miércoles, 29 de mayo de 2019

Retro Capitulo 43

Volumen 2 Capítulo 43
Dos problemas II
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars

Poco después, Desir regresó con un poco de té caliente y de frutas secas. Terminó de contarle su historia e instó a Pram a contar la suya propia. Mientras comían, Pram explicó cómo le había ido en el Mundo de las Sombras: al principio, había estado bastante indeciso. Se había dado cuenta de que estaba completamente solo, pero trabajó diligentemente en la misión que le habían asignado. A pesar de los muchos errores y complicaciones que creó, finalmente completó su primera misión. “Ahora estoy en una misión para realizar méritos en la batalla anual contra los bárbaros, y de ser ordenado caballero.” – concluyó. “¿Bárbaros?” – Preguntó Desir en respuesta. “Sí. No hay nada de comer en la tundra congelada del norte. Por ello, atacan los territorios fértiles de esta región cada año.” – Explicó Pram. Al terminar su explicación, una notificación apareció frente a Desir.

Has encontrado el primer problema de Evernatten.
Has aprendido sobre el problema de los Bárbaros.
Así que el otro problema son los bárbaros. ’ – supuso Desir sin decir ni una palabra, mientras mordía uno de los frutos secos que había traído. – “¿Cómo va el progreso de tú misión?” “Bueno… sobre eso…” – Pram suspiró. – “Estoy en la misma situación que usted, Señor Desir. No he visto a ni un solo bárbaro.” “¿Qué quieres decir?” “Según los grupos de exploradores, nadie ha visto señales de una incursión bárbara. La Orden de Caballeros ya ha declarado que los bárbaros han renunciado a una incursión este año.” “¿Los bárbaros se han rendido?” – La risa mezclada con incredulidad se filtró de la voz de Desir. – “Eso no puede ser verdad.” “No es una afirmación infundada, Señor Desir. Desde que Wilhelm se convirtió en señor, los bárbaros no han sido capaces de atravesar los muros ni una sola vez. Han fallado durante cinco años seguidos; ¿no cree que ya es hora de que se rindan?” “¿Recuerdas al bárbaro que conociste antes?” – Preguntó Desir de repente. Pram asintió con su cabeza. Recordó al bárbaro que conoció en la Tienda de Uzuken. “¿Y qué clase de sentimientos obtuviste de él?” – continuó Desir. “Como si fuera la encarnación física del espíritu de la guerra…” – Admitió Pram a regañadientes. “¿Cómo crees que serán cuando se reúnan en grupo? La lógica normal no funciona con los bárbaros. ¿Una fortaleza impenetrable? La mera idea sólo envalentonará a que se esfuercen más.” – La voz de Desir tenía un toque de autoridad, como si supiera mucho de los bárbaros. A decir verdad, lo sabía: había luchado con el Rey de los Bárbaros durante 10 años dentro del Laberinto de las Sombras. Había aprendido mucho sobre ellos simplemente viendo a Donaif guiar a su pueblo en la batalla. “Además de eso.” – continuó Desir. – “Se están muriendo de hambre, y la tierra fértil esta justo frente a sus ojos. ¿Renunciarán? No. Lo darán todo por conseguirla.” Desir bajó su voz hasta ser un susurro. “Puede ser que aún no hayan mostrado su verdadera fuerza, para hacer que Evernatten los subestime.” “Pero eso no tiene sentido, Señor Desir. ¿Por qué intentarían un subterfugio?, Les encanta mostrar su fuerza y pelear en el campo de batalla.” Desir asintió ante la objeción de Pram, a medias. “Tienes razón, Pram, pero ya se están comportando de forma bastante irregular porque aún no se han revelado. Eso significa que tenemos que considerar otro factor importante, fuera de los rasgos únicos de los bárbaros.” “¿Cuál sería ese?” “La existencia de un Oponente. Casi todas las instancias de Narrativa de los Mundos de las Sombras tratan sobre un incidente histórico que involucra a dos fuerzas opuestas. En ese caso, debe haber otro personaje clave que actúe como antagonista al Señor Evernatten. Él debe ser el que lidera a los barbaros, y el que estableció esta nueva estrategia.” Desir se quedó inmerso en sus pensamientos por un instante, y a continuación continuó murmurando en voz baja. “Su objetivo es la comida… no se han revelado todavía… sin embargo… es cierto. Si están tratando de sacar la comida, no necesitan de un gran número de tropas.” – concluyó Desir enfáticamente. – “Planean emboscar a los guardias del almacén de alimentos y asaltarlos con una pequeña fuerza de ataque.” Esto podría describirse como el ‘problema secreto’ al que se enfrenta Evernatten. La idea dependía de su profunda comprensión de los bárbaros. De repente, un mensaje apareció frente a Desir tan pronto como terminó de expresar su pensamiento.

Misión oculta
Tu sorprendente perspicacia ha discernido los planes de los bárbaros con una pequeña pista.
La misión oculta Asalto ha comenzado.

Nueva misión: Asalto
Los bárbaros se infiltrarán en el castillo en 3 días. Su objetivo son las raciones dentro del almacén de alimentos. ¡Detén el asalto!
Si se quedan sin alimentos, la moral de los soldados caerá en picado.
La gente que vive en el territorio de Evernatten y en los territorios aledaños morirá de hambre en el frío invierno.
La tensión entre la gente que vive aquí y los bárbaros aumentará.
Hay actualmente 4 meses de comida almacenada.
*.*.*
El fuego del brasero crujió ruidosamente, creando largas y pálidas sombras desde las piedras mientras Desir y Pram subieron por las escaleras hacia la parte superior de las murallas para observar la región. Mientras caminaban a lo largo de la pared, hicieron un simple bosquejo de las características principales de la zona, y calcularon la ubicación de los puestos de guardia. Desir había tardado una cuarta parte del día en recorrer toda la región, y había elegido los tres lugares más probables desde donde los bárbaros intentarían infiltrarse en el castillo. El primero era un espacio detrás del molino de agua, donde la pared era relativamente más baja, debido a una colina que se encontraba del otro lado de la pared. El segundo se encontraba en el muro sur, donde la distancia entre los puestos de guardia era relativamente grande, dejando la zona con menos vigilancia. Y la última era la puerta oeste, el punto más cercano al lugar donde se encontraba el almacén de alimentos. Como era de esperar, el territorio de Evernatten era relativamente amplio y resultaba difícil mantener las patrullas adecuadas; con toda seguridad, los bárbaros tendrían una oportunidad. “¿Qué tal te fue al pedirle a tus compañeros soldados que aumentaran la densidad de sus patrullas?” – dijo Desir, girándose hacia Pram. Pram suspiró. “No tan bien. Por mucho que lo intente, nadie me cree.” “¿Cómo es tu relación con el resto de soldados?” – preguntó Desir. “No estoy seguro.” – respondió Pram. – “No he sido consciente de su nivel de afecto, así que realmente no lo sé.” “Probablemente son escépticos porque su nivel de afecto por ti no es lo suficientemente alto.” – explicó Desir mientras continuaban caminando. – “Dijiste que la Orden de Caballeros ya había tomado la decisión de que los bárbaros no invadirían este invierno. Probablemente necesitarías un nivel de afecto de ‘Confianza’ como mínimo para que te crean en la Orden de Caballeros.” Pram suspiró de nuevo. “Y pensar que el nivel de afecto tenía ese tipo de consecuencia…” “Es demasiado tarde para hacer algo al respecto ahora. Tendremos que idear un plan por nuestra cuenta.” Esos últimos días, Desir y Pram habían recortado las horas que le dedicaban a dormir para patrullar por la muralla del castillo. Siempre que terminaban con sus obligaciones diarias, subían a la muralla para patrullar las zonas que Desir supuso que eran los puntos más probables de sufrir un ataque. Desgraciadamente, descubrieron que la situación era aún peor de lo que pensaban en un primer momento. Los soldados que custodiaban las murallas no estaban preparados para una emboscada. Carecían de disciplina y pasaban la mayor parte del tiempo echándose una cabezada o charlando entre ellos. Desir suspiró. “Sin enemigos tangibles, no sienten ninguna urgencia.” “Ya es bastante difícil hacer este trabajo con dos personas… si hasta los soldados son así…” – dijo Pram molesto. A partir de ese momento, se agregaron otra tarea: Despertar a los soldados durante sus propias patrullas. En el segundo día, comenzó a nevar. Era la primera vez que nevaba desde que habían llegado, y era una nevada intensa. Para cuando la patrulla de la primera zona, el molino de agua, había concluido, la nieve se había acumulado varios centímetros. Sus pasos dejaban profundas huellas a medida que avanzaban. “Por culpa de la nieve, la visibilidad se ha reducido considerablemente. Tendremos que ser más cuidadosos hoy.” – gritó Desir para que su voz se elevara sobre el estruendo de la tormenta invernal. Se agarró firmemente a sus ropas mientras ondeaban en el viento. – “Pram, ¿todavía llevas puesto tu traje rúnico?” “Siempre.” “Bien.” Continuaron apresuradamente hasta el segundo punto, el muro sur, tenían que bajar por unas largas escaleras y pasar por un sendero estrecho para llegar. No se veían a los vigías por ningún lado. Era una escena familiar. Pram suspiró de nuevo. “¿Dónde estarán socializando ahora?” Desir se detuvo. Sintió una extraña e inexplicable inquietud. Sin avisar, salió corriendo a lo largo de la pared, y apenas fue capaz de reconocer las figuras que habían caído contra la pared. Los guardias no estaban dormitando ni socializando. Estaban muertos. “¿Señor Desir?” Los nervios de Pram agitaban su voz. Desir miró a los guardias caídos. La nieve había empezado a formar una fina sabana sobre sus cadáveres, lo que significaba que había pasado muy poco tiempo desde que habían sido asesinados. Agarró a uno de los guardias muertos por los hombros. Estaba frío como un bloque de hielo, pero fue capaz de ver una flecha clavada en la mitad de su estómago. Había goteado un charco espeso de sangre debajo. Apareció una notificación.

Has descubierto la infiltración de los bárbaros.
El ataque ya había comenzado. Habían ejecutado un ataque sorpresa casi a la perfección; Desir estaba seguro de que casi nadie más en Evernatten sabía que estaban siendo atacados en este momento. Pram giró reflexivamente y comenzó a dirigirse a la torre que se encontraba más adelante. “¡Agáchate!” – gritó Desir, mientras empujaba a Pram contra el suelo. Media docena de flechas pasaron volando sobre su cabeza con un silencioso y estridente silbido, antes de estrellarse contra las paredes de piedra con un crujido. “Qué… ¿flechas…? ¿Pero cómo pueden apuntar a través de esta tormenta…?” La voz de Pram sonaba aturdida. “Espera un segundo Pram.” En silencio, Desir activo su magia.
“[Visión de Búho]”
Un hechizo que permitía ver claramente por la noche. Con cuidado, Desir se asomó entre las almenas. Vio a un grupo de bárbaros con sus cuerpos casi totalmente cubiertos por la tormenta de nieve. Uno de esos hombres llamó su atención. Estaba cubierto con la piel de un Tigre Blanco y llevaba en una mano un gran arco, de casi dos metros de largo. Estaba a la cabeza de los bárbaros que se dirigían hacia la muralla.

Has encontrado al héroe legendario: Garra Sangrienta
Es el jefe de la tribu del Halcón y ha conseguido unir completamente a los bárbaros del sur, bajo su mando, con su brillante intelecto.
Es conocido como el mejor arquero del clan Halcón.
“Un titán ha llegado.” La voz de Desir estaba sorprendentemente tranquila. Vio como lanzaban ganchos hacia la muralla y se enganchaban con facilidad. Las cuerdas colgaban hacia abajo y fueron rápidamente agarradas por bárbaros que llevaban pieles de leopardo blanco. Según sus cálculos, había casi un centenar. Sería una locura luchar contra ellos. ‘Sería bueno que Ajest estuviera aquí…’ Agitó su cabeza, y se giró para mirar a Pram. Sus labios estaban pálidos. “Tenemos que alertar a la gente.” “Correcto.” – coincidió Desir. – “Pero, ¿cómo…?” Se volvió para prestar atención a la torre de guardia. Estaban en la Torre de Guardia número 13 y tenía una gran campana en la parte superior, preparada para alertar a todo el mundo en caso de invasión. Desafortunadamente, el guardia que debía de tocarla se había convertido en un puercoespín. “Tsk. ¿No hay otra forma?”