Arco 6 Capítulo 46
Ansiedad y esperanza
Traducido por Tars
Corregido por DaniR
Editado por Tars
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Mientras tanto, ese mismo día en cierta habitación de la mansión, Isaac mostró una expresión de sorpresa ante Narson. A su lado, Havel no tenía ninguna expresión en particular y solo asentía ante lo que su señor acababa de decir.
“Entonces, en otras palabras, estaría bien para mí seguir trabajando como ayudante personal de su divinidad en el futuro.”
“Sí, trabaja con seriedad y ten cuidado de no incurrir en su desagrado. Cumple sus tareas lo mejor posible e intenta ganarte su confianza. Hay que conseguir influenciar al señor Kazura para que brinde más apoyo. Si ves signos de que va a terminar con la colaboración, entonces… Isaac, ¿Qué te pasa? ¿Hay algo que te moleste?”
“Señor Narson… Aunque sea por el bien del país… O, más bien, por la gente, planear conseguir apoyo adicional de su divinidad Greisior que ha aparecido para salvarnos es…” – respondió Isaac con una expresión tensa que hizo que su señor frunciera el ceño.
A su lado, Havel le lanzó una fría mirada.
“Isaac, ¿sabes la diferencia de poder que hay entre nuestro país y Balveil?”
“Sí… La conozco.”
“Entonces puedes entenderlo. No sabemos qué tipo de medidas tomará su gracia a continuación, pero supongamos que resuelve la escasez de alimentos, controla las inundaciones, arregla los problemas de higiene y, si es posible, consigue restablecer la economía de la provincia... Con nuestra situación actual, cuando la guerra se reanude dentro de cuatro años, ¿cuál crees que es la posibilidad de que nuestro país se alce con la victoria?”
“Si cooperamos estrechamente con nuestros aliados al igual que antes del armisticio… Creo que, como mínimo, no seremos derrotados.”
“Eso puede ser cierto, pero no hay garantías que, dentro de cuatro años, esos países no se vuelvan nuestros enemigos o que se mantengan al margen y no cooperen con nosotros. En la última guerra, Balveil subestimó a los distintos países del sur y atacó a todos al mismo tiempo. Por ese error, la alianza pudo realizarse. Además, al mismo tiempo, los bárbaros del norte realizaron una incursión a gran escala contra Balveil, lo cual fue de gran ayuda.”
“Señor Narson, ¿cree que seremos derrotados en la próxima guerra?” – preguntó Isaac con una expresión de irritación tras escuchar la explicación de Narson.
“Depende de las circunstancias, pero podríamos perder. Sin embargo, también seguimos preparándonos para la guerra y realizando una intensa actividad diplomática para mantener las relaciones con nuestros aliados, así que no seremos derrotados tan fácilmente.”
“Entonces, ¿por qué?” – preguntó Isaac una vez más con tono de crítica.
Al oírlo, Narson se recostó en su silla y respiró hondo.
“Hace apenas un mes… Balveil firmó un tratado de paz con algunas de las tribus bárbaras del norte.”
“¿Qué…?”
“También están tratando de hacer el mismo tratado de paz o de firmar un armisticio con otras tribus bárbaras. Cuando su retaguardia esté asegurada, definitivamente volverán a atacarnos.”
Además de Isaac, que se había quedado sin palabras, Havel también estaba sorprendido. Si Balveil había firmado un tratado de paz con los bárbaros, eso significaba que en la próxima guerra no necesitaría librar una guerra en dos frentes. De hecho, podía darse la posibilidad de que empleasen a los bárbaros como mercenarios y los agregara a su facción.
“Qu… ¿Quiere decir que no hay posibilidad de evitar la guerra?” – preguntó Isaac con voz temblorosa.
“Teniendo un tratado de paz con los bárbaros que los habían estado acosando de forma implacable hasta ahora, seguramente vendrán a atacarnos. Además, han abolido el sistema de reclutamiento forzoso e instaurado un sistema de voluntariado desde hace tres años. Están reclutando una gran cantidad de gente pobre y aumentando de esa forma su ejército permanente. Sus diplomáticos pueden decir que es parte de una política económica, pero tras su tratado con los bárbaros su objetivo está claro.” – respondió Narson sacudiendo la cabeza.
“Sin embargo… ¿Cómo ha logrado Balveil preparar una gran cantidad de equipo y cubrir los gastos para mantener un ejército permanente? En la última guerra hubo rumores de que sufrieron escasez de estaño… ¿Habrán encontrado una nueva veta de gran tamaño?” – preguntó Havel tras escuchar la explicación de Narson. Había estado callado hasta ese momento.
Para mantener un ejército, son necesarios una gran cantidad de fondos. Llamar a los ciudadanos para que se conviertan en soldados en tiempos de emergencia y disolver el ejército en tiempos de paz era la base de los sistemas de reclutamiento que adoptaron tanto Arcadia, como la mayoría del resto de países. Con ese sistema, solo era necesario soportar el coste de mantenimiento del ejército por un período de tiempo limitado. Además, era común que el equipamiento de los soldados fuera preparado por ellos mismos. Era la manera en que operaban los ejércitos en este mundo.
Con ello, el coste que recaía sobre el gobierno consistía únicamente en el pago de una pequeña suma durante el periodo de campaña, en la que tenían que reunir a los soldados y el coste de las raciones necesarias para mantener el ejército.
Sin embargo, el sistema adoptado por Balveil en los últimos años era completamente diferente. Había tres componentes importantes en ese sistema. El primer punto era que el país proporcionaba el equipo para los soldados reclutados y, además, les daba un salario. Con este sistema, los pobres que no tenían ninguna capacidad para reunir el equipo por sí mismos podían unirse al ejército, aunque carecieran de posesiones. Además, podían abandonar la pobreza. De un solo golpe, no solo aumentaban el número de soldados, sino que, al conseguir un mejor nivel de vida, el orden público también mejoraba. Era como matar dos pájaros de un tiro.
El segundo punto era que se había decretado que el periodo de servicio del soldado fuera de 25 años. Como se había decidido el período de servicio, facilitaba la planificación de estrategias militares a largo plazo. Además, dado que no había ningún plan para reclutar a los agricultores y convertirlos en soldados, esto también tenía un impacto importante sobre la productividad agrícola.
El tercer punto era que, cuando los soldados se retiraran, recibirían un pago de jubilación o la concesión de tierras. Con esto, los soldados no tenían que preocuparse por su sustento una vez finalizado su período de servicio. En otras palabras, siempre y cuando pudieran terminar su período de servicio de manera segura y, dependiendo de la cantidad que ahorrasen durante su servicio, entonces no era una quimera retirarse y vivir una vida de ocio con dignidad.
Sin embargo, para mantener estos tres puntos, era necesaria una gran cantidad de dinero.
Normalmente, el equipo utilizado por los soldados estaba hecho de bronce. El bronce es una aleación de cobre y estaño, pero su rendimiento de producción es escaso y, dado que el estaño solo se encontraba en áreas limitadas, resultaba demasiado caro. No era algo que se pudiera obtener en cualquier cantidad solo porque hubiera dinero para pagar. Al igual que lo que Havel había dicho, en la guerra de hacía cuatro años, hubo un rumor acerca de que Balveil tenía escasez de estaño.
Pero, además del costo del equipo, también tenían que pagar los salarios a los soldados y el coste de su entrenamiento. Las situaciones donde se necesitaba dinero eran infinitas.
“Eso es cierto… Es increíble que pudieran proporcionar una gran cantidad del caro equipo de bronce a todos los soldados. Sin embargo, el principio de ese sistema de voluntariado es que son capaces de proveer del equipo necesario. Aunque podría ser imposible a corto plazo, de una forma u otra lo harán. Recientemente he recibido un informe sobre Balveil que indica que han aumentado de forma repentina su producción de madera, lo que podría indicar que, como ha dicho Havel, han encontrado una nueva veta de mineral de estaño.” – dijo Narson para a continuación quedarse callado por un instante, mientras se giraba para mirar a Isaac.
“Entiendo lo que quiere decir. Solicitar más apoyo por razones egoístas a su gracia, quien ya nos ha prestado una mano tras nuestras súplicas es algo realmente impertinente. Pero pedir que brinde más apoyo por nuestra conveniencia es algo con lo que no puedo estar fácilmente de acuerdo.”
Tras escuchar las palabras de Isaac, Narson se inclinó hacia adelante en su silla y dobló su cuerpo en su dirección.
“Es necesario hacerlo. También sabes lo que les ha sucedido a los países que fueron derrotados por Balveil. Se apoderan de todas las tierras y propiedades, y convierten a los supervivientes en esclavos. Aunque el país se rinda antes de que empiece la guerra y se una a Balveil, no puede evitar la pérdida de las tierras y las propiedades. Pero perder una guerra contra ellos implica que perderás tu libertad por toda la eternidad. Así que haré todo lo posible para aumentar nuestras posibilidades de victoria, por mínimas que sean.”
“……”
Isaac bajó la cabeza como si no pudiera responder, al mismo tiempo, Narson suspiró en su interior y luego, una vez más, se recostó en el respaldo del asiento.
“Bueno, pongamos fin a esta conversación. Isaac, Havel, confío en vosotros.”
* * *
“Hmm…”
Después de la agradable conversación con Liese, Kazura se quedó mirando seriamente el muro de piedra del corredor de la mansión de Narson. Pero no estaba mirando la pared en sí, sino el mortero que se veía entre las piedras. Luego, después de mirarlo por un momento, lo rascó con la uña.
“Hmm… Ah, señor Isaac, justo a tiempo, ¿puedes venir aquí un momento?”
Mientras observaba el polvo pegado a su uña, se dio cuenta de algo y, al ver que Isaac acababa de aparecer desde el interior de la mansión, lo llamó. Al escuchar su nombre, Isaac se dio cuenta que Kazura estaba allí y corrió hacia él.
“Buenos días, señor Kazura…” – dijo Isaac.
“Buenos días… Hmm, ¿estás bien? ¡Tu cara está pálida!” – contestó Kazura sorprendido tras ver la cara de Isaac. Estaba sin vida, su tez estaba más pálida de lo habitual.
“No, estoy bien. El señor Kazura no necesita preocuparse por mí…” – contestó intentando esbozar una sonrisa en su lamentable cara. Pero su voz también carecía de fuerza de voluntad, por lo que no parecía que fuera alguien que estuviera bien.
‘Suele tener un rostro bastante cansado, pero hasta ayer estaba bien… Es como un nuevo empleado que se siente deprimido después de sufrir un fuerte regaño por parte de un cliente o de sus superiores.’
Kazura recordó la imagen que solía mostrar cuando trabajaba para una compañía antes de venir a este mundo. Después de todo, esta era la expresión de alguien que acaba de recibir una gran sorpresa.
“Por favor, acompáñame durante un rato.” – dijo Kazura mientras caminaba por el pasillo. Al final, le pidió a una criada que se encontró en su camino que le trajera un poco de agua caliente a la habitación.
“Regresaré en un momento, por favor, espera en esta habitación.” – dijo Kazura tras llegar a la habitación y hacerlo sentar en una silla. A continuación, corrió hasta la oficina de Narson.
Después de agarrar la bolsa de viaje que había dejado dentro de la oficina, la cubrió con una tela y, bajo los ojos curiosos de los soldados que estaban de patrulla, la llevó hasta la habitación de invitados. Cuando Kazura entró en la sala, Isaac se inclinó ante él mientras aún tenía una expresión deprimida en su rostro.
“Gracias por esperar. Lo prepararé en un instante.” – dijo Kazura con una sonrisa mientras sacaba un cuenco aromático, una botella con aceites esenciales y varias bolsitas con hierbas de la mochila.
“Hm… Hmm, ¿puedo preguntar qué estás preparando?”
“Voy a invitar al señor Isaac a tomar una taza de té. ¿Te gusta el té?”
“¿Eh? D-De ninguna manera. ¿Su gracia quiere preparar té para mí? Molestarlo es…” – dijo Isaac mientras se ponía en pie con una expresión extremadamente agradecida en su rostro.
“Está bien.” – respondió Kazura mientras se sentaba en una silla y ponía las hierbas de la bolsita en una tetera de vidrio. – “He estado trabajando duro durante los últimos días sin tomar ningún descanso, así que me parece que es un buen momento para tomar uno. Además, podemos aprovechar para tener una pequeña charla entre nosotros.”
Mientras hablaba fue poniendo varias flores de tila, pétalos de rosa y hierba de San Juan en la tetera. Cuando terminó, alguien llamó a la puerta de la habitación. Era la criada de antes, que venía con el agua caliente. Kazura recibió la jarra de cobre con el agua caliente de la criada, la despidió y vertió el líquido en la tetera de vidrio. Las hierbas se revolvieron suavemente mientras el agua se vertía en la tetera de vidrio; a medida que pasaba el tiempo, el agua en su interior fue tomando un bello color ámbar.
Mientras el agua caliente extraía el sabor de las hierbas, Kazura vertió el resto del agua caliente en el cuenco de esencia y puso dos velas en la base del cuenco. A continuación, tras confirmar que las hierbas estaban listas, vertió el té en una taza y se lo entregó a Isaac.
“Pruébalo, espero que se adapte a tu gusto…”
“Muchas gracias… Qué fragancia más agradable.”
Isaac acercó la taza de té a su boca y olió el aroma suave y agradable que salía de la taza de té. Lo hizo sonreír. Al ver que Isaac tomaba un sorbo, Kazura vertió el té en su propia taza y tomó otro sorbo mientras disfrutaba el aroma.
“Cómo es? Si el sabor no se adapta a tu gusto, puedo hacer otro tipo de té.”
“No, esto es realmente delicioso. Muchas gracias.”
Viendo que Isaac se había calmado un poco tras beber algo de té, Kazura sonrió.
“Me alegro.”
A continuación, sacó una botella pequeña de aceite de lavanda de la mochila y, abriéndola, puso varias gotas de aceite en el agua caliente. Cuando terminó, sacó un encendedor y encendió la vela colocada en la base de la olla.
“¿Qué es esto?” – preguntó Isaac.
“Esto se llama aceite aromático. Es un aceite que obtenemos después de extraer la esencia de las plantas en mi co… en el Reino de Dios. Si lo colocamos en un cuento y lo calentamos de esta manera, podemos disfrutar del aroma de ese aceite.”
Tan pronto como encendió la vela, el aroma suave y agradable de la lavanda se extendió por la habitación.
“Entonces… Señor Isaac, sé que te había pedido que prepararas tres mil sacos del mismo tamaño hace varios días, pero si es realmente imposible de cumplir, solo dímelo. Después de todo, no he exigido que se preparara a toda costa.” – dijo Kazura con una expresión preocupada en su rostro.
“No, no hay ningún problema en la adquisición de los sacos de tela. Ya hemos pedido a los sastres de la ciudad que lo produzcan y creo que estarán listos para mañana.”
‘¿Huh…? ¿No estaba deprimido por el fracaso de conseguir los sacos?’
Tras escuchar la respuesta de Isaac, Kazura se confundió en su interior. Pensaba que Isaac no era capaz de cumplir con su instrucción, por lo que Narson o Zirconia lo habían regañado de forma severa. Sin embargo, parecía que la causa de la depresión de Isaac era otra.
“Ya veo, entonces eso es bueno. Como Isaac tenía una expresión tan sombría, estaba pensando que seguramente… Hmm, si hay algo que te molesta, entonces puedes hablarlo conmigo. Ah, pero si no quieres hablar sobre ello, no necesitas forzarte a decirlo.”
“Esto… Sí… Muchas… Gracias.”
Mientras Kazura hablaba con él, la voz de Isaac se atascó y bajó la cabeza con una expresión que indicaba que se iba a echar a llorar en cualquier momento. Estaba claro que había algo que no podía compartir, por lo que solo observó en silencio cómo bajaba la mirada. Luego, tras mirar por un rato, y ya que Isaac no decía nada, Kazura cambió el tema.
“Ah, eso me recuerda. Hay algo que quiero preguntarte, pero… ¿Es el momento adecuado para eso?”
“Sí… No dudes en preguntar.” – respondió Isaac levantando la cara al escuchar la pregunta.
Ya no era una cara que estaba a punto de llorar, sino la cara de alguien que había encontrado la resolución de hacer un gran avance para algo. Incluso el ambiente había cambiado de un espíritu abatido a alguien que estaba lleno de determinación para lograr su objetivo.
‘¿Eh…? ¿El té y el aceite aromático han tenido un efecto tan poderoso? ¿O en estos últimos minutos acaba de pasar algo en la mente de Isaac?’
Kazura estaba desconcertado por el repentino cambio de humor de Isaac. Aunque había elegido plantas que tenían efectos antidepresivos o de relajación y además había usado aceite de lavanda, el cambio en su corazón había sido demasiado extremo. Parecía haber sido demasiado efectivo.
La última vez, cuando Varin había estado a punto de morir en la aldea de Grisea y tomado la bebida energética, tardó aproximadamente dos horas hasta recuperar su condición física. Sin embargo, las hierbas y el aceite que acababa de usar ahora no eran para la recuperación física, sino para los efectos mentales. Dentro de la mente de Kazura, había una preocupación sobre si las hierbas y los aceites tenían un efecto más poderoso que los alimentos.
‘No, espera un momento. Si eso fuera cierto, entonces no podría explicar lo que sucedió la última vez que Valetta y Varin bebieron el té de hierbas. Si hay un efecto tan extremo, ya que ambos bebieron el té de hibisco, no podrían dejar de orinar.’
“Hmm, señor Kazura, ¿pasa algo?” – preguntó Isaac con una mirada preocupada.
Mientras Kazura reflexionaba sobre el efecto del té en Valetta y Varin, se quedó en silencio de forma repentina, haciendo que Isaac se sintiera incómodo.
“Ah, no, no es nada.” – respondió Kazura con rapidez mientras pensaba que no serviría de nada si Isaac se deprimía aún más.