viernes, 15 de marzo de 2019

G4L Capítulo 14

Arco 2 Capítulo 14
Masaje y estudio
Traducido por Kasahara
Corregido por DaniR
Editado por Tars

“¿Y bien…?” “Es cierto que Valetta es una chica muy inteligente, sin embargo... Un favor como ese... ¿Sería lo correcto?” – respondió Varin, sorprendido y fascinado, tras escuchar la propuesta de Kazura. Valetta, que había terminado de darse el baño, entró en la habitación. La imagen de su cabello humeante y mojado pegándose en su cuello era extrañamente erótica. “Wah... Me siento refrescada. Este jabón tiene un aroma muy rico... ¿Ha ocurrido algo mientras estaba fuera?” – Valetta se sorprendió al encontrarse a su padre y a Kazura con esas expresiones tan serias en sus rostros. “Valetta, hace algún tiempo me comentaste que querías ir a la ciudad para aprender varias cosas ahí.” – comentó Varin. “Sí, eso dije. Pero no tengo ninguna intención de abandonar la aldea, ¿sabes?” Varin esbozó una sonrisa tras escuchar las palabras de su hija. “La verdad es que podrías estudiar muchas cosas aquí en nuestro pueblo. Parece que Kazura se ha ofrecido a darte clases.” – dijo Varin. “¡¿Eh?!” – respondió asombrada. Después miró hacia Kazura, quien comenzó a hablar sobre su propuesta. “Sí, aunque será mientras puedas llevarlo bien. Y también por...” “E... ¿En serio? ¡Muchísimas gracias! ¡La verdad es que me muero de ganas!” Valetta aceptó de inmediato, interrumpiendo lo que Kazura trataba de decir. Sus ojos comenzaron a brillar, quizá porque la noticia la hacía realmente feliz. “Oh, sí, lo entiendo. Volviendo a lo que estaba diciendo. Me gustaría que pareciese que la idea de la rueda hidráulica que construimos el otro día fue cosa tuya.” – continuó Kazura explicando, abrumado por el entusiasmo de la chica. “¿Eh…?” Valetta se quedó estupefacta después de atender lo que Kazura le sugería, pero le dejó continuar. “Desde que oí lo que me dijo tu padre, lo del señor Isaac que vino a inspeccionar las condiciones de la aldea el otro día, creo que no se informó correctamente acerca de la conexión entre el pueblo y el río. Pero en un futuro, si el señor Narson recibe el informe de su mensajero y sospecha de algo, a lo mejor podría llegar a ver la rueda hidráulica siguiendo el acueducto. Si eso llegase a pasar, le gustaría saber cuál fue el origen de la construcción de ésta, así que… Bueno, me convendría mucho...” – Kazura terminó de dar su discurso con cierto tono de incertidumbre en su voz. “Ah, sí... Si es por eso...” – asintió Valetta. Hasta ese momento, los aldeanos nunca se habían entrometido con el país del que provenía Kazura. Valetta y Varin no eran una excepción, de hecho instaron a los aldeanos a no hacer preguntas sobre el tema. Tenían una razón legítima por la que hacían eso, pero hasta ahora Kazura era inconsciente de ella. “Si aceptas mi propuesta, como compensación, no solo te hablaré sobre cómo construí el molino, sino que además te enseñaré sobre otras cosas. ¿Aceptas colaborar conmigo?” – preguntó Kazura. “S.. Si, lo acepto muy agradecida… Pero... ¿Es buena idea?” Valetta parecía inquieta, pero después de que Kazura le dijese que todo estaba bien, contestó que sí. Aunque asintió a esa irrazonable propuesta, todavía no habían ideado ningún plan. Por el momento solo tenían que intentar hacerlo. Además, la existencia del molino de agua no estaría expuesta de forma inmediata. Todavía les quedaba tiempo para idear un plan. “Esto, señor Kazura, tengo una idea, pero...” Kazura estaba murmurando acerca de ‘¿Qué pasaría si investigan con precisión el mecanismo...?’ y parecía realmente preocupado por ello. Viéndole así, de repente se le encendió una bombilla a Valetta, quien empezó a llamar a Kazura. “¿Qué pasa?” “Si fuese posible, en vez de enseñar la rueda que ya está instalada, ¿qué me dices si volvemos a montar una nueva y la instalamos? ¿Estaría bien? Después de todo, hay un molino para seguir como modelo, así que creo que podríamos construir otro fácilmente.” – dijo la chica. “¿Sería realmente tan fácil?” Escuchando la sugerencia de Valetta, considerando la idea, asintió. Aunque ya hubiera una rueda de molino como referencia, ¿serían capaces de construir otra tan rápido? De todos modos, considerando que todos habían visto ya la rueda hidráulica, y las piezas de precisión de la máquina como el eje de metal para que la rueda se mantuviese en su sitio… Sea como fuere, la idea de la chica era la mejor solución por el momento. “Ciertamente... Si se ve el molino... Traerá varios problemas de diferentes formas. Así que, vamos a construir otro molino de alguna forma, en un plazo de un mes. Mientras pueda mover algo de agua ya estará bien.” – decidió Kazura. “Sí, así habiendo construido este otro molino, podremos contestar a las preguntas del señor Narson o de su mensajero.” Escuchando la conversación, Varin asintió en gesto de aprobación. “Justo así, Valetta y los aldeanos podrán estudiar el molino. De una forma u otra todo el mundo cooperará para hacer lo mejor.” Dicho esto, terminaron la charla.
* * *
La mañana siguiente, con la ayuda de Valetta, Kazura descargó el contenido de la nueva carreta en su antiguo carrito. Después, volvió a Japón a por más fertilizante. “Bueno, voy a ir a buscar más fertilizante. ¿Qué te parece si estudiamos por la tarde?” “Sí, muchísimas gracias. Pero, si después de esparcir el fertilizante te sientes cansado, podemos dejarlo para otro momento.” Valetta se preocupaba por Kazura. La chica estaba realmente feliz de poder estudiar, y eso se veía reflejado en sus miradas llenas de anticipación. Aunque la noche anterior hubiesen hablado de construir una nueva rueda hidráulica con ayuda de los aldeanos, todavía quedaba trabajo por hacer, como esparcir el fertilizante en los campos. Si terminaban esa tarea, podrían proceder a construir el molino como habían pensado. La primera tarea tenía prioridad, ya que, si no lo hacían, no podrían sembrar más vegetales. Como no había trabajo esa tarde, Kazura aprovecharía esa oportunidad para enseñar a Valetta. “Lo entiendo. Entonces, ¡me voy!” “Sí. Por favor, ten cuidado.” Mientras Valetta agitaba la mano para despedirse, Kazura dejó atrás la residencia.
* * *
‘Me... Me duele la espalda... Me pregunto si debería ir a un masajista de Shiatsu la próxima vez...’ Entre los aldeanos, quienes estaban esparciendo el fertilizante con todas sus fuerzas, Kazura estiraba su espalda, agarrándola con sus manos. Después de volver de Japón, había regresado a la ferretería a por una gran cantidad de fertilizante que después había transportado hasta la aldea. Hasta ese momento, Kazura ya había movido unos mil kilos de producto utilizando la carretilla nueva. Así que las consecuencias eran las esperadas. Como le tomó un tiempo transportar todo el material hasta el pueblo, menos de una hora después de que los aldeanos comenzasen a trabajar con él, el cielo se comenzó a tornar de color naranja. Ese día, como nota, Kazura comió un gyudon con huevos extra grandes que servían en una de sus tiendas favoritas, y se lo terminó muy rápido. “Señor Kazura, después de esto ya habremos terminado, así que podrás irte el primero hacia casa y tomarte un descanso.” – ofreció Valetta, que observaba cómo el hombre gemía mientras se agarraba la espalda. Al igual que los demás aldeanos, Valetta parecía cansada, pero seguía teniendo buen aspecto. “No-no, para mí volver a casa el primero es…” “Pero no es bueno que te exijas tanto. Si estás cansado, deberías descansar tu cuerpo.” – insistió Valetta. “Valetta, vuelve a casa con Kazura y dale un masaje en la espalda.” Varin, que estaba viéndoles a los dos, habló ante la duda de Kazura. “Ah, no hace falta ir tan lejos. Está bien, volveré yo solo y descansaré.” – respondió el hombre, frustrado. “Eso es. Volvamos juntos.” “Valetta tomó la mano de Kazura y le forzó a volver a la residencia.
* * *
“Vuelvo enseguida.” – dijo Valetta. “Sí, tomate tu tiempo.” – contestó Kazura. Valetta cogió el jabón y un cubo de agua caliente que había calentado en el hogar, y salió hacia el jardín. Volvieron a la residencia para tomarse un descanso, pero como era de esperar, no había manera de que el olor a fertilizante no les molestase. Así que decidieron tomarse un baño. Kazura fue el primero en lavarse, después fue el turno de Valetta. ‘Aunque el jardín esté rodeado de paredes de madera, no es buena idea que una mujer ya madura se bañe ahí... Durante el invierno, el aire podía causarle un resfriado. Quizá debería construir una habitación contigua en esta casa, la próxima vez.’ Parecía una situación muy común en ese mundo, pero a Kazura le preocupaba. Mientras pensaba en sus cosas, el hombre abrió su bolsa de viaje para sacar una libreta grande y un estuche. También sacó varios libros de texto que había comprado en una librería. ‘Bueno. Sé que dije que le iba a dar clases, ¿pero qué debería enseñarle? He comprado unos cuantos libros de texto, pero me pregunto si serán de utilidad.’ Kazura comenzó a hojear las páginas de uno de los libros. ‘¿Ein? ¿Qué hace este libro de «Cómo iniciar una cafetería popular» aquí...? Me pregunto si lo habré colocado en la cesta de la compra por error.’ Kazura se quedó murmurando cosas por el estilo mientras leía el libro cuando Valetta, que había terminado de limpiarse, volvió a la habitación. “Gracias por esperar... Ah... ¿Puede que eso sea un libro?” “Sí, he traído varios libros que creo que podrían ser útiles para tu estudio. Pero este libro en concreto lo he traído por error, ya ves.” Abrumada por la curiosidad, Valetta tomó asiento al lado de Kazura, quien abrió el libro para ojear su contenido. Cuando ella echó un vistazo junto a su nuevo maestro, el dulce olor a jabón que venía de ella hizo que el corazón del hombre comenzase a golpearle con fuerza. Kazura volvió sus ojos hacia Valetta, que estaba refrescada por el baño y permanecía con los ojos pegados al libro. “Se... Señor Kazura... Esta cosa del libro es... ¿Un dibujo?” “¿Un dibujo? Ah, eso es. ¡Cómo he podido pasarlo por alto!” A lo que se refería Valetta era a una página ilustrada con el título: ‘Diseño del local para atraer a la gente’. Si ese era el título estaba bien, pero al rótulo le acompañaba una gran fotografía. Las fotos no existían en ese mundo, así que no era de extrañar que Valetta se sorprendiera después verlo. Pero, explicarle lo que era no ayudaría en nada a la muchacha, así que Kazura decidió darle una sencilla explicación. “Ah... Esta cosa... Se llama ‘Fotografía’. Es un dibujo de la escena impreso en el papel con muy pocas diferencias a las condiciones reales de lo que se quiere mostrar... ¿Me entiendes?” “Oh... Entonces... ¿Sería posible tener una fotografía de la escena de esta casa dibujada de esa manera?” “Eso es. Eres rápida comprendiendo las cosas.” – contestó Kazura. Mientras Valetta analizaba la fotografía, se dio cuenta de algo. “Esto... ¿Puedo tocar el libro?” – preguntó Valetta, pidiendo permiso. “Es increíble... Nunca he visto un pergamino tan fino como este. ¿Puedo saber de qué tipo de piel está hecho?” “Ah... No está hecho de piel. Se ha hecho a partir de un árbol.” – aclaró Kazura. “¿¡Eh……!?” Tras escuchar lo que Kazura le estaba diciendo, Valetta, quien tocaba la página del libro con admiración, se quedó sin palabras. “Umm... Bueno, el árbol pasa por múltiples procesos antes de convertirse en papel. Pero no sé exactamente qué tipo de tratamiento se utiliza para llegar a este resultado final.” “Así que está hecho de árbol...” Observando cómo la chica murmuraba mientras tocaba el libro, Kazura pensó en investigar acerca del proceso exacto de la fabricación de papel. Finalmente, comenzó a hablar sobre el tema que iban a estudiar esa tarde. “Mientras tanto, como te prometí, vamos a comenzar a estudiar. ¿Qué quieres que te enseñe?” Escuchando a la pregunta de Kazura, la chica contestó con una voz muy bajita mientras seguía mirando el libro. “He oído que la agente que vive en la capital estudia cosas como la ley, la historia, la teología y cosas por el estilo...” “……” Escuchando a la respuesta de la joven, esa vez fue Kazura el que se quedó estupefacto. Había pensado enseñar a Valetta utilizando un currículum basado en la educación japonesa obligatoria, pero pensándolo bien, ese mundo tenía unos temas de estudio muy diferentes a los de su país. Aunque solo fueran leyes o historia, Kazura había llegado a ese mundo hacía apenas dos semanas y no tenía ni idea. No tenía nada que enseñarle a Valetta sobre todo eso. “Lo siento mucho… No puedo enseñarte nada de eso. El contenido de la educación en mi país y la educación de Arcadia son totalmente diferentes.” “¿Eh?” Valetta se quedó en silencio después de escuchar la respuesta de su compañero. Después, rápidamente, abrió su boca. “Si es sobre las cosas que tú sabes, deseo aprenderlo todo. No esperaba que me fueras a dar la misma educación que la de la gente de la capital.” ‘De todas formas... ¿Qué debería enseñarle...?’ Kazura se puso a reflexionar, así que Valetta se unió a él. De repente le vino a la cabeza una buena idea y levantó su cara con una expresión de ‘¡Eureka!’ dibujada en su rostro. “Entonces, deseo que me enseñes la gramática de tu país. Así podré leer ese libro.” Escuchando la petición de la chica, Kazura contestó con un “Sí.” “Ah... Las letras... ¿Verdad? Bueno, parece que si podemos entendernos en nuestro idioma significa que la gramática será casi idéntica. Así que creo que te será relativamente fácil de memorizar... Ya entiendo... Es muy buena idea, pero hay algo que necesito que hagas a cambio.” “¿Un intercambio?” – preguntó la chica. Era una buena oportunidad para solventar una causa que concernía a Kazura, así que continuó hablando a Valetta, que lo miraba desconcertada. “También quiero aprender sobre las letras de este país. Si no, seré incapaz de leer las palabras de aquí.” Valetta se sorprendió al oír eso y rápidamente sonrió y contestó: “Muy bien.” “Entonces, ¿Empezamos?” “Ah, antes de eso, el masaje de espalda. ¿Te duele, verdad? Por favor, túmbate aquí.” – se ofreció Valetta. Y así, aprenderían a leer y a escribir el uno del otro.