Volumen 6 Capítulo 2
Amenazas futuras
Traducido por Tars
Corregido por DaniR
Editado por Tars
Corregido por DaniR
Editado por Tars
"¿Tomar la isla de Jeju?"
Después de haber sido informados por el Presidente, los miembros de la Asociación Japonesa de Cazadores no reaccionaron y mantuvieron la calma. Sin embargo, los representantes del gobierno japonés no podían hacer lo mismo.
“¿Qué quieres decir con eso?”
“¿Quieres ir a la guerra con Corea?”
“Nuestro país lleva sesenta años preparándose para una guerra.”
“¿De qué tonterías estás hablando?”
Las voces de los funcionarios del gobierno se hicieron fuertes. El fuego que sentían bajo las plantas de los pies por el problema con las hormigas se estaba extendiendo hacia los tobillos. Si no eran capaces de darle una respuesta adecuada al Primer Ministro y a la prensa, algunas personas podrían perder su cabeza. Era por eso que habían convocado una reunión con el Presidente de la Asociación japonesa para encontrar una solución. ¿Y ahora de qué estaba hablando? ¿Qué pasaba con la isla de Jeju? Estaba diciendo tonterías con gente impaciente y que estaba muy ocupada, era normal que estuvieran enojados. Si no fuera por los cazadores que se encontraban justo al lado del Presidente de la Asociación, Matsumoto Shigeo, le estarían gritando todo tipo de insultos al anciano.
‘Son tan patéticamente predecibles.’ – pensó el Presidente mientras ponía una sonrisa ante las quejas que estaban lanzando hacia él. Sus reacciones estaban completamente dentro de sus cálculos.
‘Tsk. Tsk.’
Chasqueando la lengua en su mente, Matsumoto esperó por un instante para luego abrir la boca de nuevo.
“No digo que iremos a la guerra con Corea. Tampoco estoy diciendo que tomaremos la tierra por la fuerza.”
“¿Qué?”
“Entonces, ¿qué vas a hacer?” – dijo un funcionario con un tono de voz agresivo.
“Por favor, cálmate.” – dijo Matsumoto alzando la voz. Las comisuras de su boca se elevaron. – “Corea ofrecerá la tierra por su cuenta.”
La sala quedó en silencio. La atmósfera de la sala de conferencias se enfrió rápidamente ante la actitud cínica de Matsumoto. Considerando la fuerza de su declaración y su actitud, el Presidente de la Asociación parecía estar hablando en serio.
“...”
El Viceprimer Ministro, conocido por su personalidad fría y serena, abrió la boca por primera vez en esta reunión:
“Presidente de la Asociación Matsumoto.”
Era el hombre más cercano al Primer Ministro y el que actuaba en su nombre. Cuando tenía que reemplazarlo, sus palabras eran la máxima autoridad del gobierno.
“Lo que acabas de decir… ¿Cómo lograrías eso?” – dijo la segunda autoridad del gobierno japonés, mostrando interés por los planes del presidente de la Asociación.
Alguien estaba prestando atención a sus palabras.
“Corea no tiene la fuerza necesaria para despejar una puerta de rango S. La situación no ha cambiado desde que aparecieron las hormigas hace cuatro años.” – comenzó a explicar Matsumoto con tono serio.
El Viceprimer Ministro asintió. Jeju era una isla grande que representaba el dos por ciento de la masa terrestre de Corea del Sur y, dado que habían evacuado la isla, quedaba claro que el país no podía proteger esa área, no se necesitaban más explicaciones. Después de fracasar tres veces intentando recuperarla, Corea del Sur había renunciado extraoficialmente a la isla. Esos eran los hechos.
“Piénsalo. En una situación como esa, si Japón ofrece la ayuda de nuestros cazadores de rango S para eliminar a las hormigas, ¿cómo reaccionaría Corea?”
La noticia de que las hormigas podían volar y escapar de la isla ya había llegado a Corea del Sur, y era solo cuestión de tiempo antes de que el territorio continental de Corea fuera atacado. A menos que estuvieran locos, los funcionarios de Corea del Sur no rechazarían su oferta. Sin embargo…
“Entonces, ¿crees que Corea ofrecerá la isla de Jeju solo porque les ayudemos?” – preguntó el Viceprimer Ministro, señalando el problema en el plan del Presidente de la Asociación.
Considerando la relación entre los dos países, no había forma de que el orgullo de sus vecinos les permitiera hacer tal cosa. Alrededor de la sala de conferencias, algunos de los funcionarios del gobierno se echaron a reír. Sin embargo, el Viceprimer Ministro continuó tranquilo sin reírse o enojarse.
‘Como ha dicho el presidente, si ayudamos a Corea, las hormigas de la isla de Jeju podrían ser eliminadas.’
Matsumoto, que conocía muy bien a los cazadores de ambos países, confiaba en que podían combatir contra las hormigas, pero eso no era lo que se cuestionaba aquí.
‘¿Para qué vamos a hacer eso?’
Aun teniendo en cuenta que los ciudadanos de Japón habían sufrido por algún monstruo errante, las hormigas de la isla de Jeju eran un problema de Corea del Sur. Japón no se atrevería a arriesgar la vida de sus propios cazadores solo por ayudar.
‘No hay manera.’ – resopló el Viceprimer Ministro en su cabeza. Estaba completamente dedicado a servir a su país. Por ello, si se regala algo, se debe recibir algo a cambio. Este era el principio básico de la política. Si la nación ofrecía sus cazadores a Corea, Corea debía dar algo igual a cambio.
‘Como poco, debemos obtener la isla de Jeju por las molestias.’
Esta era la única razón por la que había mostrado interés en el plan de Matsumoto. Sin embargo, la explicación del anciano no tenía sentido y era poco realista, por lo que el interés del Viceprimer Ministro se desvaneció más rápido que la del resto de personas.
“¿Quién dijo que íbamos a ayudar a Corea?” – preguntó el Presidente de la Asociación de repente, echándose a reír.
El Viceprimer Ministro frunció el ceño.
'¿Te estás burlando de mí?'
Estaba a punto de gritarle al Presidente de la Asociación que dejara de perder el tiempo, cuando...
‘Espera…’
Los ojos del Viceprimer Ministro se abrieron de golpe. El Presidente de la Asociación solo había dicho que ofrecerían su ayuda.
“Tú, no puedes estar pensando en…”
“Lo estoy.” – contestó el Presidente, admitiéndolo directamente.
Al mirar el rostro aterrado del Viceprimer Ministro, el anciano supo que el funcionario del gobierno entendía cuáles eran sus verdaderos planes.
“Quieres... ¿Alimentar a las hormigas con los cazadores coreanos?”
Matsumoto estaba encantado.
‘Había oído que era un hombre bastante inteligente. Ahora veo por qué.’ – pensó Matsumoto encantado.
“Sí. Una vez que los rangos más altos de Corea ataquen a la hormiga reina con nuestro apoyo, nos retiraremos.” – dijo Matsumoto con tono serio.
Corea del Sur ya había fallado tres veces, nunca sospecharían que el cuarto fracaso fuera a ser por los actos de los japoneses. No, aunque lo hicieran, no importaba, todo habría terminado para entonces.
“Corea del Sur… ¿Pretendes acabar con los principales cazadores de Corea?” – dijo el Viceprimer Ministro con voz temblorosa.
“Su destino quedó predestinado cuando apareció una puerta en la isla de Jeju que no fueron capaces de cerrar.” – continuó el Presidente de la Asociación con confianza. – “En cierto modo, lo único que hacen desde entonces es retrasar sus muertes.”
“Eso es…”
“Y una vez que todos los cazadores de rango S estén muertos, Corea no tendrá ningún espacio para negociar.”
A medida que las hormigas voladoras fueran apareciendo una a una en un país sin cazadores de rango S, el país se enfrentaría el exterminio. Podía ocurrir que al principio uno o dos gremios pudieran detenerlas de alguna manera, sin embargo, a medida que pasara el tiempo, el número de hormigas no pararía de aumentar.
‘Al final, no tendrán más remedio que solicitar la ayuda de los cazadores de otros países.’
Pocos países podían ayudar a Corea del Sur. China y Rusia poseían la capacidad de hacerlo, pero sus países eran demasiado grandes y tenían muchas áreas de proteger. Por otro lado, Estados Unidos ya se había negado a ayudar cuando la puerta de rango S apareció por primera vez en la isla de Jeju, y si pedían ayuda a Corea del Norte existía la posibilidad que de ocuparan Seúl.
‘No, solo les queda Japón.’
Después de todo, las hormigas también atacarían Japón. Al final, Corea no tendría más remedio que confiar en Japón, y podrían exigirle cualquier cosa.
‘En ese momento, Corea podría ofrecer la isla de Jeju por iniciativa propia...’
El plan del Presidente de la Asociación tenía su mérito. Un escalofrío recorrió las espaldas de los funcionarios del gobierno. Nunca habrían pensado que su plan consistía en matar a todos los cazadores de rango S del país vecino. En este momento, eso no era diferente de destruir todo el país.
‘Eres un humano realmente aterrador, Presidente Matsumoto Shigeo.’
El Viceprimer Ministro se estremeció ante el cruel plan del Presidente. Sin embargo, el anciano apenas comenzaba a mostrar sus verdaderos colores…
“La isla de Jeju solo es el comienzo.”
Poco a poco. Siempre que Corea necesitase la fuerza de un cazador de rango S, tendría que arrastrarse bajo Japón. Podrían devorarlos sin disparar ni una sola bala.
“Ese es mi plan…”
Después de que el Presidente de la Asociación terminara su explicación, todos los que lo estaban escuchando soltaron un suspiro. Aunque al principio lo habían tratado como un loco, ahora los funcionarios del gobierno lo miraban con respeto mientras sudaban.
“Entonces… Viceprimer Ministro, ¿qué vas a hacer?” – preguntó el Presidente de la Asociación para terminar con el asunto.
Todos los ojos pasaron del Presidente de la Asociación hacia el Viceprimer Ministro.
“...”
El hombre tragó saliva. En estos momentos, sus palabras representaban al Primer Ministro, por lo que debía ser cauteloso y pensarlo detenidamente.
“¿Cómo puede ayudar el gobierno?” – dijo tras una intensa reflexión mientras levantaba la cabeza.
* * *
Has derrotado a un Caballero demoniaco.
Has ganado 3.000 puntos de experiencia.
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Has derrotado a un Caballero demoniaco.
Has ganado 3.000 puntos de experiencia.
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Has derrotado a un Noble demoniaco.
Has ganado 4.500 puntos de experiencia.
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Cada vez que los soldados sombra mataban a algún demonio, aparecía un mensaje del sistema notificándole la experiencia obtenida. Jinwoo se dedicó a subir de nivel preparándose para lo que podría encontrar en el último piso del castillo. Cuanto mayor era la recompensa, mayor era el riesgo que tenía que superar para obtenerla.
‘El ingrediente para el Agua sagrada de la vida, puntos de estadísticas, piedras rúnicas…’
Teniendo en cuenta las recompensas que se podían obtener del Rey Demonio, no podía darse el lujo de descuidar su nivel.
Has subido de nivel.
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Casi habían exterminado a todos los demonios, así que Jinwoo abrió la ventana para verificar su nivel.
Nivel: 87
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Antes de entrar en el castillo demoniaco poseía nivel 80, pero ahora ya había alcanzado el nivel 87. Era una buena velocidad. Mirando el aumento de sus estadísticas, puso una sonrisa.
‘Bien.’ – pensó mientras apretaba el puño.
Has derrotado a un Noble demoniaco.
Has ganado 4.500 puntos de experiencia.
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Has derrotado a un Noble demoniaco.
Has ganado 4.500 puntos de experiencia.
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Mientras tanto, los soldados sombra estaban acabando con los demonios que quedaban. Sus soldados estaban haciendo un trabajo increíble y los mensajes del sistema seguían apareciendo sin cesar. Como de costumbre, cuando terminó la batalla, los soldados se reunieron alrededor de Jinwoo, siendo Hierro el más rápido.
Clanc
Se puso de pie con orgullo frente al cazador, estirando su pecho como si esperara un cumplido.
“¿Has terminado?” – dijo Jinwoo con una sonrisa al ver la actitud de la mole que tenía delante.
Hierro asintió con la cabeza.
“¿Estás seguro?”
Hierro volvió a asentir con fuerza. Jinwoo sonrió y agudizó sus sentidos. A continuación, se dio la vuelta y arrojó el Puñal de Baruka.
‘¡[Lanzamiento de daga]!’
La daga se hundió en el muro en un instante. Sin embargo…
“¡Aaaargh!”
La daga golpeó a un demonio que se estaba escondiendo mientras esperaba a que Jinwoo llamara a sus soldados para hacer un ataque por sorpresa. El herido demonio se sorprendió cuando vio una daga perforando el lado izquierdo de su pecho.
“Co… ¿Cómo lo supiste?”
Si hubiera sido humano habría perforado su corazón. Jinwoo había visto fácilmente a través de la magia de ocultación de un demonio de rango superior.
“Humano.”
Jinwoo se situó frente a la nariz del demonio, que hizo un esfuerzo para elevar sus ojos. Hubo un temblor en sus pupilas.
“¿Cómo…?
Jinwoo sacó el Puñal de Baruka y usó la única habilidad que tenía de combate cuerpo a cuerpo.
“¡[Apuñalar en puntos vitales]!”
¡Crash!
El demonio, que apenas había sobrevivido al lanzamiento de la daga, murió de un solo golpe.
Has derrotado a un Noble demoniaco.
Has ganado 4.500 puntos de experiencia.
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Jinwoo recogió el Puñal de Baruka y se volvió hacia Hierro.
“¿Cómo explicas esto?”
“……”
Hierro se rascó la parte posterior de la cabeza y puso una cara avergonzada. Poco después, Ygritte regresó tras desplazarse a las partes más profundas de la ciudad para matar demonios.
“¿Huh?”
Jinwoo podía sentir un tipo extraño de energía emanando de su cuerpo.
‘¿Qué esta pasando?’ – se preguntó mientras ladeaba la cabeza. Parecía diferente.
Ygritte se acercó y se arrodilló ante Jinwoo, agachando la cabeza. Hasta ahora, ese había sido su comportamiento habitual, pero en ese instante sonó el timbre del sistema.
‘¿Un mensaje del sistema?’
Jinwoo tragó saliva.
El caballero Ygritte solicita permiso para un ascenso.
¿Das permiso?
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‘¿Un ascenso?’
Sorprendido por un tipo de mensaje que nunca había visto, Jinwoo abrió rápidamente la información de Ygritte.
Ygritte – Nivel Máximo
Grado Caballero.
Debido a que se ha alcanzado el nivel máximo, es posible ascender al siguiente grado con el permiso del Monarca.
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‘¿El nivel de Ygritte es…?’
El nivel había cambiado a ‘Máximo’. Parecía que una vez que se alcanzaba el límite, los soldados podían elevarse al siguiente rango.
‘¿Va a cambiar de 30 a 40?’
Pensando en cómo iba aumentando la dificultad, parecía algo razonable. Pero como la media de sus tropas rondaba el nivel 20, estaba claro que subir de nivel no era fácil.
‘Necesita mi consentimiento.’
De alguna manera, los ojos de Ygritte parecían ansiosos. Casi parecían estar mirándolo con entusiasmo.
“……”
Ygritte se quedó quieto, arrodillado con la cabeza baja. Hasta Jinwoo podía sentir la determinación del caballero mientras esperaba la decisión de su maestro. Le estaban entrando ganas de darle unas palmaditas en los hombros como elogio.
‘Chicos…’ – pensó mientras movía su mirada hacia el mensaje del sistema.
¿Das permiso?
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El mensaje parpadeó como si insistiera en obtener una respuesta. Ygritte era uno de sus primeros soldados. Hasta ahora, el caballero había luchado bien a su lado. ¿Cómo podría no permitirlo?
“Doy mi permiso.” – respondió al sistema sin dudarlo.
Por favor, especifica un comando.
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‘¿Necesito un comando para esto?’
Jinwoo frunció el ceño por un instante, pero cambió rápido de expresión.
‘Vale.’
Su ejército era bastante grande y, aunque por ahora solo se trataba de Ygritte, llegaría el momento en que muchos otros pedirían permiso para ascender. Contestarlas una por una sería algo molesto, especialmente si ocurría en medio de una batalla, así que algo simple sería más útil.
“Permitido.” – dijo tras pensarlo por un momento. Las cosas simples siempre son mejores.
Una vez decidió la frase, Ygritte comenzó a cambiar.
AAAAAAAAAAAAAH…
Con un grito procedente de algún lugar desconocido, multitud de manos negras aparecieron desde la sombra de Ygritte y comenzaron a agarrar su cuerpo.
‘¿Qué está pasando?’
Jinwoo observó la escena de actualización con curiosidad. Al principio, las manos negras parecía que querían arrastrar a Ygritte hacia la sombra, pero lo que sucedió fue todo lo contrario. Las manos que sostenían a Ygritte se transformaron en un humo negro y giraron alrededor del caballero; a continuación, penetraron en su cuerpo. Era como si hubiera absorbido todo el humo.
Woooooooooooosh…
Una vez que el humo desapareció, Ygritte emitió una energía diferente y un mensaje del sistema apareció informando del resultado.
¡Ding!
El Caballero Ygritte ha avanzado a Caballero de élite.
|
‘¡Bien!’
Jinwoo trató de calmar la emoción que brotaba de su pecho y volvió a revisar la ventana de información de Ygritte.
Ygritte – Nivel 1
Grado Caballero de élite
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‘El nivel ha vuelto a empezar, pero el rango es como el de Colmillo.’
La última incorporación a su ejército era la bestia mágica tipo jefe de la mazmorra de rango A. El hecho de que Ygritte hubiera alcanzado el mismo grado que Colmillo significaba que las habilidades del caballero se habían elevado.
Du-dum
El corazón de Jinwoo se aceleró. Había tomado una buena decisión cuando eligió convertirse en un Monarca de las Sombras.
‘No soy el único que puede volverse más fuerte.’ – pensó mientras miraba a los soldados sombra uno a uno. – ‘Todos estos chicos están creciendo conmigo.’
Después de observar a Ygritte, se dio cuenta de que los soldados estaban aumentando de nivel. Estaba deseando tener la oportunidad de ascenderlos.
‘Tengo un nuevo objetivo.’
Mientras miraba a sus soldados con orgullo, Jinwoo vio a Tanque regresar con el cadáver de un demonio en la boca.
“¿Uh?”
Los ojos de la bestia eran diferentes. Esos ojos… Ese sentimiento era familiar.
“¿Tú también?” – pronunció Jinwoo con incredulidad.
Tanque se detuvo ante el cazador y arrojó el cadáver a un lado. A continuación, el oso gigante juntó sus patas delanteras y se postró.
“Uaaaargh.”
Apareció un mensaje similar.
Ding!
El soldado de élite, la bestia sombra solicita permiso para una promoción.
¿Das permiso?
|
Dios mío. Jinwoo se agarró la frente. Al verificar la información de Tanque, el nivel del oso también había aumentado hasta el límite.
Bestia sombra – Nivel Máximo.
Grado Soldado de élite.
Debido a que se ha alcanzado el nivel máximo, es posible ascender al siguiente grado con el permiso del Monarca.
|
‘Espera…’
Algo estaba mal. Comparado con Ygritte, que había empezado con nivel 7 y había luchado a su lado durante mucho tiempo, Tanque debería estar lejos del nivel máximo. Pero el sistema le estaba diciendo que Tanque también podía ser ascendido. La brecha de niveles entre Ygritte y Tanque no debería haberse reducido peleando en batalla.
‘Quizás… ¿Cada grado tiene un nivel máximo diferente?’
Eso tenía sentido. Si el nivel de un Soldado de élite tenía un requisito menor, le permitiría mejorar a mayor velocidad, mientras que Ygritte, al ser un Caballero, tardaría más en cambiar de grado. En este caso, por el azar del destino, los dos habían avanzado de nivel al mismo tiempo. Cuando llegó a esa conclusión, una nueva idea se le pasó por la cabeza.
‘¿Puedo alcanzar un nivel en que me permita actualizar mi profesión?’
Quizás todavía no había alcanzado el nivel necesario para lograrlo. Pero después de pensarlo un poco más, desechó la idea con una sonrisa.
“Permitido.” – dijo dándole permiso a Tanque para ascender.
Tan pronto como se emitió la orden, Tanque sufrió el mismo cambio que había sufrido Ygritte. Un montón de manos salieron de su sombra y terminaron convirtiéndose en un humo negro que fue absorbido por el cuerpo de Tanque.
Wooooosh…
Al igual que Ygritte, Tanque había avanzado a un grado más alto.
El Soldado de élite, la bestia sombra, ha avanzado a Caballero.
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Peor en esta ocasión hubo algo diferente.
¡Ding! ¡Ding! ¡Ding!
Con múltiples sonidos, aparecieron nuevos mensajes del sistema.
Puedes asignar un nombre a los soldados por encima del grado Caballero.
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El nombre se mantendrá hasta que se libere al soldado.
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Asigna un nombre al soldado
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‘Tanque’ era un nombre temporal que le había dado al oso de hielo, pero su nombre oficial seguía siendo ‘Bestia sombra’, dado que todavía no era un Caballero. Nunca habría podido distinguirlo si no fuera porque poseía el doble de tamaño que el resto de bestias sombra. Pero ahora podía darle un nombre oficial.
“Tanque.” – dijo Jinwoo con una sonrisa.
¿Te gustaría llamarlo ‘Tanque’?
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“Sí.”
Con su respuesta, la pantalla de información de la Bestia sombra cambió.
Tanque – Nivel 1
Grado Caballero.
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Al darse cuenta de que su ascenso había terminado, Tanque levantó su cuerpo. Cuando levantaba las patas delanteras y solo se apoyaba con las traseras, tenía el tamaño de un edificio de dos pisos. Movido por la pantalla, Jinwoo dijo:
“Tanque, por fin te has ganado un nombre oficial.” – dijo Jinwoo emocionado.
Al oír su nombre, Tanque levantó la cabeza y aulló.
“Todos habéis trabajo duro.”
Iban a descansar antes de avanzar hacia el siguiente piso, por lo que hizo que se fundieran en su modo sombra y que fluyeran hacia la suya. Mientras desaparecían, Jinwoo pudo ver los hombros del Hierro, el caballero gigante, hundidos de desilusión; se trataba del único veterano que no había mejorado su grado.
Shoooo…
Después de que todos los soldados desaparecieran dentro de su sombra, Jinwoo salió del castillo.
* * *
Afuera, Eshil lo estaba esperando con una cara bastante demacrada.
“Estooo, Señor Jinwoo.”
“Ya te lo dije, no tienes que agregar el ‘Señor’.”
“Sí, señor.”
Eshil vaciló por un instante tras ser regañada por Jinwoo, pero finalmente volvió a hablar.
“Er, Jinwoo... Señor.”
Los demonios parecían ser demasiado sensibles a los rangos de poder.
“¿Qué?”
“¿Sabes…? ¿…cuántos clanes has destruido hasta ahora?”
Actualmente se encontraban en el piso 89. Como el clan Ladir de Eshil en el piso 80 continuaba vivo, debería tratarse de nueve clanes demoniacos. Después de ver que todos los clanes estaban siendo destruidos, Eshil se puso nerviosa.
“A partir del piso 90, cada nivel está administrado por las Grandes Familias, los archidemonios. Están a un nivel completamente diferente de los nobles demoniacos.”
“¿Y?” – respondió Jinwoo sin disminuir la velocidad.
“Estaba pensando, ¿qué tal si intentamos negociar? Si todo va bien, podrían entregar los permisos de entrada como nuestra familia…”
Pero Jinwoo la interrumpió.
“Si fuera más débil, ¿habríais negociado conmigo?”
Al oírlo, Eshil se calló. Nunca negociarían con un simple humano que hubiera llegado hasta sus castillos a exigir algo. No había forma de que pudiera salir con vida.
“Eso es lo que pensaba.”
Jinwoo sonrió. Ya fuera una bestia mágica o un monstruo, la relación entre esas entidades y los humanos era la que era.
‘El fuerte se come al débil.’
Jinwoo estaba de acuerdo con ese pensamiento. Además, no deseaba renunciar a los valiosos puntos de experiencia por obtener un permiso de entrada.
“……”
Jinwoo miró a Eshil por el rabillo del ojo. La mujer demonio se había quedado callada después del último intercambio de palabras.
“¿No es bueno que los otros clanes hayan desaparecido?”
“¿Hmm?”
“Me dijiste que la competencia entre los clanes demoniacos era feroz.”
“Ah… Lo hice, pero…”
A partir de ahora estaban las poderosas familias aristocráticas de los demonios. Si Jinwoo fallara en derrotar a uno de ellos, la ira de los nobles caería sobre ella y su clan. Eso era lo que le preocupaba.
“Dejaré que el clan Ladis se convierta el en número uno entre los demonios.” – dijo Jinwoo, sin saber por qué estaba así.
‘El nombre de nuestro clan es Ladir…’
Todo lo que podía hacer era quejarse dentro de su mente. Pronto cambiarían de piso, pero no sabía si una sola persona podría aplastar a los grandes nobles.
‘Ah… Lo que sea.’
Su tarea consistía en guiar a ese hombre hasta los permisos de entrada. Era todo en lo que se iba a concentrar, por lo que dejó de pensar en otras cosas.
‘Ah...’
Pero había algo más que quería preguntar.
“Esto, Señor Jinwoo…”
“¿Hmm?” – contestó Jinwoo, dándose la vuelta.
Todavía le asustaba ese hombre que había aniquilado un clan demoniaco tras otro.
“¿Por qué perdonaste a nuestro clan?” – preguntó Eshil mirándose a los pies.
Estaba claro que el clan Ladir no podía oponerse a este hombre. Conocía el poder de su familia mejor que cualquier otra persona y estaba segura porque había visto el poder de Jinwoo. Aun así, la familia se había salvado de ese hombre despiadado. No lo entendía y tenía curiosidad.
Jinwoo entró en el círculo mágico que lo llevaría al siguiente piso y se volvió hacia Eshil.
“Porque me gustas.”
Después de todo, aunque era una demonio, sabía cuándo debía rendirse. Y no solo eso, sino que también sabía cómo negociar, incluso era capaz de proporcionar una gran variedad de información.
“¿Huh? ¿HUH?”
Eshil, asustada, se pudo roja hasta la base del cuello. Se quedó quieta mientras juntaba sus dedos índices.
“¿No vienes?” – preguntó Jinwoo, impacientándose por su inmovilidad. Mientras esperaba echó un vistazo al mensaje del sistema, que le preguntaba a dónde quería ir. – “Si no subes, ¿vas a volver al piso 80?”
“Lo… Lo siento.”
Con la cara como un tomate, Eshil se metió rápidamente en el círculo mágico.
“……”
Ni siquiera cuando salieron en el siguiente piso fue capaz de levantar la cabeza.
* * *
Aeropuerto de Incheon.
Los miembros de la Asociación Japonesa de Cazadores llegaron a Corea del Sur para discutir el asunto de las hormigas de la isla de Jeju. Ya habían acordado una cita con las principales figuras del país. Habían aterrizado el Presidente de la Asociación Japonesa, Matsumoto Shigeo, y el cazador de rango S más fuerte de Japón, Ryuji Koto. Ante el extraño ambiente bullicioso del aeropuerto, Matsumoto miró a su alrededor.
“¿Qué pasa?”
“Hay un hombre fuerte cerca…”
“¿Más fuerte que tú?
Koto se echó a reír. Mirando su expresión de confianza, Matsumoto no tuvo que preguntar más.
‘No hay forma de que alguien así esté en Corea.’
Un empleado de la Asociación de Cazadores de Corea que se suponía que debía esperarlos en la puerta de llegada, se les acercó.
“Pido disculpas, el aeropuerto está bastante caótico en estos momentos, así que me he retrasado.” – dijo el empleado bajando la cabeza.
“Está bien. ¿Pero qué está pasando en el aeropuerto? – respondió Matsumoto con una sonrisa ocultando su molestia.
“Ah... No es nada serio. Es solo que un cazador ha venido de los Estados Unidos.”
“¿Por qué va a venir un cazador americano a Corea?”
“Dijeron que era por algo personal. No tiene de qué preocuparse.”
El empleado estaba preocupado porque el Presidente de la Asociación, Matsumoto, pudiera pensar que había ocurrido una brecha en una mazmorra, por lo que intentaba tranquilizar al anciano. Sin embargo, la expresión de Matsumoto todavía era tenebrosa.
‘Un cazador americano… ¿Está relacionado con nosotros?’
La mirada de Koto estaba fija hacia donde la multitud causaba una conmoción. El cazador estadounidense debería estar en esa dirección. Matsumoto comprobó la hora, si querían llegar a tiempo a la reunión, tenían que darse prisa.
“Vamos.” – dijo el anciano.
* * *
Los Presidentes de las dos Asociaciones de Cazadores, Go Gunhee y Matsumoto Shigeo, se sentaron uno frente al otro. Al lado de cada hombre se encontraban los funcionarios intercambiando saludos. Considerando el asunto en cuestión, la reunión progresaba con bastante rapidez.
“¿Qué te parece si formamos un grupo de asalto con los mejores cazadores de ambos países?”
Los funcionarios coreanos se sorprendieron por la propuesta sin precedentes del Presidente Matsumoto. En un primer momento habían supuesto que esta reunión era para que Japón expusiera sus quejas y exigiera reparaciones por los daños ocasionados por las hormigas, pero nunca pensaron que su vecino ofrecería ayuda. Parecía una bendición.
Después de superar la sorpresa inicial, los rostros de los coreanos se iluminaron. Solo el Presidente de la Asociación Coreana de Cazadores miraba al Presidente Matsumoto con desconfianza.
“¿Estás diciendo que formemos un equipo para atacar la guarida de las hormigas?”
“Sí.”
“Sé que los mejores cazadores de Japón son excelentes, pero es demasiado peligroso invadir la isla de Jeju.”
Además, Go Gunhee añadió que había muchos más monstruos que hacía dos años, cuando fracasó el último esfuerzo por recuperar la isla.
“De hecho, será peligroso si entramos en la guardia del enemigo sin un plan.” – dijo el Presidente Matsumoto con una sonrisa bastante sospechosa tras oír su explicación.
“¿Tienes alguna buena idea?” – preguntó uno de los funcionarios de Corea con una expresión brillante. Se había enamorado de la tentadora oferta japonesa.
“Sí.” – respondió el Presidente de la Asociación Matsumoto, llamando la atención de toda la sala. – “Por supuesto que la tenemos.”
Con un gesto, los asistentes colocaron un informe preparado de antemano frente a cada uno de los funcionarios coreanos.
“Esta es la información que hemos obtenido tras observar a las hormigas.”
Mientras los funcionarios coreanos revisaban los documentos, el Presidente Matsumoto, comenzó su explicación.
“Si bien una sola bestia mágica de tipo hormiga es tan fuerte como un cazador de alto rango, tienen una debilidad: su esperanza de vida.”
Se sabía que las hormigas solo vivían durante un año.
“En otras palabras, si eliminamos a la reina, las hormigas de la isla de Jeju desaparecerán en menos de un año.”
Eso era cierto. Los funcionarios coreanos asintieron mientras leían con cuidado los datos del informe de investigación. Todo lo que tenían que hacer era matar a la reina. Este era un método mucho más pragmático que tratar con las miles de bestias mágicas que salían de una puerta de rango S. Sin embargo, el Presidente de la Asociación Go Gunhee se mantuvo frío.
‘No me hagas reír...’
Ya sabía eso. Sin embargo, eliminar a la reina no era diferente de tener que matar a miles de hormigas.
“¿No sabes que las hormigas dan su vida por la reina?”
“Por supuesto. Para llegar a la reina, tendrás que atravesar a miles de hormigas.” – respondió Matsumoto con una sonrisa, ante la queja de Go Gunhee.
Pero ante la actitud despreocupada del anciano japonés, el coreano renovó su mirada sospechosa.
‘¿En qué está pensando?’
La boca de Matsumoto puso una sonrisa más amplia.
“Pero… ¿Y si todas las hormigas abandonasen el hormiguero?”
La hormiga reina vivía en la parte más profunda del hormiguero. Era imposible que todas las hormigas abandonaran el deber de proteger a la reina y a los huevos. Cuando todos pusieron una expresión sospechosa, Matsumoto volvió a abrir la boca.
“Ya ha ocurrido en el pasado. Exactamente tres veces.”
‘¿Tres veces? ¿Algo así ha sucedido tres veces en el pasado? No, ¿cómo sabían eso los japoneses?’
Sus preguntas fueron respondidas de inmediato.
“Las tres veces que los cazadores de Corea llegaron a la isla de Jeju para recuperar la isla. Durante cada uno de esos tres intentos, todas las hormigas abandonaron el hormiguero y se dirigieron hacia los cazadores.”
Crack
El Presidente de la Asociación Go Gunhee, apretó los puños que descansaban sobre sus rodillas. Japón había estado observando en secreto mientras los cazadores coreanos arriesgaban sus vidas para luchar contra las bestias. Nadie podía reprender a Japón por no ayudar a Corea en ese entonces, pero no deberían haber aprovechado la desgracia de su vecino como material de investigación y revelarlas con una cara de orgullo. Los tres esfuerzos de recuperación terminaron en la muerte de muchos cazadores coreanos, incluido un cazador de rango S. El Presidente de la Asociación Go Gunhee había visto las muertes con sus propios ojos. Los puños cerrados del anciano temblaron.
‘¿Hmm...?’
Al ver una expresión extraña en el rostro del Presidente coreano, Ryuji Koto, el cazador más fuerte de Japón, reveló su poder mágico. Se trataba de una advertencia: si iban a intentar algo, su lado también entraría en acción. El jefe del DVC, Woo Jincheol, quien había acudido a la reunión como guardaespaldas de Go Gunhee, se movió rápidamente al lado del Presidente.
“¿Presidente de la Asociación?”
“Estoy bien…” – dijo Go Gunhee, haciendo un gesto para que retrocediera.
El cazador de rango A volvió a su posición en silencio. Independientemente del comportamiento de Japón, si su investigación era correcta, esta sería una oportunidad para eliminar a las hormigas.
‘No puedo descartar esta oportunidad por mis sentimientos.’
Go Gunhee reprimió su ira. Cuando la tensión en el aire se disipó, Matsumoto finalmente llegó al punto principal.
“Y los cazadores de Japón asumirán ese papel.”
Japón dividiría a sus cazadores de rango S en unidades y atacaría la isla de Jeju desde múltiples frentes. Las hormigas se extenderían por las áreas atacadas, y el hormiguero con la reina quedaría vacía.
“Dejaremos que los cazadores de rango S de Corea se encarguen de matar a la reina.”
Los cazadores de rango S de Corea entrarían a la isla en un helicóptero y, una vez que derrotasen a la hormiga reina, se irían en el mismo helicóptero.
Murmullo.
Los funcionarios coreanos comenzaron a entusiasmarse con el plan japonés. Era bastante completo y aparentemente factible.
“¿Podremos recuperar la isla de Jeju?”
“Ahora que comienzan a sufrir daños, deciden moverse.”
“Es nuestra oportunidad.”
“Usemos a los cazadores japoneses y recuperemos nuestra tierra.”
Go Gunhee no se unió a la discusión de sus compatriotas. En cambio, el anciano repasó en silencio el plan de Matsumoto en su cabeza.
‘Sin duda es posible.’
Japón tenía veintiún cazadores de rango S. Comparado con eso, Corea solo tenía a ocho. Si se excluía a sí mismo, que ya era demasiado viejo para pelear, o el que se había retirado, Corea realmente tenía a tan solo seis cazadores de rango S que podrían movilizarse para una acción como esa.
‘Es imposible atraer la atención de miles de hormigas con solo seis cazadores.’
Necesitaban a los veintiún cazadores de rango S de Japón para ese plan. Incluso dividiéndolos en cuatro unidades, cada unidad tan solo tendría cinco cazadores de rango S. Pero cuatro unidades serían más que suficientes para ganar tiempo para matar a la reina. El problema era si los cazadores de rango S de Corea tenían la capacidad de matar a la reina, un jefe de mazmorra de rango S.
‘¿Podemos lograrlo?’
En ese momento, un solo nombre apareció en la mente de Go Gunhee: Sung Jinwoo.
Ese hombre había matado él solo al jefe de una mazmorra de rango A. ¿Qué pasaría si se uniera con los otros cazadores de rango S de la nación?
Du-dum, du-dum.
El corazón de Gunhee se aceleró.
‘No podemos posponer esto por más tiempo.’
Las bestias mágicas de tipo hormiga evolucionaban rápidamente. No sabían cuándo todo el ejército de insectos podría volverse capaz de volar. Podían quedar diez, cinco o tal vez solo un año a partir de ahora. Antes de que eso sucediera, tenían que eliminar a esas malditas hormigas, aunque tuvieran que pedir ayuda a otro país. Sin embargo, había algo que tenían que aclarar primero.
“¿Qué quiere Japón por su ayuda?”
El Presidente de la Asociación Go Gunhee, no se olvidaba de ese tema importante. El Presidente de la Asociación Matsumoto trató de poner su sonrisa más amable.
“Una vez que todas las hormigas estén muertas dentro de un año, nos daréis la mitad de sus núcleos mágicos.”
Parecía poco.
“¿Quieres todo eso?” – dijo el Presidente Go Gunhee con una sonrisa.
Ante la respuesta del anciano, los funcionarios y políticos del gobierno de Corea del Sur arrugaron la cara.
‘Maldita sea, viejo, nos están ayudando por tan poco, solo agradéceselo y sigue adelante.’
‘¿Qué pasa si Japón cambia de opinión...?’
‘El Presidente de la Asociación todavía se cree que está al frente de una empresa de negocios.’
Sus miradas agudas caían sobre Go Gunhee, que no tuvo más remedio que cerrar la boca. Los participantes coreanos discutieron brevemente entre ellos, pero ninguno se opuso a la oferta de Japón. Al final, la propuesta fue aprobada por unanimidad.
Cuando terminó la reunión, el Presidente de la Asociación Matsumoto, se acercó al Presidente de la Asociación Go Gunhee y le tendió una mano.
“Esto es por el futuro de nuestras dos naciones. Combinemos nuestros recursos y hagámoslo juntos.”
* * *
Cuando volvieron al hotel, el Presidente Matsumoto Shigeo se puso un cigarrillo en la boca. Ryuji Koto le prendió fuego.
“Señor, hoy lo has hecho bien.”
“Eres tú el que lo ha hecho bien, Koto.”
“Por favor, no ha sido nada.”
“No digas eso. ¿Viste la cara de Go Gunhee?”
Matsumoto se echó a reír. La expresión que había aparecido en la cara de Go Gunhee durante ese momento definitivamente era ira. La razón por la cual el Presidente de la Asociación japonesa pudo permanecer despreocupado frente a la ira del cazador más fuerte de Corea del Sur era simple: porque tenía un poderoso aliado a sus espaldas. Ryuji Koto. El cazador más fuerte de Japón y su mano derecha.
Matsumoto recordó la expresión del Presidente coreano y sonrió de nuevo.
“Ser obligado a tomar prestado el poder de otra persona. Especialmente considerando que ese otro somos nosotros. Esa es la posición de los débiles.”
Koto también se rio. Como era de esperar, el plan del Presidente de la Asociación había funcionado perfectamente. Corea no tenía más remedio que agarrar la mano de Japón. Todo iba bien.
“Corea es solo el comienzo.” – dijo Matsumoto. – “Los cazadores son el nuevo poder. La nueva autoridad. Con la fuerza que ha recibido Japón, reconstruiré nuestro imperio.”
Su mirada se dirigió a Koto.
“Y tú serás el próximo Emperador.”
Si Matsumoto era quien construiría el nuevo imperio con sus planes, Koto sería el que heredaría ese imperio con su fuerza. Esta era la razón por la cual Koto mantenía al anciano como su jefe.
“Por cierto.” – dijo Matsumoto mientras apagaba su cigarrillo al recordar algo. – “¿Todavía no tenemos información sobre el nuevo cazador de rango S de Corea del Sur?”
“Parece que ni siquiera Corea sabe mucho sobre ese hombre.”
“Ya veo…”
Japón tenía una gran cantidad de información sobre cada uno de los cazadores de rango alto de Corea. Excepto uno. Ese nuevo cazador de rango S que se había registrado recientemente. No tenían nada sobre ese hombre y podría ser algo inesperado. Después de revelar sus ambiciones, Matsumoto no podía ignorar una existencia que podía estropear sus planes.
‘Aun así, ¿qué puede hacer un hombre...?’
Había cinco existencias únicas en todo el mundo. Unos cazadores tan poderosos que estaban más allá del rango S. Debido a que cada uno de ellos tenía el poder para competir contra toda una nación, se los llamó apropiadamente los ‘Cazadores de nivel nacional’. Y todos tenían experiencia limpiando una puerta de rango S. Un cazador de ese calibre podía poner fin a sus planes.
‘La probabilidad es extremadamente baja.’
Teniendo en cuenta que la población del mundo superaba los siete mil millones de personas, la probabilidad de que ese nuevo cazador de rango S fuera una entidad especial era menos de uno entre mil millones. Además, si apareciera un cazador tan poderoso, no habría forma de que Corea se hubiera quedado callada. Al observar el estado de ánimo de la sala de reuniones, parecía que no había necesidad de preocuparse.
‘No puedo desperdiciar pensamientos en una posibilidad tan inútil.’
Matsumoto levantó su teléfono. Llamó a la Asociación Japonesa de Cazadores, que había estado esperando ansiosa su llamada.
“Corea ha aceptado nuestra oferta. Reúne a todos los cazadores de rango S como habíamos planeado.” – ordenó.
* * *
El Presidente de la Asociación Go Gunhee también contactó a todos los cazadores de rango S de Corea. Como mínimo, tendría que explicarles la situación y enfatizar la importancia de esta operación. Pero cuando estaba organizando la reunión…
“¿Qué has dicho?”
Le había llegado una noticia completamente inesperada.
“¿No puedes ponerte en contacto con el cazador Sung Jinwoo?”
Por alguna razón, Jinwoo era el único que no pudieron encontrar.
“Su teléfono ha estado apagado durante los últimos días, por lo que ni siquiera podemos decir dónde está.”
“……”
Después de un momento de pausa, Go Gunhee habló con un tono de voz exasperado.
“En ese caso, convoca a los otros cazadores de rango S lo antes posible.”
“Entendido, señor Presidente.”
El empleado inclinó la cabeza y se fue rápidamente. La expresión de Gunhee se endureció mientras quedaba absorto en sus pensamientos.
‘¿Dónde está?’
Después de escuchar que nadie sabía el paradero de Sung Jinwoo, Go Gunhee no pudo evitar sentirse incómodo sobre el futuro.