viernes, 6 de diciembre de 2019

Survival Capítulo 9

1ª parte: Juego de Supervivencia
Capítulo 9
Primer campamento - Centro comercial central IV
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars

Por alguna razón, la expresión cínica de Yohan apareció en su mente en ese momento. Cuando hizo la sugerencia, Gunn sintió un rayo de esperanza de poder obtener lo que había deseado al principio y que la gente cooperaría. “No estoy sugiriendo que desperdiciemos nuestras vidas. Como saben Yohan ha sobrevivido afuera durante seis meses. Acordó enseñarnos cómo luchar contra los zombis. Por eso, Yohan… ¿Eh?” – dijo Gunn, dándose la vuelta y viendo que Yohan había desaparecido. – “Dónde…” En ese momento fue interrumpido por el sonido que hizo la puerta de emergencia al abrirse de un puntapié. Algunas de las personas que había entre la multitud comenzaron a gritar. “Aaaaaaaaaaaargh…” Un zombi de aspecto horrible fue arrojado al suelo, causando más gritos entre la multitud. “¿Qué es eso?” “¡Es un zombi!” – dijo Yohan, entrando tras él, agarrándolo por el cuello y levantándolo. – “Fui a encontrar algunos materiales de enseñanza para que podamos comenzar las lecciones de inmediato. ¿Quién quiere ser el primero?” Nadie se ofreció voluntario. Todo lo que hicieron fue mirar a Yohan como si se hubiera transformado en una cucaracha gigante, estaban comenzando a cuestionarse en su interior si estaba en su sano juicio. “¿De verdad? ¿Nadie?” – escupió Yohan. – “Cobardes.” “Lo haré. ¿Qué necesito hacer?” – dijo Saeri poniéndose en pie. “Estás avergonzando a todos los hombres. Terminaré los preparativos. Ve a ponerte eso.” – añadió Yohan haciendo un gesto hacia un montón de ropa con la barbilla. “Qué… ¿esto?” “¿Ahora te pones a hacer preguntas? Te haré una lista. Hay unos guantes de cuero, una muñequera, protectores de antebrazo, coderas y protectores de brazos.” – dijo Yohan mientras agarraba una llave inglesa y aplastaba la mandíbula inferior del zombi, rompiendo su barbilla y haciendo que su sangre comenzase a gotear. “Rasga un poco de cartulina y ponlo por encima del equipo de protección. Usa la cinta de embalaje para fijarlo. De esa manera, el zombi no podrá morderte. El área que va desde la punta de los dedos hasta el codo se denomina ‘antebrazo’ y la zona del codo hasta el hombro es ‘la parte superior del brazo’. ¿Eres diestra?” “Sí.” “Pon todo en tu brazo izquierdo. Tienes que usar eso en todo momento cuando luchas. Ahora, nuestro voluntario de prácticas ya no tiene dientes, por lo que no tienes que preocuparte que te muerda.” “Siento que tengo el brazo escayolado.” – se quejó Saeri. “Una escayola real sería mejor. Si lo tienes y te encuentras en una mala situación, puedes golpear su cabeza con ella.” “No, gracias, mis manos olerán a pies si están escayoladas todo el día.” “Bueno, debes colocarte diagonal al zombi y girar tu cuerpo para que el brazo izquierdo esté siempre entre los dos.” “¿Así?” La postura de Saeri parecía incómoda y Yohan sonrió a su lado. Parecía lo suficientemente ridículo como para pensar en corregir su postura de inmediato, pero luego decidió seguir adelante. “Puede valer, la postura no tiene que ser perfecta. Voy a darte un cuchillo y tendrás que sujetarlo con un agarre inverso como este. El resto de la lección es simple. Usa el brazo para evitar que el zombi se acerque…” Yohan metió su brazo blindado debajo del mentón del zombi y lo puso en pie, mientras seguía luchando por liberarse. “Mantén siempre un pie hacia atrás para que no te haga perder el equilibrio y caigas al suelo. Si lo pierdes, estás muerta.” Al luchar contra un zombi, era mejor agacharse un poco y bajar el centro de gravedad. Si te quedabas erguido era mucho más fácil perder el equilibrio si se acercaba demasiado. “La debilidad de un zombi está en su cabeza y su corazón. Es más fácil apuñalarlo en el corazón con un cuchillo, pero debes encontrar el espacio entre las costillas a la primera o le darás la oportunidad de contraatacar. Además, tardan un rato en morirse si los apuñalas en el corazón, por lo que es mucho mejor apuntar a la cabeza. Clávaselo en un ojo, la sien o la nuca. Lo mejor que puedes hacer cuando luchas de frente es…” En ese momento, Yohan apuñaló al zombi en el ojo con su cuchillo, lo pateó y dejó que cayera al suelo. “Arrancándole un ojo… Si los atacas desde atrás, tira de la cabeza del zombi para que mire hacia arriba y luego córtalo en la parte inferior del cuello.” Como acababa de demostrar, el cuerpo del zombi se estremeció por un momento y luego se quedó quieto. Varias personas de la multitud vomitaron. Yohan arrojó su cuchillo hacia Saeri, quien reaccionó con rapidez para atraparlo. “Ya que eres tan valiente como para ofrecerte voluntaria, puedes ser la siguiente en hacer una demostración. Iré a buscar más material de enseñanza.” – dijo Yohan moviéndose hacia la salida de emergencia, como si no le importase otra cosa en el mundo. La gente comenzó a murmurar a sus espaldas cuando lo vieron irse. Yohan atravesó la salida de emergencia y subió al primer piso y echó un vistazo a su alrededor. Había estado aquí hace un momento, pero la cantidad de zombis ya había aumentado. Con una cuenta rápida, vio que había fácilmente más de cien muertos vivientes. Los zombis no paraban de amontonarse, una señal de que se acercaba una ola de zombis. ‘No nos queda mucho tiempo.’ Yohan realmente quería ayudar al grupo de Gunn a ganar experiencia, pero parecía que las circunstancias no lo iban a permitir. “Uaaaaaaaaaaaaargh…” Un zombi se acercó, pero Yohan esquivó con facilidad su ataque y se colocó a su espalda para poder empujarlo hacia la salida de emergencia. Cuando estaba a punto de entrar, vio a un zombi que llevaba un uniforme de policía. ‘Hoy es mi día de suerte.’ Yohan cerró la puerta de la salida de emergencia. Mató al zombi que tenía delante, para a continuación acabar con otros tres mientras se dirigía hacia su presa. Los zombis cercanos aullaron cuando vieron una comida potencial, atrayendo a su vez a más zombis. Rápidamente apuñaló al zombi policía con su cuchillo y sacó la ballesta. Se arrodilló y, levantándola con una mano, rebuscó con la otra en el uniforme. ‘La encontré.’ Los dedos de Yohan se envolvieron alrededor de una pistola. Metiéndosela en el bolsillo trasero y comenzó a buscar las balas de reserva en los bolsillos del zombi. Un perno de ballesta voló a través de un zombi que se acercó demasiado. Solo había necesitado disparar una vez antes de poder regresar a la salida de emergencia. Abriendo la puerta, dio un paso atrás, esperando a que el zombi que había empujado con anterioridad se lanzara contra él y, cuando lo hizo, lo pateó en el estómago. El zombi se desplomó y se golpeó la cabeza contra el suelo. ‘Ah, espero no haberlo matado.’ Afortunadamente, el zombi no murió con el golpe. Pisándole el cuello, se puso a inspeccionar su nueva pistola. Era un M-10, un revolver de calibre 38. Faltaban dos balas en el tambor. Yohan sacó los casquillos vacíos de la pistola y la volvió a cargar con balas nuevas. Aunque pequeña, la pistola tenía algo de peso y la puso en el bolsillo del muslo. Ahora, los dos lados del pantalón se sentían equilibrados.
* * *
“Excelente. Buen trabajo.” – dijo Yohan felicitándolo. Las manos de Min Seo todavía estaban temblando, pero ya presentarse como voluntario requería mucho coraje. A pesar de que su postura y sus acciones fueron descuidadas, solo por ser capaz de luchar contra el zombi era suficiente para recibir sus felicitaciones. Contando a Gunn y a Hyuk, hubo un total de siete voluntarios. Había esperado conseguir al menos a diez personas, pero estaba agradecido de poder contar con al menos siete. Si no fuera por la nueva política que acababa de imponer Gunn, ni siquiera lo habrían conseguido. Trabajó duro para atrapar muchos ‘materiales didácticos’ para los voluntarios. Al principio, algunos solo se acercaban a los zombis si los estaba supervisando en persona, pero ahora, todos podrían acechar a los zombis tranquilamente por sí mismos, como un depredador cazando a su presa. Yohan hizo dos cosas para ayudar a aliviar sus temores. Rompió las mandíbulas de los zombis y metió sus propios brazos acolchados en sus bocas para mostrarles a todos que estaban a salvo. Aun así, hubo bastantes personas que no se presentaron voluntarias, sino que se quedaron observando desde lejos, mirando a los participantes como si estuvieran locos. Sin embargo, esto también estaba bien, ya que aún podían aprender mirando. Yohan los agobió a través de las practicas. Gunn quería que todos recibieran más entrenamiento, pero se les acabó el tiempo. Yohan ya había visto las señales que indicaban que se aproximaba una ola de zombis. Si perdían más tiempo, serían atacados antes de estar preparados. “Alto. Todos, reúnanse.” – dijo mientras arrancaba un mapa del centro comercial que estaba colgado de la pared y lo extendía sobre el suelo. Los siete voluntarios se reunieron a su alrededor. “Puedo ser bastante mandón durante una pelea. Espero que todos lo entiendan.” – comenzó diciendo Yohan y haciendo que todos los voluntarios asintieran. – “Nos separaremos en dos grupos de cuatro personas. El primero estará compuesto por Saeri, Jung, el anciano Park y yo mismo.” El anciano Park fue el último en presentarse como voluntario. Le dijo a Yohan que estaba allí para representar a los supervivientes de mayor edad. Esperaba que, con su sacrificio, pudieran exonerar a los ancianos de la responsabilidad de matar zombis. También pidió que su parte de los suministros se distribuyera entre ellos si moría. Yohan asintió con la cabeza al oír sus palabras. “El segundo serán Gunn, Hyuk, Min Seo y Byung Jin.” – continuó Yohan. Min Seo y Byung Jin eran una pareja de recién casados que ya había salido con Gunn la última vez, en su intento de llegar al muelle de carga. Estaban completamente asustados, pero Gunn los había logrado convencer de alguna manera. Yohan intuía la razón por la que se vieron obligados a seguir a Gunn. Una de las mujeres secuestradas por los pandilleros era la hermana menor de Min Seo, cuñada de Byung Jin y harían cualquier cosa por conseguir la ayuda de Gunn y Yohan. Por lo visto, Gunn les había dicho que ayudarían a rescatar a su hermana. Pero Yohan lamentaba tener que llegar a esos extremos para conseguir voluntarios. “Pensad que cada uno de vosotros sois vigilantes. Cada persona es responsable de una dirección: norte, sur, este y oeste. El grupo A ingresará primero y el grupo B lo seguirá. Dirigiré el grupo A y Jung cubrirá la retaguardia. Hyuk, lideras el grupo B con Gunn en la parte de atrás.” “Así que voy en la retaguardia.” – dijo Gunn. “La vanguardia y la retaguardia son las posiciones más peligrosas. Si alguno de nosotros tiene posibilidad de morir, probablemente seas tú.” – respondió Yohan. “¿Cómo puedes decir algo así con tanta indiferencia?” – preguntó Gunn. Pero Yohan simplemente sonrió y trazó su dedo desde la salida de emergencia hasta el borde del centro comercial. “Ambos grupos se moverán juntos hasta que lleguemos hasta la tienda de cosméticos. No os separéis y cumplid con cuidado las instrucciones que tenéis cada uno. No miréis hacia otro lado solo porque alguien dice que viene un zombi. Recuerda, podrías morir si apartas la vista de tu lado. Vigila siempre en tu dirección.” Yohan lo repitió dos veces para enfatizar la importancia de esa información. “Una vez que lleguemos a la tienda de cosméticos, los grupos se separarán e irán a la entrada que tienen asignada.” Los dedos de Yohan siguieron la ruta que iba desde la tienda hasta cada una de las entradas. “Si logran atrancar la entrada, den la vuelta y regresen a la tienda de cosméticos. Al final, abriremos una entrada estrecha y crearemos una zona de combate donde podremos practicar la lucha contra los zombis a medida que vayan entrando.” – continuó Yohan. – “Cuando lleguen a la entrada, el líder de grupo protegerá la retaguardia mientras el resto sella la puerta. Las dos personas a los lados tendrán que estar muy atentos. Este será el momento más peligroso, especialmente para la persona que bloquea la puerta. Hyuk, asegúrate de proteger bien a tu hermano. Si él muere, todos moriremos.” “Vale. Lo tengo.” – respondió Hyuk nervioso, asintiendo con la cabeza. Yohan le palmeó la espalda. “Jung, ya que eres bueno en hacer barricadas, no tengo nada de qué preocuparme, ¿verdad?” “¡Por Dios Yohan!” – exclamó Jung Hwan. La tensión en el aire se relajó un poco, cuando los voluntarios se echaron a reír. “No te preocupes demasiado Jung. Y lo mismo va para el resto de ustedes. No se preocupen, no dejaré que muera nadie.” Era un plan bien amarrado y Yohan estaba confiado de poder lograrlo. De hecho, si estuviera dispuesto a correr el riesgo, podría haber llevado a cabo el plan por sí mismo. Sin embargo, había otras razones por las que trabajó tan duro para conseguir voluntarios. Primero, quería aumentar la confianza del grupo eliminando con éxito a los zombis y capturando el centro comercial. Y, en segundo lugar, quería minimizar el número de bajas, lo que lo ayudaría a ganarse la confianza de la gente. Pero aún más importante, quería que los luchadores del grupo ganaran experiencia. “¿Cuántos zombis han matado hasta ahora?” “Hmm, tal vez alrededor de tres.” “Excelente. Salgamos.” – declaró Yohan. El nerviosismo se apoderó del grupo. “Yohan, tengo miedo de que pueda mojarme durante la misión. ¿Qué debo hacer?” – susurró Saeri. “Tonta, ¿Qué estás diciendo? Ve al baño. ¡Ahora!” – respondió Yohan. La vio correr hacia el baño mientras se abrochaba los guantes de cuero y realizaba el ritual donde inspeccionaba la ropa. Después de estar satisfecho con el resultado de la inspección, envolvió sus dedos alrededor de la empuñadura de cuchillo de 60 centímetros y lo hizo girar con una floritura. Los voluntarios lo miraron por un instante antes de ponerse de pie, uno a uno, y ponerse en línea detrás de él. Yohan agarró su mochila cuando regresó Saeri. “Vámonos. No bajen la guardia solo porque un zombi está tumbado en el suelo. Asegúrense de comprobarlo antes de pasar a su lado. Morirás si eres descuidado.” – advirtió Yohan una vez más. Todos los voluntarios asintieron. Una vez que subieron las escaleras hasta la puerta de la salida de emergencia del primer piso, Yohan sacó algo de su mochila. “¿Qué es eso? – preguntó Gunn, frunciendo el ceño. “Una granada.” – respondió Yohan, sosteniendo dos peluches con forma de perro. “¿Qué…” “¿Preparados? Vamos. Tres, dos, uno. ¡A cubierto!” Yohan abrió la puerta y pateó a algunos zombis que había cerca. Luego, asumió la postura de un lanzador y arrojó los dos peluches, lo más lejos que pudo, en direcciones opuestas. Los dos peluches con forma de perro emitieron fuertes ladridos mientras volaban por el aire.