viernes, 6 de diciembre de 2019

Survival Capítulo 2

1ª parte: Juego de Supervivencia
Capítulo 2
El regreso II
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars

Al día siguiente, Yohan fue al banco y pidió un préstamo por todo lo que pudo. También acumuló efectivo de otras compañías financieras e incluso de algunas fuentes sin escrúpulos. De todos modos, el mundo iba a ser destruido en seis meses y no les tenía miedo a los usureros. Descartó todas las posibles consecuencias que tendría si los zombis nunca fueran a aparecer. Estaba mucho más preocupado por no tener suficiente tiempo y recursos para prepararse para el inminente apocalipsis zombi. Estaba convencido de que ese día llegaría. Los instintos que lo ayudaron a sobrevivir durante tres años de infierno ya le estaban gritando que había peligro. Incluso había encontrado un agente de bienes raíces para ayudarlo a subarrendar su piso. Como la vivienda tenía una gran demanda, probablemente se alquilaría rápidamente. Después de que se aprobaron sus préstamos, entregó su carta de renuncia. Como había estado trabajando en el mismo lugar, desde que se graduó de la escuela secundaria, el finiquito fue bastante bueno. Estuvo trabajando durante nueve años. Yohan estaba perdido en sus pensamientos mientras miraba el saldo de su cuenta bancaria. Era una cantidad exorbitante de dinero que normalmente nunca podrías ahorrar en la vida. Era el tipo de dinero por el que tendrías que vender tu alma. Inmediatamente, comenzó a prepararse para ‘ese día’ y escribió en un cuaderno todas las cosas que necesitaba para prepararse para el desastre.

Escondite
Suministros de comida
Armas
Equipo de supervivencia
Transporte
Lo primero era encontrar un escondite. Necesitaba un lugar que, en el futuro, pudiera llamar ‘refugio’. Un sitio lo suficientemente grande como para almacenar una gran cantidad de alimentos y que estuviera cerca de tiendas de conveniencia y supermercados. Además, necesitaba instalaciones auxiliares. Lo más importante era que tuviera tanques de agua y paneles solares instalados y si no, era necesario poder acomodarlos. Yohan fue a buscar una casa. No había muchos lugares que cumplieran con sus condiciones, por lo que le llevó casi un mes encontrar un lugar que se adecuara a sus exigencias. Firmó un contrato por una casa unifamiliar completa en el Complejo Kkachiul en la ciudad de Bucheon. El depósito alcanzó la friolera de 30 millones de Won y tenía una renta mensual de otro millón de Won, pero no habría nadie para hacer cumplir el contrato dentro de seis meses. El escondite tenía los paneles solares en el techo y un tanque de agua de emergencia, exactamente lo que quería. Había una gran tienda de conveniencia en el centro del complejo de apartamentos y había una zona con varias tiendas, incluidos un supermercado y unos grandes almacenes, a poca distancia del ayuntamiento. “Por cierto, sé que ya hay paneles solares en el techo, pero ¿te importaría si instalo algunos paneles adicionales?” - preguntó Yohan mientras firmaba el contrato. Los paneles solares actuales se usaban para calentar el agua, pero lo que Yohan quería era un sistema de energía independiente. No quería energía solar térmica, sino energía solar fotovoltaica. Quería un lugar autosuficiente que pudiera generar su propia electricidad. Yohan compró 12 paneles solares domésticos con baterías e inversores para poder transformar la corriente continua en alterna. Era una inversión que valió la pena, incluso si el proceso de instalación y las aprobaciones por parte de los responsables urbanísticos demoró más de un mes su puesta en marcha. Había gastado casi 50 millones de Won en la preparación de su refugio y sus complementos. A continuación, Yohan compró comida a granel con el resto del dinero. Arroz, fideos instantáneos, agua y todo tipo de alimentos enlatados. Además, se abasteció de varias semillas de hortalizas. Eligió vegetales que fueran fáciles y rápidos de cultivar, como patatas, tomates, lechugas y ñame. Su plan era cultivar su propia comida después de que se agotaran sus suministros. Sería difícil encontrar comida en la calle dentro de un año. A través del mercado negro, Yohan ordenó varios juegos de cuchillos grandes y obtuvo información sobre dónde podría adquirir arcos y ballestas. Por supuesto, las pistolas eran las mejores armas, pero solo se podían obtener rifles de caza en las tiendas de armas y no eran muy útiles al comienzo del apocalipsis. Hacían demasiado ruido y eran incomodos de recargar, además de otros detalles incomodos. Yohan sabía que las armas siempre estarían disponibles, incluso después del pánico inicial. El problema era encontrar un arma que lo ayudara a llegar hasta ese momento. Según su experiencia, las mejores armas contra un zombi eran el cuchillo de caza con una hoja de 60 cm, los cuchillos nepalís o kukris y las ballestas. Eran fáciles de transportar y de manejar, además, le permitían atacar mientras mantenía una cierta distancia de su objetivo. Para el equipo de supervivencia, necesitaba mapas, un chaleco antibalas, botas de combate, guantes de cuero y alguna cosa más. Yohan los guardó con cuidado, asegurándose de no olvidar nada. Para el transporte se contentaba con una moto y un suministro de gasolina. Al final, cuando todos los preparativos principales estaban completos. Yohan usó el dinero restante para preparar un segundo refugio. Esto fue por si acaso su primer refugio fuera tomado por otros o se perdía a manos de los zombis. En la línea de tiempo anterior, había perdido más de 10 refugios que estaban fuertemente fortificados. El segundo refugio debía estar en un lugar remoto donde se pudiera obtener agua potable y alimentos de la naturaleza. Tenía que ser un lugar que la gente no encontraría de forma accidental, incluso después de un largo período de tiempo. También necesitaba tener un lugar donde pudiera almacenar objetos que otra gente no pudiera encontrar, incluso si se descubría su refugio. Yohan revisó una lista de islas en la República de Corea.
* * *
Habían pasado tres meses desde que comenzó a prepararse para el apocalipsis zombi. Yohan se enfocó en el entrenamiento físico durante estos meses y sintió que estaba en mejor forma que antes de su regreso. Además, no podía dejar de contemplar su almacén lleno de comida con una mirada satisfecha. Solo con mirar todos los alimentos enlatados variados que llenaban el espacio lo hacía sentir lleno. La cantidad era suficiente para durarle entre cuatro y cinco años si vivía solo. Por supuesto, no tenía la intención de estar solo durante tanto tiempo, no podía. Había una clara limitación en ir solo. No hizo todos estos preparativos para vivir como un ermitaño y sobrevivir solo unos pocos años. No, Yohan tenía un objetivo claro. Quería un refugio seguro y camaradas fuertes y capaces en los que pudiera confiar. En otras palabras, una organización. Se había dado cuenta de algo mientras sobrevivía él solo en la línea de tiempo anterior. Cuando no tienes compañeros, terminas convirtiéndote en un salvaje que roba a los demás o te volvías demasiado débil para defenderte.
* * *
Yohan visitó una tienda cerca de Yeouido. Estaba aquí para recoger la ballesta que había encargado. No estaba feliz de tener que irse tan lejos de su refugio, pero no tenía otra opción. Después de todo, no era fácil adquirir objetos de contrabando como este. Después de obtener la ballesta, sus preparativos estarían completos. Todo lo que le quedaba por hacer en los tres meses restantes antes de que aparecieran los zombis era practicar disparando la ballesta. La ballesta era ligera y ya tenía experiencia usándola en la línea de tiempo anterior. Así que tres meses de práctica bastarían para volver a ponerlo en forma. Después de recoger su pedido, Yohan sintió hambre, así que fue a un puesto de comida que solía frecuentar cuando estaba trabajando. Era un lugar al que ir con sus antiguos compañeros de trabajo. Era similar a un refugio, un lugar donde dejaba escapar el estrés de su vida laboral. Era conocido como un puesto de comida, pero era más como un restaurante. Su nombre era ‘Puesto romántico’ y poseía un ambiente hogareño y acogedor. La entrada estaba cubierta con una carpa de vinilo y había mesas de plástico y cortinas en su interior, dando la sensación de estar en un puesto de comidas callejero. Había probado el Udon del puesto por primera vez hace mucho tiempo y era exquisito. Mientras sorbía y devoraba los regordetes fideos empapados en sopa, sonó el timbre de la puerta y entraron varios empleados de oficina, recién salidos del trabajo. ‘¿Ya es hora de que la gente salga del trabajo?’ Los clientes que entraron por la puerta estaban hablando en voz alta. Era un grupo bastante grande. “¿Oh? ¡Yohan!” – dijo una voz familiar. Cuando se dio la vuelta, vio a sus compañeros de trabajo, el equipo de seguridad de la instalación industrial de Gyeongseong. Todos, desde sus superiores inmediatos hasta sus amigos y subordinados, se amontonaban en la entrada. Probablemente estaban teniendo una reunión. El corazón de Yohan se molestó. A pesar de que se había vuelto a reunir con la gente de su vida pasada por primera vez en años, inmediatamente había escupido una breve carta de renuncia de una sola página y los había dejado a todos decepcionados. El subgerente Sung Chul Moon se acercó a Yohan y lo golpeó en la espalda. Parecía feliz de verlo, pero Yohan no pudo corresponder a ese sentimiento. Cuando la compañía se convirtió en un enjambre de zombis en la línea de tiempo anterior, el subgerente Moon sacrificó a varios compañeros y apenas consiguió sobrevivir. Al final, perdonó sus acciones cuando se reunieron en el campamento de supervivientes, pero luego hizo algo aún peor. Filtró la información del campamento a las fuerzas hostiles para salvar su propio pellejo una vez más, lo que llevó a la aniquilación del campamento y de su gente. El subgerente Moon era una de esas personas que nunca debías aceptar o en las que depositar tu confianza bajo ninguna circunstancia. Realmente quería matarlo en este momento para evitar que causara problemas en el futuro. “Gamberro, ¿sabes lo difícil que lo hemos tenido después de renunciar sin previo aviso?” “Lo siento.” – respondió Yohan, con una tranquila reverencia. A pesar de que prepararse para el apocalipsis zombi tenía la máxima prioridad, todavía lamentaba marcharse de esa forma. “Eras tan trabajador, ¿en qué te metiste? ¿Eh? ¿Has estado haciendo ejercicio?” – preguntó el subgerente mientras su mano agarraba el hombro de Yohan y se movía arriba y abajo para sentir su antebrazo. “Señor, por favor, no me toques. Te mataré si lo haces.” “Q… ¿Qué?” “Es broma” – respondió Yohan con una sonrisa mientras agarraba la mano de Moon y la separaba de su cuerpo. – “Ah, pero no estaba bromeando cuando te dije que no me tocaras.” Moon se estremeció ante el agarre de Yohan y recuperó su mano con el ceño fruncido. El ambiente se puso tenso, motivando al Gerente del Departamento, Joon Hyuk-Go, quien solía ser un supervisor de equipo, a intervenir. “¿Qué demonios pasa con este estado de ánimo? De todos modos, qué afortunados somos de encontrarnos contigo. Vamos a beber. Estaba triste porque no tuve la oportunidad de separarnos de forma adecuada, pero esto es genial.” “Estoy bien.” El gerente del departamento, Joon Hyuk-Go, ignoró el comentario de Yohan y arrastró algunas mesas para que el grupo pudiera sentarse con él. Era del tipo dominante, alguien a quien realmente no le importaba si otras personas lo miraban o pensaban mal de él. Yohan no odiaba beber, al menos no en su vida pasada antes de que aparecieran los zombis. Sin embargo, ahora que se acercaba el apocalipsis, no tenía planes, ni ganas de perder el tiempo emborrachándose. “Voy a comer algo antes de irme. Tengo asuntos que atender.” “Dios, ¿qué pasa contigo? No eras así antes, ¿qué te tiene tan alterado estos últimos meses? ¿Qué has estado haciendo? ¿Eso qué es?” – preguntó Moon señalando el equipaje de Yohan. ‘Me convertí así por tu culpa, ¡pedazo de basura!’ A Yohan le entraron ganas de ponerse a gritar, pero se tragó sus palabras con fuerza y sonrió con amargura. No le importaba lo que piensen. El instinto de supervivencia de ese bastardo era increíble y estaba convencido de que se volverían a encontrar. ‘Si te encuentro después del brote, te mataré con mis manos’ – murmuró para sí mismo. Mientras pensaba en el futuro, hubo un fuerte ruido en la entrada y se giró para mirar. Pero tan pronto como vio la condición del hombre parado en la entrada del puesto de comida, todo su cuerpo se tensó de pies a cabeza. Pupilas blancas, piel pálida y una caminata arrastrada. 'Mierda.' Definitivamente era un zombi. Los instintos de supervivencia que habían estado latentes dentro de Yohan durante los últimos meses revivieron rápidamente. El sentido de supervivencia que había ido perfeccionando a través de numerosas experiencias cercanas a la muerte volvió a aparecer y buscó el cuchillo de caza de su cintura. Lo sostuvo con fuerza sin desenvainarlo. Incluso en tiempos de paz, siempre estaba armado y tras vivir tres años infernales, era su estado natural. El zombi caminó lentamente hacia su presa mientras gemía ruidosamente. Todos a su alrededor lo miraron como si fuera una persona loca. Todos excepto una persona, Yohan. Yohan se levantó rápidamente. “Voy a salir primero.” – dijo levantándose rápidamente. “¿Huh? ¿Ya te vas? Ni siquiera has terminado de comer...” Yohan se levantó y se preparó para salir antes de que el Gerente de Departamento Go pudiera terminar de hablar. Puso dos billetes de 10.000 Won sobre el mostrador y se movió deliberadamente hacia la puerta que se encontraba en la dirección opuesta del zombi. Pero en el momento en que abrió la puerta, otro zombi estaba justo frente a él. Los desagradables y chirriantes gemidos que emanaban de su garganta eran inconfundibles. Yohan sacó el cuchillo de su cintura de inmediato y, sin dudar, lo empujó en el corazón del zombi. Luego lo pateó e hizo que rodara por el suelo. Se retorcía de dolor en el suelo. Los gritos llenaron el aire, en parte porque la gente acababa de verlo apuñalar a un hombre, y en parte porque el primer zombi estaba mordiendo la mejilla de un cliente. Yohan los ignoró y dejó atrás los gritos y el puesto. Yeouido era un Pandemónium. Aunque no sabía cuándo comenzó el brote, ya parecía que muchas personas estaban infectadas. Había sangre salpicada por todas partes y se escucharon gritos a lo lejos. ‘¿Por qué ahora?’ No esperaba que el brote ocurriera antes de lo que había supuesto. Yohan se dio cuenta de que fue un error esperar que el escenario fuera el mismo y concluir que los zombis aparecerían dentro de seis meses. Incluso si era necesario recoger la ballesta, fue descuidado irse tan lejos del refugio que había preparado. Sin embargo, Yohan estaba tranquilo. La mayoría de los preparativos ya estaban completos y los suministros necesarios para su supervivencia, como las raciones de emergencia, los mapas y los cuchillos, siempre iban con él. Todavía era demasiado pronto para que los militares se involucraran o para que el tráfico se atascara por completo. Todo lo que tenía que hacer era seguir su plan, viajar a su refugio con calma y pasar la fase caótica de inicio del apocalipsis zombi. ‘De todas formas… Ahora las cosas se moverán más rápido.