1ª parte: Juego de Supervivencia
Capítulo 12
Primer campamento - Centro comercial central VII
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
“Yohan, no creo que esto sea correcto. Estos suministros no nos pertenecen. Lo que nos da el derecho...” – dijo Byung, después de dudar por unos instantes, preocupado por las órdenes que le acababan de dar.
“Byung.”
Yohan tomó una de las llaves de la habitación, la guardó en el bolsillo de Byung Jin y le palmeó en el bolsillo.
“Nadie aquí tiene derecho a los suministros. Además…” – dijo Yohan, dándole una mirada aguda. – “No tengo intención de ser amable con aquellos que ya nos han criticado una vez.”
Byung y Jung cedieron ante su firme determinación y se dirigieron hacia el almacén con fuertes pasos. Yohan los observó mientras se colocaba un cigarrillo en la boca.
‘En lugar de usar el viejo método de la zanahoria y el palo. Es mejor disciplinar con el palo primero y luego ofrecer la zanahoria.’
* * *
Los dos hombres comenzaron a trasladar los suministros a la nueva sala de almacenamiento, la sala de descanso de las mujeres. Algunos de los miembros del campamento notaron la actividad y los estaban mirando. Sospechaban que algo estaba pasando, pero la pareja ignoró a la multitud y se concentró en su tarea.
Mientras trabajaban duro, Yohan encontró a Saeri y Min Seo descansando y los trajo para que echaran una mano. Con cinco personas dedicadas a la tarea, el antiguo trastero se vació rápidamente.
“No se preocupen por los artículos de lujo o de comodidad diaria. De todos modos, más adelante obtendremos más del muelle de carga. Centraros en las necesidades esenciales: Agua, arroz, fideos, comida enlatada y aperitivos. Cualquier cosa que sea compacta y tenga muchas calorías.”
“¿Qué crees que estás haciendo?”
Una voz aguda interrumpió las instrucciones de Yohan. El grupo se volvió para mirar al orador.
La mayoría de los supervivientes del campamento se habían reunido a su alrededor. Todos estaban allí, menos los niños y algunos adultos. Al principio, pensaron que el grupo de Yohan estaba llevándose algo para comer. Sin embargo, una vez que se dieron cuenta de que el grupo estaba tomando todos los suministros, se reunieron para enfrentarlos.
“Estamos trasladando los suministros a una nueva sala de almacenamiento.” –respondió Yohan.
“Todos están compartiendo los suministros. No debes moverlos sin obtener primero el consentimiento de todo el campamento. Al hacer algo como esto... la gente podría malinterpretar...”
“¿Malinterpretarlo? ¿De qué manera?”
“¡Pensaran que estáis acumulando los suministros para vosotros mismos!”
“Oh.” – contestó Yohan, golpeando su palma con el puño, como si acabara de darse cuenta de qué estaba hablando ese hombre. – “No lo has malinterpretado.”
“¿Qué?”
“De ahora en adelante, mantendremos los suministros. Después de hacer un inventario, comenzaremos a racionalizarlo. Se repartirán a la misma hora todos los días, así que no te quejes si llegas tarde y te lo pierdes. Probablemente estarás un poco más hambriento e incómodo de lo que estás ahora, pero esto es importante para la supervivencia de todo el mundo.”
“¿Quién te dio el derecho de hacer esto?” – dijo un hombre de unos 40 años señalándolo con el dedo. Todos los supervivientes se estaban agitando y algunos comenzaron a gritar.
“¡Esto es lo que obtenemos por recibir a un extraño!” – gritó una mujer con voz chillona.
La multitud comenzaba a ponerse ruidosa, pero ya había esperado encontrar algo de resistencia, así que su expresión no se vio afectada. Pero los miembros del grupo que movían los suministros bajo su mando parecían sorprendidos. Se sentían como si estuvieran caminando sobre cáscaras de huevo.
“Ah, olvidé decir algo importante.” – agregó Yohan. – “Las personas que no sigan mis reglas y pedidos ya no recibirán suministros. Si no te gusta la forma en que hago las cosas, puedes salir y buscar tu propia comida.”
“T… ¡Tú!”
“¡Bastardo!”
“En breve, vamos a despejar toda la planta baja y todos deben participar. No les pido que peleen con nosotros, solo que ayuden a limpiar cuando acabemos. Todos, excepto los niños, tendrán que ayudar.”
La animosidad de la multitud estaba llegando a su punto álgido y alguien arrojó un pañal usado contra Yohan. Aterrizó justo delante de sus pies.
“¿Quién te dio derecho a decir esa basura?”
“No necesitamos tu ayuda. Si va a actuar de esa manera, ¡lárguese!”
Algunos hombres se acercaron, como si estuvieran listos para echar al grupo en cualquier momento. Yohan se echó a reír.
‘¿Tienen miedo de algunos zombis, pero no están asustados de las personas que realmente pueden matar a los zombis?’
Yohan metió la mano en uno de sus bolsillos y sacó su revólver, el que tenía antes de llegar al centro comercial y apuntó a las personas que se acercaban.
Al verlo, se detuvieron en seco y se escucharon jadeos entre la multitud.
“Jung Hwan, Byung Jin. Decid algo. ¿No crees que está siendo injusto?”
“Sí, Jung. Sabes que tengo neumonía…”
“¡Min Seo!”
“Tengo un disco lesionado en mi columna…”
De inmediato, los supervivientes comenzaron a apelar ante los otros miembros del grupo, al darse cuenta de que amenazar y razonar con Yohan estaba fuera de discusión. Pero para su disgusto, los miembros del grupo no respondieron.
El recuerdo que tenían de la puerta de la salida de emergencia cerrada cuando regresaron, aún daba vueltas en sus mentes.
Yohan bajó su arma para ver este desarrollo. Sin embargo, mientras el estancamiento continuaba, los hombres comenzaron a ponerse agresivos una vez más.
“Escuchamos seis disparos no hace mucho tiempo. Probablemente no tenga más munición.”
‘Impresionante. ¿Alguien contó los disparos? Supongo que no están completamente desorientados.’
“Vamos a echarlo. No podemos dejar que mande de esta manera.”
Bajo el supuesto de que se había quedado sin munición, la mentalidad de grupo comenzó a hacerse cargo.
La gente se movió hacia él, con veneno en sus ojos, pero apuntó el arma justo en frente de la persona que se encontraba más cerca y disparó al suelo. Un fuerte disparo resonó por toda la planta, seguido de un silencio mortal.
La persona que iba en cabeza miró la bala incrustada en el suelo, con la mandíbula colgando.
“Todos deben estar delirando. No estoy aquí para jugar. No soy un trabajador voluntario, ni soy un refugiado que huyó para pedir ayuda.”
Yohan era más como un invasor. Sin embargo, no lo dijo en voz alta.
“No me hagas desperdiciar mis buenas municiones. Seré amable siempre que todos se callen y sigan mis órdenes.”
Cuando terminó de hablar, la multitud se quedó en silencio. Era el final de la conversación.
Byung Jin fue puesto a cargo de los suministros y siguiendo nervioso las órdenes de Yohan, comenzó a contar la comida y el agua.
Todos los voluntarios recibieron una cantidad específica de suministros. Los simpatizantes recibirían la mitad de esa cantidad y los disidentes nada.
La cantidad de suministros entregados a los simpatizantes era más que suficiente para una comida, pero no lo suficiente para dos comidas completas. Por ejemplo, una bolsa de fideos, una lata de comida y dos galletas.
Después de organizar los suministros, Yohan comenzó la primera distribución y la gente, a regañadientes, hizo cola.
El ambiente del campamento era pesado y muchas personas le dieron una mirada de odio, pero sabía que esto no duraría mucho. No planeaba ser tan duro todo el tiempo. Una vez que estableciera el orden, se concentraría en mejorar sus condiciones de vida.
Lo primero y más importante, era dar a las personas acceso a la luz solar y al aire fresco.
Habían pasado seis meses bajo tierra y estar tanto tiempo en un lugar oscuro y estrecho obligaría a la gente a languidecer. Además, necesitaba hacer algo con esta atmósfera de desesperación. Muchas personas ya habían renunciado a la vida. Necesitaban algo de consuelo.
Una vez que el centro comercial fuera seguro y se adquirieran nuevos suministros, el campamento sería mucho más seguro y la lealtad de la gente aumentaría.
Sabía que las personas contentas estarían dispuestas a ofrecerle un riñón siempre que pudiera garantizar la seguridad y los suministros. Desafortunadamente, por ahora, había desencadenado su ira.
“Hwan, Seo Jun será parte del equipo administrativo. Dele la misma cantidad de suministros que reciben el resto de voluntarios.”
“Qu… ¿Qué?”
Junto con las personas que se ofrecieron como voluntarios para luchar contra los zombis, Yohan incluyó a Seo Jun en el equipo de gestión.
Cuando el grupo salió, cerró la puerta detrás de ellos para mantener el campamento a salvo. Incluso si el motivo que había detrás era egoísta, siempre que la acción fuera beneficiosa para el campamento, Yohan le daría una recompensa.
Seo Jun aceptó sus raciones con una expresión de sorpresa en su rostro y todos los supervivientes del campamento vieron el intercambio.
Se había quejado y había cotilleado sobre Yohan con los otros miembros del campamento, pero ahora se estaba acercando de forma voluntaria a Jung Hwan y Byung Jin para ver si necesitaban ayuda con algo.
Yohan sonrió para sí mismo. Era difícil influir en una multitud, pero cambiar la mente de una persona era algo realmente simple.
* * *
No mucho después de que terminase la primera distribución de suministros, algunas personas se acercaron a Yohan diciendo que querían aprender a matar zombis. Era algo que ya había anticipado y que algunas personas se presentarían como voluntarios.
Aunque todos obtuvieron sus raciones, todavía quedaban artículos de lujo como chocolate, cigarrillos y alcohol. Además, a medida que los suministros comenzasen a disminuir, más personas se verían presionadas para ser ‘voluntarias’.
Yohan dio la bienvenida con una expresión feliz a aquellos que daban un paso adelante y se los asignó a Min Seo y Byung Jin.
Podía haberles enseñado él mismo, pero quería que los recién casados ganaran más confianza. A pesar de su coraje y determinación, todavía les faltaba algo de confianza. La pareja ya había sobrevivido a dos misiones mortales y, si obtienen esta experiencia, se volverían más fuertes.
Yohan sacó sus dos pistolas, las colocó sobre la mesa y se frotó la barbilla. No le preocupaba la gestión de personas. En cambio, tenía un problema más acuciante.
‘Si las cosas salieran según lo planeado, le habría dado a Gunn el revólver y lo habría convertido en el líder del campamento…’
Pero ahora no sabía si Gunn iba a volver a despertarse e incluso si lo hacía, su capacidad para contribuir se vio mermada por la pérdida de su mano derecha. Honestamente, las posibilidades de que pudiera convertirse en un luchador de larga distancia eran casi nulas y un líder sin poder de lucha, era prácticamente un inútil.
“Af, maldita sea. Creo que estoy en problemas.”
Necesitaba un nuevo plan y se puso a pensar en otros posibles candidatos para liderar el campamento.
‘El anciano Park es demasiado viejo. Min Seo y Byung Jin son valientes, pero poco decididos. Jung Hwan tiene iniciativa, pero no tengo tanta confianza como para darle la espalda. Hyuk es el hermano de Gunn, puedo confiar en él, pero depende demasiado de su hermano.’ – pensó. – ‘Realmente, este campamento no tiene buenos candidatos. No hay nadie en que pueda confiar. ’
Yohan siguió pensando.
‘¿Saeri?’ – pero volvió a sacudir la cabeza de inmediato, descartando la idea. – ‘Debo estar perdiendo la cabeza si pienso en ella. Es demasiado impredecible. No hay manera.’
Después de reflexionar durante mucho tiempo, sin llegar a ningún resultado, Yohan se puso de pie. Decidió que, por ahora, el problema no era urgente. De todos modos, había otras cosas que necesitaba hacer.
Caminando, se dirigió hacia la salida de emergencia.
“Yohan, ¿a dónde vas?”
Jung Hwan y Saeri lo vieron salir y se acercaron a él.
“De caza. Voy a limpiar algunos zombis.”
“¿Ahora mismo? ¿Solo?”
“No tiene sentido estar aquí sin hacer nada.” – respondió Yohan. Saeri y Jung se miraron antes de decir al mismo tiempo.
“Te acompaño.”
“También quiero ir.”
Antes de su primera misión, Saeri tuvo que usar el baño, pero ahora parecía que ya estaba acostumbrada a pelear.
“Gracias. Es suficiente con que se estén ofreciendo a acompañarme. Deben descansar, necesitan ese descanso.”
“¿Qué pasa contigo? No eres una máquina. Creo que eres el que está más agotado de todos nosotros.”
“Cuando estoy cazando zombis, no necesito pensar. No voy muy lejos y solo voy a estar disparando con mi ballesta, así que no te preocupes.”
“¿Pasó algo?”
“No. Quiero decir, no me gusta cuando la gente me critica a mis espaldas. No te preocupes, volveré.”
“¡Solo descansa! Realmente no me escuchas.” – suplicó Saeri.
Yohan frunció el ceño.
‘Ya dije que estoy bien, ¿por qué actúa así?’
“Si me escuchas, te dejaré hacer algo divertido.”
“……”
Al escuchar la audaz declaración de Saeri, la cara de Jung se volvió roja, mientras que Saeri se limitó a mantener una sonrisa. Yohan se rio a carcajadas, ya le había dicho que no antes.
Esto estaba bordeando el acoso sexual.