miércoles, 3 de abril de 2019

Retro Capitulo 28

Volumen 2 Capítulo 28
Los Forasteros IV
Traducido por Thornapple
Corregido por Tars y DaniR
Editado por Tars

Pram fue sorprendido por el ataque del mago al que había perdido la pista. Observando más detenidamente se dio cuenta de que el mago era Criken. Había usado a sus subordinados para protegerse, y ahora su segundo hechizo había golpeado la espalda de Pram.
“[Puño del Destino]”
La tierra se coaguló en forma de puño y golpeó la espalda expuesta de Pram. “¡Augh!” – gritó Pram por el dolor agudo. Sangre fresca goteaba de sus labios y tropezó por el impacto. Apretando los dientes, calmó su respiración agitada y arregló su postura. Con la entrada de Criken tenía que ser más cuidadoso en su estrategia, ya que combatía contra un mago veterano. Este último, sin embargo, se sentía a gusto. “Tus habilidades son impresionantes, pero...”
“[Atar]”
“Tu experiencia es insuficiente.” – hechizo Atar del primer círculo. Grilletes de maná fueron disparados hacia Pram. Perseguían lentamente a Pram, y éste podía esquivarlos, pero lo llevaron directamente a la trampa de Criken. “Je, je.”
“[Elevar Muro]”
El hechizo Atrapar era una finta para atraer a Pram a la trampa. Una barrera de tres lados se levantó del suelo para rodear al chico y amurallar sus intentos de evitar que la ráfaga de hechizos le cayera encima. Docenas de hechizos le llovieron implacablemente, y sin ningún sitio a donde ir, se vio forzado a bloquear. “¡Hah!” – Pram blandió su estoque de Blanchume sin detenerse ante el torrente de magia que le estaban lanzando. Llamas ardientes, carámbanos afilados y vendavales desgarradores fueron destrozados por la hoja plateada; el más mínimo momento de vacilación lo derribaría. Incluso con su mayor velocidad, solo podía desviar y dispersar la magia, los magos nunca le darían una oportunidad de escapar. Los ojos de Criken se entrecerraron al ver a este chico desconocido resistiendo a su contingente de magos. ‘Me desharé de este chico de una sola vez.’ Reunió su maná y formó un hechizo de tercer círculo a su alrededor. La magia destriparía al espadachín y lo convertiría en cenizas. Solo necesitaba unos segundos más… ¡Paaam! La atención de Criken se distrajo cuando uno de sus magos cayó hacia él y lo derribó. Su fórmula se disipó al mirar bien al hombre que había caído. Había un pequeño agujero en la placa de pecho de su subordinado. Inmediatamente miró a su alrededor con pánico. Se podían encontrar rastros de magia, era magia de francotirador. Un espadachín frente a él fue derribado. Otros dos detrás de él también. Criken se mordió el labio. Si no se defendía ahora, perdería la oportunidad. Sus hombres caían como moscas. El incansable aluvión de magia sobre Pram se estaba aflojando y estaba ganando impulso. La victoria se le escapaba de las manos delante de sus ojos. ‘Mierda.’ “¿Perder? ¿Yo?” – maldijo en silencio. – “¡No dejaré que esto termine aquí!” “¡Ugh!” Uno de los espadachines recibió un golpe y Criken vio una oportunidad. El subordinado caído se estaba quejando, pero cuando miró cuidadosamente, el ataque no había perforado su armadura. ‘El hechizo ni siquiera ha podido perforar la armadura, ¿es un mago del segundo círculo?’ “¡Todos vosotros! ¡Protegedme!” – ordenó Criken. “¡Sí, señor!” Inmediatamente empezó a preparar un hechizo. La fórmula mágica se manifestó rápidamente a su alrededor y drenó una enorme cantidad de maná de su cuerpo, haciendo que fuera incapaz de mantener los hechizos que ya tenía activos. Sus creaciones anteriores empezaron a desmoronarse. Sin los muros, el camino de Pram estaba libre y los espadachines enviados a reprimirlo sintieron un escalofrío en su columna vertebral. Sin el muro para retenerlo, ni siquiera sería una pelea, sería una masacre. “¡Ya viene!” Temblaban en preparación para su lucha con el espadachín de rango caballero. Pero no pasó nada. Pram pasó corriendo junto a los espadachines y, en su lugar, causó estragos entre los magos que se encontraron completamente a merced de los destellos plateados. Al mismo tiempo, los espadachines fueron eliminados por los relámpagos sin forma de la magia de francotirador que se encontraba fuera de su vista. Poco después, solo quedaban Criken y uno de los espadachines. “Li… ¿Líder?” La cara del espadachín palideció cuando su espada se encontró con la hoja sin peso. No duró ni un segundo antes de que su espada fuera partida en dos. “Señor, ¡Ayúdeme!” Criken no le hizo caso. La magia se arremolinaba a su alrededor y completó el hechizo. Una plataforma de piedra se fracturó y se elevó en el aire con Criken en el epicentro. Una amplia sonrisa y una muestra de alivio aparecieron en la cara del espadachín, con la mayor fe en que su líder le daría la vuelta a la lucha. “Como era de esperar del líder. ¡Siempre tienes algo bajo la manga!” “No...No es eso. Esto es...” Pram sintió ansiedad al ver la magia que estaba formando Criken. Los fragmentos de piedra que le rodeaban comenzaron a condensarse a su alrededor y a cubrirlo con un robusto caparazón. Todo el suelo había sido arrancado y Pram se retiró a un lugar seguro. “¿Ein?” Pero para el soldado fue diferente. No pudo escapar del hechizo y fue levantado junto al suelo. “Espera, Líd…” De repente, el suelo se comprimió, arrastrándolo. Un crujido sangriento resonó. Un escalofrío escalofriante corrió por la columna vertebral de Pram. Le sorprendió que este líder sacrificara a sus hombres sin pestañear. Aun así, no podía acercarse debido al campo mágico, de lo contrario sufriría el mismo destino. Una vez terminada la reconstrucción de la roca, apareció un hexaedro, liso y refinado.
“[Esfera de Tierra]”
Una magia defensiva del más alto nivel. Este era un hechizo que se usaba para escapar del cuarto círculo. El suelo que había sido usado para el hechizo ya no podía soportar su propio peso y cedió. Pram apenas pudo evitar caer agarrándose a los bordes pero, a diferencia de él, el hexaedro comenzó a caer libremente y desapareció en el abismo. Miró impotente al lugar donde había estado su enemigo hacía unos segundos.
* * *
En un lugar no muy lejano de la Torre de la Magia, el suelo de piedra comenzó a moverse como si estuviera respirando. El lugar olía a moho y a humedad, y las ratas se alejaban por los temblores. El hexaedro salió disparado del suelo y se encontró en un lugar alejado de las miradas entrometidas. El hexaedro cayó de nuevo a la tierra cuando una figura alta emergió desde dentro, sosteniendo un cristal mágico que brillaba en la oscuridad de las alcantarillas. Criken suspiró. “Uf.” Su frente estaba cubierta de sudor. “De verdad, no lo entiendo. Aunque fuera la Torre de la Magia, no hay forma de que tengan una red de información tan extensa...” Se limpió la frente y una vez más se puso su máscara de cara de tiburón. “En cualquier caso, nuestro objetivo actual está completo.” El cristal mágico del segundo nivel, la Lágrima de Ruigenell. Sus ojos se perdieron en la luz azul luminiscente y sonrió. “Eso sería cierto si pudieras salir de aquí.” Criken saltó y miró por el pasillo hacia la fuente del ruido. “¿Cómo me has encontrado?” “Te marqué con mi maná. Me permite encontrarte en tiempo real.” Unos pasos resonaron en el pasillo cuando un chico joven emergió de entre las sombras. Criken reconoció el rostro, era el muchacho al que había destrozado el pan. “¡Ahhh…!” – suspiró Criken. El alivio le limpió la cara. – “Me has engañado. La situación ha dado demasiadas vueltas y casi se me escapa de las manos. Pero solo por un momento.” Podía sentir claramente que el chico frente a él solo tenía suficiente maná como para ser un mago del primer círculo. Extendió su mano para crear una fórmula mágica que asesinara al molesto chico y entonces… La fórmula desapareció. “¿Qué está pasando?” Lo intentó de nuevo, pero los resultados fueron los mismos. No tardó mucho en darse cuenta de que su secuencia había sido robada. “¿De verdad planeas completar un hechizo con una fórmula tan simple?” El chico que estaba frente a él había robado su hechizo. ¡Un hechizo de un mago del cuarto círculo! Si Pram o Romántica estuvieran aquí, lo habrían reconocido: el Rango Único de Hebrion, Desir Arman. ‘¿Cómo los está controlando?’ Podía sentir que el niño frente a él solo tenía la capacidad mágica de alguien del primer círculo. Era imposible que fuera capaz de dominar sus hechizos por fuerza bruta, pero esa era la realidad. Si no lo estuviera viendo con sus propios ojos, tampoco lo creería. Su derrota estaba cerca. “Tenemos una pequeña deuda que saldar, ¿no? ¿Recuerdas ese pan que pisaste?” – Desir se dirigía a él despreocupado, pero Criken mantenía su distancia. Había sido arrinconado a pesar de su orgullo como mago del cuarto círculo. Estaba desesperado. “N… ¡No te acerques más!” – Criken levantó el brillante tesoro en la palma de su mano y amenazó a Desir. “¡Lo haré pedazos! ¡Lo romperé en mil trozos!” – gritó como si estuviera en sus últimas horas. “Inténtalo.” – Desir suspiró con una mirada lastimosa y sacudió la cabeza mientras hablaba. “¿Qué?” “He dicho QUE LO INTENTES.” – Desir repitió sus palabras una vez más. “Bastardo…” – Criken sintió el calor golpear su cara. Desir se acercó más. “No lo harás. Al fin y al cabo has perdido a muchos de tus hombres para conseguirlo.” Con cada frase, se iba acercando hacia Criken. “¿Qué te quedará después de que hayas perdido incluso esto?” “¡No te acerques más!” Desir no prestó atención a sus amenazas y se puso frente a su cara, tratándolo como a un espantapájaros. ‘¡Este idiota!’ La mirada de impotencia en la cara de Criken se transformó en astucia. Una leve sonrisa se formó en sus labios. A pesar de la confianza excesiva del chico que tenía delante, no esperaba que se acercara tanto. Si luchaban con magia, creía que Desir sería capaz de desarmar sus hechizos, pero en una batalla de pura fuerza… Podía derrotarle en una pelea física. Sin decir una palabra más, le dio un puñetazo al chico.
“[Control de gravedad]”
Un hechizo de control del cuarto círculo. Desafortunadamente para él, el lanzamiento de Desir fue mucho más rápido que la velocidad del puño de Criken. Su fórmula mágica se desplegó rápidamente y se activó a quemarropa en el rango de Criken. Antes de que el hombre pudiera parpadear, un enorme peso lo presionó y lo dejó arrodillado. “Argh...¡AAAAaaaargh!” Criken luchó con todas sus fuerzas bajo la creciente fuerza gravitacional que lo empujaban hacia el suelo.
Poco después, la gravedad lo obligó a tumbarse en el suelo. Estaba completamente atrapado. Control de Gravedad lo había puesto bajo ocho veces la presión normal. Un fuerte golpe sonó cuando Criken se quedó pegado al suelo. Los ojos de Criken lloraban mientras el hedor de las aguas residuales escocía su nariz.