viernes, 6 de diciembre de 2019

Survival Capítulo 13

1ª parte: Juego de Supervivencia
Capítulo 13
Primer campamento - Centro comercial central VIII
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars

Por supuesto, sabía que Saeri estaba bromeando y en realidad solo estaba preocupado por él. “Dices que descanse. ¿Iba a descansar así?” – preguntó Yohan, mientras le daba un golpecito en la frente, haciéndola soltar un suave gemido. “¿Qué? Lo vas a disfrutar. No te vayas, ¿vale?” “Si estás necesitada, hazlo tú misma. Tienes manos. Eres una mocosa traviesa.” – dijo Yohan. Saeri frunció el ceño ferozmente, en realidad era una mirada bastante intimidante. “A pesar de que las entradas están selladas, si no damos el siguiente paso pronto, todos nuestros esfuerzos no tendrán sentido. Esa misión podría haberle costado la vida a Gunn, asi que no podemos dejar que se desperdicie " – continuó Yohan, sacudiendo la cabeza. “Cuando dices el siguiente paso...” “Las puertas de vidrio no son la mejor opción. Tenemos que cubrirlas para que los zombis no puedan ver el interior. Reaccionan al movimiento, así que, si ven a otros zombis dentro del centro comercial, esos estúpidos, seguirán intentando entrar. Tenemos que limpiar la basura del primer piso rápidamente, antes de que se rompa el cristal cuando todos los zombis la empujen.” – dijo Yohan, dándose la vuelta para irse, pero, de repente, volvió a girarse como si se hubiera olvidado de algo. – “Oh, Saeri. ¿Tienes buena letra?” “¿Huh? Um...” – tartamudeó Saeri. Pero Yohan no esperó su respuesta. Sacó unas hojas de papel del tamaño de una carta y un protector de plástico para hojas. “Escribe lo siguiente: ‘Ven al aparcamiento si tienes negocios con nosotros. Si rompes el cristal o provocas un alboroto, te dispararemos.’” – dijo Yohan. “Si tienes negocios…. Dispararemos…” – murmuró Saeri mientras garabateaba las palabras que acababa de escuchar. Pero mientras Yohan la observaba trabajar, sus cejas se fruncieron. “Saeri, no quiero ser grosero, pero...” “Cállate Yohan, lo sé.” “Probablemente, un niño de cinco años tenga mejor letra que tú. Es como si estuvieras escribiendo con los pies.” – se quejó Yohan. Saeri lo golpeó en el hombro, pero terminó lastimándose la mano. ‘¿Para qué te lastimas? ¿No sabes cuántas capas estoy usando?’ “Yohan, ¿qué vas a hacer con este mensaje?” “Voy a pegarlo en las puertas de cristal de la entrada. No queremos que la gente la rompa después de esforzarnos tanto para sellarla. También es una advertencia.” “¿Una advertencia?” – preguntó Saeri. “Que tenemos armas y no tenemos miedo de otras armas. Si alguien busca problemas, podría convencerlos de que lo busquen en otro lugar.” – respondió Yohan. Por supuesto, revelar el hecho de que tenían armas podría atraer un tipo diferente de problemas, si hacía que la gente viniera a robarlas. Sin embargo, normalmente era mejor hacer alarde de este tipo de poder en lugar de ocultarlo, especialmente con la situación actual, con la integridad del campamento inestable. Era un farol. Nadie sospecharía que un campamento de 30 personas, que ocupa un gran centro comercial, solo tendría dos armas. A menos que los invasores fueran realmente valientes o estúpidos, lo más probable es que quisieran evitar una confrontación. En este período de tiempo, justo después del brote, todavía no habría nadie con ese estado de desesperación. Era demasiado pronto. Pero ahora, el mayor problema era... ¿Y si no pueden descifrar la letra de Saeri y piensan que el mensaje es una especie de código secreto? Yohan contempló esto mientras miraba la escritura del cartel de advertencia.
*.*.*
Al final, Saeri y Jung Hwan lograron persuadir a Yohan para que se quedara. En cambio, fue a la sección de muebles en la planta B1F. Cuando llegó allí, notó que un hombre y una mujer jóvenes abandonaban la zona. Estaba siendo evitado. Agarró algunas sábanas y una almohada y encontró un cuarto de almacenamiento con cerradura. Justo como habían sugerido Saeri y Jung, iba a descansar. Aunque todavía le quedaba algo de energía, no era el mejor momento para salir. Oscurecería pronto. Por la tarde, el sol proporcionaba luz. Sin embargo, en un escenario como el del apocalipsis zombi, las noches eran completamente negras en el sentido más estricto de la palabra. Aunque el refugio de su casa tenía energía solar, el campamento del centro comercial tenía velas y elementos similares, que proporcionaban algo de alivio en la oscuridad. Sin embargo, cuando caía la noche, la mayoría de los supervivientes simplemente se encogían y rezaban para que la mañana llegara lo antes posible. Mientras reflexionaba sobre estos pensamientos inútiles, se durmió. Sin embargo, al poco de dormirse, fue despertado por alguien que golpeaba la puerta reforzada del almacén en el que se encontraba. “Yohan! ¿Estás ahí?” “Sí, voy.” – respondió Yohan, frotándose los ojos. Se preguntó cuánto tiempo llevaba durmiendo. Al abrir la puerta, vio a Saeri parada frente a él. “¿Qué? ¿Pasó algo?” – dijo Yohan. “Dijeron que el agua no sale.” “¿El agua?” “Sí. Dijeron que el agua no sale desde esta mañana. Revisé el baño de hombres y mujeres y no hay agua.” “El tanque de agua debe estar vacío.” Yohan revisó los baños por sí mismo. Abrió el grifo. Nada. Intentó tirar de la cadena al baño. Todavía nada. Se quedó mirando la tapa del inodoro con cara de miseria. ‘Los buenos días han desaparecido.’ La gente pronto se dará cuenta de que habían estado viviendo una vida de lujo y lo habían dado por sentado. El hecho de que Yohan se uniera a su campamento, probablemente sería el único desarrollo positivo en sus vidas post-apocalípticas, incluso si nunca lo admitirían ante sí mismos. “Dile a todos que se reúnan.” Saeri trajo a todos los miembros del campamento para una reunión. Los supervivientes tenían expresiones sombrías en sus rostros mientras murmuraban entre ellos, preguntándose qué estaba pasando. Yohan hizo un recuento rápido y notó que faltaban cinco personas. “¿Dónde está Hyuk?” “Se niega a dejar el lado de Gunn.” Yohan suspiró para sí mismo. Eso hacía que dos de los luchadores, actualmente fueran inútiles. “¿Debería ir a buscarlo?” “Déjalos. Probablemente sea mejor tener a alguien al lado de Gunn.” – respondió Yohan, dándole dos palmaditas en la cabeza a Saeri, alabándola por un trabajo bien hecho, antes de hacer un gesto para que se uniera a la multitud. Yohan se dio la vuelta para dirigirse a la gente del campamento y todos se callaron. “Como todos sabéis, el tanque de agua se ha secado. Iba a revisar para ver cuánta agua quedaba, pero no hay necesidad de eso ahora. Hasta que resolvamos este problema, no podemos desperdiciar agua. No tire del inodoro, limítate a hacer su negocio. Límpiese con una toallita húmeda o vierta un poco de agua sobre una servilleta.” Los miembros del campamento tenían miradas de descontento. Yohan no sabía si estaban reaccionando a la situación del agua o a su disgusto general hacia él. No había forma de que lo supiera. “¿Creen que no estoy siendo razonable?” – continuó Yohan, con cuidado. – “Piénsenlo. Si ustedes hubieran evaluado adecuadamente la situación y hubieran sido frugales con el uso del agua desde el principio, hace seis meses, todos tendrían ahora agua limpia. En este momento, a pesar de que estamos racionando la comida y les jode, con el paso del tiempo nos quedaremos sin suministros. Sin embargo, incluso si agotamos todos los suministros de este centro comercial, todavía voy a ayudarlos a todos a sobrevivir.” Yohan decidió hacer de la protección el punto clave de su discurso. “Os lo demostraré a todos, paso a paso. Primero, aseguraré el centro comercial y lo haré para que podamos ver el sol de nuevo. Después de tratar con los zombis, espero volver a ver las cálidas sonrisas de un campamento que se apoya. Jung Hwan, si están listos, vámonos.” “Vale.” Yohan marchó con el grupo de luchadores hacia las puertas de la salida de emergencia que conducen al primer piso. Hizo que el anciano Park y Hyuk se quedaran y vigilaran los suministros. Esta vez tenía once voluntarios. Una vez más, dividió el grupo en dos equipos de cinco, separándolos por su experiencia. Él actuaría solo, cubriendo a los equipos desde un terreno elevado. Al formar un equipo de cinco, todavía habría cuatro personas vigilando hacia cada dirección y un quinto miembro se podía quedar en el centro y apoyar al compañero que estuviera enfrentándose a más zombis. Los equipos de cinco eran mucho más seguros que los equipos de cuatro. Además, estarían operando en un área segura y contarían con el apoyo de largo alcance de Yohan. Esta misión suponía un peligro mínimo e incluso si se encontraban con un escenario imprevisible y peligroso, estarían cerca de la puerta de la salida de emergencia y tendrían esa opción disponible como última salvaguarda. De esta manera, incluso los nuevos voluntarios, que estaban nerviosos al principio, podrían elevar su confianza y ganar experiencia matando zombis. “¡Aaaaaargh!” “¡Dos a la derecha!” Era la primera vez que Sung Bae luchaba contra un zombi. Jung Hwan rápidamente eliminó al otro no muerto que se les acercaba. “Lo tengo. ¡Eliminado!” Realmente no era necesario que Yohan les brindara apoyo y comenzó a derribar a los zombis más alejados. La misión de limpieza se desarrolló sin problemas. Los equipos lucharon durante casi tres horas, durante las cuales los zombis solo se acercaron de manera intermitente y nunca en masa. Mataron a tantos que la pila de cadáveres comenzaba a impedir su visión. Al final, los zombis dejaron de aparecer y el sonido de los muertos vivientes gruñendo dentro del centro comercial desapareció. “¿Se acabó?” – preguntó uno de los nuevos voluntarios. Yohan se encogió de hombros y golpeó con un cuchillo a la manilla de la puerta de metal. El fuerte sonido serviría para atraer a los zombis cercanos, si los hubiera. Sin embargo, todo estaba en silencio. “Creo que se acabó.” “Espera un poco.” Yohan hizo más ruido. Al final pudieron escuchar los gruñidos de un zombi a lo lejos. Poco después, una flecha lo silenció cuando atravesó su cabeza en silencio. Continuó haciendo ruido. A medida que el ruido se elevaba, pudieron ver cómo los zombis que se encontraban al otro lado de las puertas de vidrio se giraban para mirarlos y empujar las puertas. Sin embargo, no podían ver ningún movimiento dentro del centro comercial. “Creo que hemos terminado.” – dijo Yohan. Los voluntarios se alegraron. – “Buen trabajo a todos. Especialmente a los novatos, lo hicisteis bien a pesar de que era vuestra primera vez. ¿Por qué os estabais escondiendo como gatos asustados?” “La verdad, nunca pensé que fuera tan fácil…” “Es por Yohan, idiota. Deja de presumir.” – criticó Saeri al novato. Realmente no era necesario, pero puso una sonrisa en la cara de Yohan. “Jung Hwan, verifica si alguien resultó herido. Saeri, revisa a las chicas. Incluso si hay un pequeño rasguño, háganmelo saber.” – indicó. – “Voy a ir al aparcamiento, vuelvo pronto.” “Lo tengo.” “Vale.” Yohan subió por la escalera de emergencia hasta el segundo piso y salió al aparcamiento. Más allá de la puerta, que estaba ligeramente abierta, había automóviles por todas partes. Todavía había muchos zombis dando vueltas y había demasiados obstáculos donde se podían ocultar, haciendo que el área fuera peligrosa. Pero solo había una forma de ir desde la planta baja hasta el aparcamiento, lo cual era un alivio. Si tuviera entradas y salidas separadas, tendrían que hacer otra misión para bloquear las dos entradas. Yohan evaluó de manera aproximada las medidas de la entrada para coches al aparcamiento. Era lo suficientemente ancha como para necesitar un camión de dos toneladas y media y otro camión de una tonelada para bloquearlo. Después de hacer los cálculos, Yohan cerró silenciosamente la puerta de la salida de emergencia. Los voluntarios se encontraban descansando cuando se reunió con ellos y, cuando lo vieron, se movieron de inmediato para ponerse de pie, pero Yohan les hizo un gesto con la mano para que siguieran descansando. “¿Algún herido?” – preguntó a Jung Hwan. “No.” “Eso es bueno.” “¿Cómo está el aparcamiento?” “No está tan mal, pero tampoco bien.” Había muchas cosas que tratar antes de que pudieran ser capaces de usar un vehículo para bloquear la entrada para automóviles. Primero, tenían que encontrar algún coche que tuviera las llaves, luego verificar si funcionaba la batería. Si no, tendrían que ver si podían recargarla o reemplazarla por otra. La tarea no sería fácil, pero cuanto más la retrasasen, más complicado sería completarla. Hasta podría resultar más peligroso que la misión para bloquear las dos puertas simultáneamente. ‘Sin embargo, si podemos hacer esto, creo que las cosas irán bien.’ Yohan sacó unas cortinas negras de gran tamaño de la mochila, mientras seguía pensando, y se movió para cubrir las puertas de cristal. Primero colocó el cartel de advertencia y luego la cubrió con una tela negra. No fue necesario cubrirla toda y al final, solo tapó tres cuartas partes del cristal. El espacio de la parte superior, les daría a los guardias algo de visibilidad del exterior y, para mantener el área iluminada. Sería suficiente para bloquear la línea de visión de los zombis. Cuando terminó, volvió junto a los voluntarios. “Como ya estamos aquí, quiero limpiar el aparcamiento. ¿Estáis preparados?” – preguntó Yohan con calma. El grupo lo miró fijamente. – “Dejad de actuar como críos. Ah, por cierto, ¿alguien sabe cómo arreglar un automóvil?” “Oh, esa es mi especialidad.” “¿Especialidad en ingeniería automotriz?” “Sí.” “Eso es genial. Una cosa menos de la que preocuparse. ¿Cuándo fuiste a la escuela?” “Empecé en 08.” “¿Y cuánta experiencia laboral?” “Cuatro años.” Ki Moon Kim era alto y guapo, pero un poco tímido y no tenía mucha presencia, pero el hecho de estar aquí le quitó muchos problemas a Yohan. Tuvo que controlarse para no hacer un gesto para que chocara la mano. “Excelente. Hola, señor Diploma, ¿sabe cómo hacerle un puente a un automóvil?”