido!”
Chu Guang la miró con cierta sorpresa, sin esperar que esta niña tuviera tales habilidades. Sin embargo, su sorpresa fue momentánea. A diferencia del Campamento 404, que se inclinaba hacia la industria y lo militar, el Campamento 101, dirigido por el Refugio 101, había invertido todos sus recursos a la educación y la arqueología. Especialmente porque esa chica no solo tenía talentos excepcionales, sino que también utilizaba tecnología avanzada de una era anterior a la guerra. Si las habilidades y el talento pudieran cuantificarse, estaría a la par que Heya del Refugio 401.
“Mm…” – Mirando a su alrededor, Pai de repente pareció un poco avergonzada. – “Sobre Xiaoyu… ¿Has hablado con ella?”
Chu Guang asintió.
“Sí. Hablé con su familia. Ella también está interesada en continuar con sus estudios. Si no tienes inconveniente, espero enviar algunas personas más a tu zona como intercambio.”
Xiaoyu era una niña sensata. Cuando Chu Guang se lo contó, reflexionó un momento antes de asentir obedientemente. Podía sentir que ella se resistía a dejarlos a todos, pero al mismo tiempo, albergaba un profundo deseo de crecer y fortalecerse. Quería contribuir más, no solo sentarse detrás de un mostrador contando dinero.
Con más personas uniéndose a la Nueva Alianza, el banco tuvo que considerar algo más que simplemente llevar una contabilidad precisa. También necesita descubrir cómo usar esa mano invisible para asegurar que cada moneda de plata cumpliera su función. Eso implicaba muchos conocimientos que no entendía. Aunque había adquirido cierta experiencia con la práctica, aún necesitaba un aprendizaje sistemático. Eso incluía algunos métodos matemáticos y conocimientos de sociología. Con la guía de un profesional, podría evitar muchos escollos.
En cuanto a la familia de Xiaoyu, aunque inicialmente estaban preocupados, después de escuchar a Chu Guang garantizar su seguridad, tanto sus padres como su hermano se tranquilizaron. El sabio y poderoso Administrador nunca faltaba a su palabra. Nadie en todos los suburbios del norte dudaría de eso, ya fueran PNJs o jugadores.
Al oír las palabras de Chu Guang, Pai se emocionó tanto que casi dio un salto.
“No te preocupes; ya le conté eso a mi profesor. Todos están muy contentos. Incluso me pidieron que trajera más especialidades locales, ¡sobre todo chocolate y café! Ah, ¡y ese bollo de carne que suelta salsa al morderlo! ¡Está delicioso!” – dijo, dándose palmaditas en el pecho para mostrar su seguridad.
Chu Guang sonrió.
“Eso es fácil. Cuando te vayas, te enviaré un camión repleto de especialidades locales.”
Chu Guang pensó que Pai aceptaría encantada. Sin embargo, para su sorpresa, la niña lo rechazó con una expresión seria mientras negaba con la cabeza.
“Aunque la propuesta es tentadora, no podemos aceptar su generosidad sin dar nada a cambio. Mi maestro dijo que la reciprocidad es la clave para una relación duradera con los demás. También tenemos que ofrecer nuestra ayuda.”
Mirando al sorprendido Chu Guang, continuó con seriedad.
“Pero no tenemos dinero ni recursos para compartir. Sería fantástico si pudieras encontrar una solución.”
Al oír eso, Chu Guang no pudo evitar sonreír. ¿No era eso lo que había estado esperando? La Nueva Alianza era rica en recursos, y la imaginación y creatividad de los jugadores no tenía límite. Seguro que podía encontrar una o dos cosas que atraería a esos académicos, ingenieros y arqueólogos.
No importaba si no les interesaban las armas, las obras de arte u otras cosas parecidas. Aun así, había comida deliciosa en abundancia. Además de la deslumbrante variedad de bienes de consumo, también había muestras de investigación que el Campamento 101, y el refugio detrás de él, necesitaban.
Siempre y cuando recibieran suficientes monedas de plata y puntos de contribución, ¡sus valientes jugadores incluso podían obtener un monstruo tan poderoso como una Garra de la Muerte!
Chu Guang soltó una carcajada.
“¡Es fácil! Aunque no tenemos un sistema de racionamiento, pagaremos a quienes contribuyan con su trabajo. Enviad algunos ingenieros para que nos ayuden a mejorar nuestros métodos de producción. ¡A cambió les pagaremos con monedas de plata! Si desean algo, no tendrán que consultarme. ¡Lo podrán comprar ellos mismos!”
Pai arrugó su linda naricita, absorta en sus pensamientos.
“Mm… Suena bien. Pero… cada uno tiene sus propias tareas. Podría ser complicado conseguir personal. Sobre todo, ahora que los depredadores han desaparecido. Planeamos trasladar el campamento de vuelta a la superficie. Hay muchísimo por hacer.”
Cada persona del campamento tenía sus propias responsabilidades, y los puntos que determinaban su calidad de vida también se basaban en estas tareas.
“Ese problema tiene fácil solución. Nuestra gente puede ayudarte a construir el campamento, proporcionarte los materiales necesarios para la vida diaria e incluso cocinar para ti. Solo con eso, puedes ahorrar mucha mano de obra.” – dijo Chu Guang con paciencia, tras escuchar las preocupaciones de Pai. – “De esa manera, podrán concentrarse más en lo que se les da bien y les interesa. Lo único que tienes que hacer es compartir con nosotros parte del tiempo que ahorres para ayudarnos a vivir mejor. Puedes verlo como… complementar fortalezas. Cuéntale a tu profesor mis palabras, seguro que lo entenderá.”
El Campamento 101 ya había intentado reclutar algunos supervivientes de la zona, pero la cooperación se limitaba a tareas básicas. Chu Guang creía que, tras comprender plenamente la situación de la Nueva Alianza, los residentes del Campamento 101 sin duda se sentirían atraídos por su propuesta.
Pai se acarició la barbilla, pensativa, asintiendo como si comprendiera. Rara vez le importaban estas cosas; lo que mencionó ya excedía su conocimiento. Sin embargo, recordar una frase completa no era complicado para ella.
“Transmitiré su propuesta a todo el campamento… Ah, claro.” – Recordando algo de repente, Pai sacó de su bolsillo un fajo de papeles repletos de símbolos y se lo entregó a Chu Guang.
Este, con aspecto confundido, los tomó y los hojeó. Aunque reconoció cada palabra, no entendía nada.
“¿Qué es esto…?” – preguntó confundido.
“Son las proporciones de los componentes del combustible y la manera de sintetizarlo. No es nada del otro mundo… pero me llevó un tiempo averiguarlo.” – dijo Pai algo avergonzada, mientras lo miraba de reojo. Luego, resopló levemente. – “Había un tipo grosero que me menospreció. Ahora debería darse cuenta de lo superficial que es su conocimiento.”
A esa edad, era natural que ansiara demostrar su valía y presumir. El hecho de que la subestimaran la impulsó a superarse. Aunque los motores de propulsión química se consideraban anticuados, con sus conocimientos de mecánica e ingeniería aeroespacial, crear un combustible eficiente no le resultó difícil.
Chu Guang miró la información con sorpresa, sin esperar semejante ganancia tan inesperada. Pero lo que le sorprendió aún más fue que esa niña le había dado directamente algo tan valioso sin reservas.
“Yo… te lo doy.”
Traducirlo con la ayuda de Pequeño7 no debería ser difícil. Y Ying Fang podría ayudar con los términos técnicos complicados.
Pai asintió satisfecha. Sin embargo, enseguida recordó que no debía dejar que ese tipo tan grosero lo consiguiera con mucha facilidad.
“Oh, no dejes que lo sepa con mucha facilidad. Enséñale una página de vez en cuando. ¡No se las des todas juntas!” – añadió, como para justificar su petición. – “Mi maestro dice que no sirve de nada copiar las respuestas. ¡Tienes que usar el cerebro para pensar en cómo se obtuvieron!”
‘Dios. Eso es demasiado engorroso.’
Chu Guang asintió con impotencia y le dio los documentos a Pequeño7.
“De acuerdo… Te prometo que no dejaré que los consiga fácilmente.”
Con su promesa, Pai finalmente se marchó satisfecha. Al ver su alegre figura desaparecer por la puerta, Chu Guang no pudo evitar sentirse un poco emocionado. En comparación con lidiar con la relación de la Ciudad de Boulder, interactuar con estas personas encantadoras lo hizo sentir mucho más relajado y alegre.
Sin embargo, como Administrador, no podía decidir con quién romper lazos o establecer relaciones basándose únicamente en preferencias personales. A menudo, necesitaba tomar una decisión considerando el interés colectivo.
De repente sintió una pizca de nostalgia por la tripulación del Colonizador. Ya había pasado medio año y se preguntaba si habrían logrado su sueño.
“Maestro, ¿en qué está pensando?” – preguntó Pequeño7 con curiosidad, sentado frente a los documentos, al notar su expresión.
“Creo que ese lugar podría ser una auténtica utopía.” – respondió Chu Guang con indiferencia, apartando la mirada de la puerta.
El problema es que era demasiado pequeño. Incluso más pequeño que el refugio que tenían detrás, apenas tenía capacidad para 200 o 300 personas. Comparado con el páramo, ese destello de luz era tan solo una chispa…



Rencorosa la niña 🤣
ResponderEliminarGracias por el capítulo
🍿😎👌🏾
Gracias por el capítulo, Pobre mosquito al final le va a conseguir sus motores a reacción, pero lo va tener que rogar.
ResponderEliminarEsa formula de combustible es otra cosa que puede subastar
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